Tras el bochornoso episodio de supuesto hurto por parte de un militar de alto rango en un importante shopping de Asunción, que incluso le costó el cargo; el neurocirujano Miguel Ángel Velázquez Blanco, más conocido como Dr. Mime, creyó oportuno abrir un hilo de comunicación respecto a qué es la cleptomanía, sus síntomas y características.
El médico, muy conocido en el ámbito de la comunicación, de nuevo hizo de las suyas, tras conocerse la situación policial del domingo último en que estuvo implicado un exdirector del Ministerio de la Defensa. El profesional definió la cleptomanía como una condición mental que se debe comprender antes de condenar y complicar la vida o el tratamiento a una persona que lo padece.
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“La cleptomanía es la incapacidad recurrente para resistir el impulso de robar objetos que por lo general no son necesarios y que suelen tener poco valor. Es un trastorno de salud mental poco frecuente, pero grave que, si no se trata, causa dolor emocional al afectado y entorno”, explicó el Dr. Mime a través de su cuenta de Twitter.
Afirmó que es un tipo de trastorno de control de los impulsos; es decir, un trastorno caracterizado por problemas con el autocontrol emocional o conductual con dificultad para resistir la tentación o el impulso de realizar un acto que es excesivo o perjudicial hacia otros o uno mismo. Aseguró que muchos cleptómanos llevan vidas de vergüenza oculta, porque tienen miedo de buscar tratamiento de salud mental.
Según el Dr. Mime, la cleptomanía no tiene cura, pero que el tratamiento con medicamentos o la psicoterapia pueden ayudar a detener el ciclo de robo compulsivo. Entre los síntomas de esta condición mental citó la incapacidad para resistir fuertes impulsos de robar artículos que no necesitan, sentir mayor tensión, ansiedad o excitación antes del robo y sentir placer, alivio o gratificación durante el robo.
Otro de los síntomas que se presentan con la cleptomanía es el sentimiento de mucha culpa, remordimiento, odio hacia uno mismo, vergüenza o temor de ser arrestado después del robo, además de la reaparición de los impulsos y una repetición del ciclo de cleptomanía.
“No son ladrones, no roban compulsivamente para beneficio personal, como desafío, por venganza, o para rebelarse. Roban simplemente porque el impulso es tan fuerte que no pueden resistirlo. Por lo general, los episodios de cleptomanía se producen espontáneamente, sin planificación ni la ayuda o colaboración de otra persona. La mayoría roban en lugares públicos, como tiendas y supermercados”, resaltó.
Sentimientos placenteros
Otra de las características de esta condición es que algunos de los que padecen la misma, pueden robar a amigos o conocidos, los artículos robados no tienen valor para quien padece cleptomanía, y la persona tiene los medios para comprarlos. Suelen esconderse, nunca se usan, se donan o regalan a amigos.
“Los artículos también pueden devolverse secretamente al lugar de donde fueron robados. Los impulsos por robar pueden ir y venir, o pueden producirse con mayor o menor intensidad a lo largo del tiempo. Las causas pueden ser problemas con una sustancia química cerebral (neurotransmisor) que se produce naturalmente llamada «serotonina». Trastornos de adicciones. El robo puede causar la liberación de dopamina (otro neurotransmisor) que provoca sentimientos placenteros”, explicó.
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