La Fiscalía imputó a un joven identificado como Bruno Javier Cabrera, que habría estafado más de G. 260 millones a su novia, Jessica Soledad Cáceres Medina, por una casa que finalmente no fue construida y por la cual la mujer enviaba jugosas sumas de dinero desde Francia a la ciudad de Presidente Franco, Alto Paraná.
El ahora procesado mantenía una relación sentimental con la joven, quien trabajaba en ese momento en Francia. La relación fue creciendo con el transcurrir del tiempo hasta que el 10 de agosto de 2021 la mujer decidió comprar un inmueble el barrio Santa Inés de Franco.
La feliz pareja proyectó construir una vivienda y Cáceres comenzó a transferir desde Europa grandes sumas de dinero que se ganaba con un importante trabajo a través de reconocidos bancos de plaza para que Cabrera se hiciera cargo de la construcción. Al inicio todo iba bien, con un avance del 30 por ciento de la obra, hasta que a principios de este año Cabrera dejó de pagar al contratista, pese a que su novia realizaba los envíos de dinero en tiempo y forma.
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La víctima transfirió la suma de G. 263.000.000, pero la edificación quedó totalmente paralizada sin motivo aparente. Además, el encausado dejó de atender las llamadas y de responder los mensajes a su entonces pareja. Entonces, Cáceres dejó su trabajo y regresó al Paraguay con la intención de recuperar su dinero y finalizar la obra y el mal romance. A su llegada, lo que terminó fue su relación y además denunció a su ya exnovio por estafa.
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El fiscal Luis Trinidad imputó a Cabrera al considerar los diversos elementos de sospecha, como ser los informes de las entidades financieras, la declaración de la víctima y del contratista de obras, entre otros motivos. El joven goza de libertad ambulatoria mientras se aguarda el juicio por estafa.