Se cumplen 18 años de aquel 21 de setiembre del 2004, fecha en la que Cecilia Cubas, hija del expresidente Raúl Cubas Grau y la exsenadora Mirta Gusinky, fue secuestrada por el brazo armado del partido Patria Libre, cuyos miembros se convertirían posteriormente en el autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP).
Alrededor de las 18:45 de aquel día, Cecilia Cubas, quien entonces tenía 31 años, retornaba a su vivienda tras una jornada laboral y a metros de su residencia en el barrio Laguna Grande de San Lorenzo, su vehículo, una camioneta Nissan Patrol, fue interceptado por otro rodado del cual descendieron varias personas que abrieron fuego contra la camioneta de Cecilia de modo de intimidarla y detener la marcha, y posteriormente fue llevada por sus captores.
Esa misma noche, los secuestradores se comunicaron con la familia Cubas-Gusinky y en la semana siguiente enviaron la primera foto de Cecilia. Desde ese momento, se inició un proceso de negociación para la liberación de la hija del expresidente y se realizaron dos pagos que ascendían en total a US$ 300.000 en concepto de rescate.
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El último contacto de los captores con los familiares de Cecilia se dio mediante un correo electrónico el 22 de diciembre del 2004, en el que emplazaban por 48 horas para el desembolso de una nueva suma de dinero. Tras esa comunicación no se supo más nada de Cecilia Cubas hasta el 16 de febrero del 2005, cuando fue encontrada en una casa ubicada en Ñemby, la que fue bautizada como la “casa del horror”.
En las calles Las Palmas 342, del barrio Mbocayaty de Ñemby encontraron a Cecilia Cubas. El sitio estuvo habitado por los captores en todo el tiempo del secuestro, los que llevaban una vida normal, para no levantar sospechas en el vecindario. Se cree que Magna Meza y Osvaldo Villalba eran los que vivían en ese lugar.
Cecilia fue dormida con un sedante y enterrada viva en la casa, donde los secuestradores cavaron una fosa. A la víctima la encontraron cuando ya tenía unos 45 días de muerta, según el informe forense del médico Pablo Lemir. Se estima que la mataron entre el 24 y 30 de diciembre del 2004. Entre esas fechas la vivienda fue abandonada por los secuestradores, quienes simularon que fueron a pasar las fiestas de fin de año al interior del país, para no levantar sospechas, pero nunca más regresaron al lugar.
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Los estudios revelaron que Cecilia tenía arena en los pulmones, lo cual certifica que a ella la enterraron viva, por eso respiró arena. La torturaron física y psicológicamente, indicaron los familiares, dado que en las fotos que compartieron los secuestradores se la veía demacrada y deteriorada. Este acto convirtió a Cecilia Cubas en la primera secuestrada y víctima mortal del EPP.
Aproximadamente 20 personas fueron detenidas y procesadas por este secuestro y cuentan con condenas de entre 5 y 35 años de cárcel. En junio del 2021, Óscar Luis Benítez alias Male’i, quien fue extraditado por Brasil, fue acusado de ser el líder del grupo de secuestradores y fue condenado a 24 años de prisión con 10 años adicionales por medidas de seguridad. Así también, Juan Arrom, Anuncio Martí y Víctor Colmán se encuentran en Finlandia con estatus de refugiados.
Los secuestros no se detuvieron
A la fecha, el grupo criminal autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) mantiene en cautiverio al exvicepresidente Óscar Denis, al ganadero Félix Urbieta y el policía Edelio Morínigo, quien lleva ocho años secuestrado. Los familiares de los secuestrados dieron una conferencia de prensa el pasado 9 de setiembre y lamentaban la falta de acciones por las autoridades y organismos de seguridad para encontrar a los desaparecidos y erradicar al crimen organizado.