Mariano Mercado. Vaticano. Enviado especial Nación Media
Al menos 100 compatriotas participarán de la ceremonia de investidura al primer cardenal paraguayo, monseñor Adalberto Martínez, que se celebrará mañana sábado 27 de agosto a las 10:00 (hora paraguaya), ocasión en la que se inaugurará el consistorio público ordinario.
En esa ceremonia, el papa Francisco impondrá el birrete y el anillo cardenalicio a los nuevos cardenales, entre ellos, monseñor Adalberto Martínez. Posteriormente, los nuevos cardenales se dirigirán a la sala de audiencia pública, a fin de recibir el saludo de los fieles y autoridades presentes en el acto.
Uno de los paraguayos que se encuentran en Roma y que fue invitado por monseñor Martínez a la ceremonia es el intendente de Asunción, Óscar Rodríguez. En contacto con La Nación/Nación Media, el jefe comunal capitalino dijo que la designación del primer cardenal nacido en Paraguay es un “honor y un homenaje al pueblo paraguayo” por parte del papa Francisco, quien demuestra así “su inmenso cariño y valor hacia nuestra nación”.
Contó que monseñor Martínez es una persona con vocación de servicio real, con mucha humildad y que ello lo hace grande. “Siento un profundo cariño y admiración hacia nuestro cardenal. Porque considero que el Santo Padre vio en él un digno representante y reúne todos los méritos y estilo de vida, un hombre consagrado a su Iglesia”, remarcó Rodríguez.
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El jefe comunal dijo también sentirse muy identificado con él (monseñor Martínez), con quien tuvo el honor de trabajar muy de cerca en el Arzobispado de Asunción. Contó, como anécdota, que tienen una relación de amistad y cariño. “Me invitó a desayunar un día y él se levantó a servirme el café y le hice una broma diciéndole ‘Nda’ipóri mba’eve, cardenal la cheservía’”, se rió y me respondió, con su humildad característica, ‘el honor es mío’”, reveló.
En lo que respecta a Asunción, Rodríguez manifestó que tienen varios proyectos para los Bañados y los más desprotegidos. “Estamos trabajando con el cardenal y estamos seguros que con su activa participación y toda la Iglesia iremos potenciando ese trabajo en cooperación con el municipio, en beneficio de los más necesitados”, puntualizó el intendente.
Religiosa paraguaya en Roma
La hermana Salvadora Mercado Rotela, paraguaya que reside hace 7 años en Roma, relató a La Nación/Nación Media la emoción que siente por tan importante acontecimiento, como paraguaya y religiosa. “El nombramiento del primer cardenal paraguayo significa el amor inmenso y la estima que tiene papa Francisco hacia la Iglesia de Paraguay. Sobre su amor a los más pobres de nuestra patria”, remarcó.
Mercado es consejera general de la Consagración Hijas de la Misericordia en Roma y para ella, monseñor Adalberto Martínez es un pastor con olor a oveja, un hombre que en silencio, con prudencia y modestia, supo ser pastor del rebaño.
“Creo que Dios, a través del Santo Padre, fijó en él sus ojos por su humildad”, dijo al ser consultada sobre por qué creía que fue designado como cardenal paraguayo.
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Párroco de la parroquia San Jorge
“Significa una especial valoración del Santo Padre respecto a la misión de la Iglesia que peregrina en Paraguay”, dijo a La Nación/Nación Media, César Villagra Cantero, párroco de la parroquia San Jorge con sede en el Comando del Ejército Paraguayo y delegado del Administrador Apostólico del obispado de las FFAA y la Policía Nacional.
Para Cantero, no hay dudas de que se trata de un reconocimiento particular a la rica historia de evangelización y el acompañamiento de la Iglesia a los más débiles, que se ha concretado en una opción preferencial por los pobres. “La Iglesia en Paraguay ha caminado siempre con el pueblo en los momentos de gozo y de fatiga, de consuelo y esperanza, en las dos grandes guerras para vendar los corazones desgarrados y enjugar las lágrimas y penurias de quienes han sufrido y padecen injusticias y persecuciones”, remarcó.
El religioso explicó también que el nombramiento de un cardenal implica aprobar la acción pastoral de tantos pastores, obispos, presbíteros, diáconos y laicos, hombres y mujeres que han dado su vida por el Evangelio de Cristo.
Villagra relató que, en primer lugar, los cardenales integran el colegio cardenalicio que es un cuerpo consultivo del Santo Padre. Y, como miembros del colegio, el Santo Padre les puede integrar a cualquiera de los Dicasterios (que serían como “ministerios”) con el fin de ayudar al sucesor de Pedro en el gobierno de la Iglesia.
“Estos servicios se asignan sin perjuicio de sus funciones como arzobispos u obispos diocesanos o de la función que cumplen actualmente. A no ser de que el Papa lo traslade al Vaticano, si cree necesario, con el fin de presidir un dicasterio o la tarea que el obispo de Roma crea oportuna”, precisó el párroco.