Ciudad del Este. Agencia Regional.
La manifestación de un grupo de vecinos en contra del propietario de un inmueble donde se está haciendo la instalación de una antena de telefonía terminó en tragedia: el dueño de casa, molesto, terminó disparando contra el grupo y mató a dos personas. Ocurrió ayer a las 19:00 en el km 20 Acaray, barrio San Felipe, a unos mil metros de la ruta PY02, en el distrito de Minga Guazú.
De acuerdo al relato recogido por el personal policial de la Comisaría Octava del citado municipio, más de cien personas se estaban manifestando en el lugar en protesta por la construcción en un baldío para la instalación de una antena de telefonía celular. El predio es propiedad de Florentín Borja Segovia (51), quien al lado tiene su vivienda y la despensa San Pedro.
Los vecinos se manifestaban frente a la despensa con explosión de petardos sobre la casa cuando salió el dueño, muy ofuscado, a preguntar a los manifestantes quiénes se hacen responsables de dicha movilización, siendo respondido por los vecinos “todos somos responsables”. Es lo que explicó el comisario Juan López a La Nación-Nación Media.
Indicó además que a partir de esa respuesta de los vecinos se generó una discusión, luego Borja Segovia sacó un arma y disparó contra la gente, resultando dos heridos: Adriano Rojas Martínez (59) recibió un impacto en la pierna y fue auxiliado por bomberos de Minga Guazú hasta el Hospital Regional de Ciudad del Este, donde llegó ya sin vida; Daniel Martínez Barrios (53), quien recibió tres impactos de bala, fue auxiliado por su hija hasta el Hospital Distrital de Minga Guazú y también falleció.
Borja logró huir del lugar con ayuda de su yerno Édgar Jonás Ayala Rotela (24). Este fue aprehendido, pero el supuesto autor del doble homicidio sigue prófugo. Intervinieron la fiscal Carolina Rosa Gadea, de Ciudad del Este, quien ordenó la detención de Borja, y la médica forense Ramona García para la revisión de los cuerpos.
Huida con ayuda del yerno
El supuesto autor se dio a la fuga a bordo de una motocicleta marca Honda, chapa 65-AAGL Py, guiada por su yerno Édgar Ayala Rotela, quien minutos más tarde regresó a la casa de su suegra a bordo de una motocicleta. En ese momento, una turba de personas evitó que se proceda a la incautación de la moto por parte del personal policial, siendo quemada en la vía pública.
Los intervinientes procedieron a la aprehensión del mismo y tras una inspección corporal se encontró en su cintura un revolver lustre cromado, con mango de madera, sin marca visible, procedencia brasileña, calibre 38 mm, con seis cartuchos vivos, y un celular iPhone, que quedaron incautados. Según el comisario López, no es el arma utilizada para los disparos que cegaron la vida de los dos vecinos del barrio San Felipe.
Ayala Rotela dijo que llevó a su suegro hasta el km 19 lado Acaray a un templo denominado Trompeta de Dios, donde llegó el personal policial y ya no encontró al supuesto autor del doble homicidio.
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