Los casos de violencia, en su mayoría hacia mujeres, aumentaron significativamente en los últimos meses a nivel país. Según el Ministerio Público, en lo que va del año ya se registraron 29 feminicidios; además, registran más de 4.000 llamadas que reportaron situaciones de violencia. Teniendo en cuenta que la violencia se puede producir dentro y fuera del hogar, la interrogante es ¿Cuándo y en qué situaciones podemos intervenir y cómo ayudar a las personas agredidas?.

Este planteamiento surge ante la experiencia por la que atravesó una persona que presenció la agresión contra una mujer por parte de su pareja en un conocido supermercado, y comentó lo sucedido en su red social. Relató que escuchó la discusión, posteriormente la mujer pedía a su pareja que la soltara, al observar pudo comprobar que efectivamente el hombre la tomaba de las muñecas.

Intentó auxiliarla, pero al acercarse la misma reaccionó agresivamente defendiendo a su victimario. Ante esto, desde La Nación conversamos con la psicóloga clínica Sonia Fanego para saber más sobre qué medidas tomar ante un caso como este.

Teniendo en cuenta evidencias de casos de violencia en distintas facetas de la vida, la profesional manifestó que se puede catalogar como situación de violencia desde los golpes hasta los manoseos, aunque venga de parte de su pareja. “Se catalogan también como violencia los empujones, tirones de pelo, patadas, todos dentro de la violencia física. Los gritos, insultos, amenazas en violencia verbal y los manoseos, expresiones ofensivas de contenido sexual, violación como violencia sexual”, explicó Fanego en entrevista con La Nación.

Agregó que ante cualquier caso de violencia, la mejor forma de ayuda es contactando con las autoridades correspondientes y obtener alguna prueba como fotos o videos para que la acusación tenga más peso y no quede en la nada. “Intervenir, llamar a la Policía, alertar a las demás personas del lugar, filmar. Que tanto agresor como víctima sepan que notamos la situación de maltrato”, resaltó.

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Fanego dijo además que los casos en los que la víctima defiende finalmente a su agresor, como lo que sucedió con la persona que expuso la situación en la red social, se da muchas veces por miedo o dependencia de la mujer hacia el victimario. “La víctima defiende a su ofensor por miedo, ella probablemente es amenazada de muchas formas y de forma sistemática. Además, tiene la autoestima totalmente deteriorada, tiene miedo a que nadie la ayude realmente, teme a lo que va a pasar cuando llegue a casa y esté sola con su ofensor”, confirmó.

Es por eso que la profesional recomienda que las personas que presencian este tipo de actos violentos y en los que finalmente el victimario es defendido por la víctima no se haga caso omiso o tomarlo como una ofensa, si no que más bien se debería tomar más datos de la pareja y no dar el brazo a torcer en el primer intento de tratar de ayudar a la persona agredida.

“Si tenemos los datos o la Policía también intervino, hacer una denuncia en la comisaría para dejar constancia escrita del hecho. Intentar persuadir a la víctima diciendo, por ejemplo: yo sé que le tenés miedo, sé que te amenaza, tenés que animarte a denunciar porque esto es un delito. También si es posible dirigirse al ofensor y decirle que lo que está haciendo es penado por la ley”, aconsejó.

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La psicóloga clínica Sonia Fanego recordó que ante todo es responsabilidad de todos frenar este tipo de violencias e intervenir en casos de esta índole y siempre se debe brindar apoyo como acompañamiento a las víctimas en el proceso de denuncia. “Es nuestra responsabilidad intervenir para detener la situación de maltrato y también es nuestra responsabilidad hacer una denuncia formal. La violencia deja muchas secuelas en la víctima, que en la mayoría de las veces es la más juzgada, criticada y expuesta por la sociedad”, apuntó.

Por último, la profesional indicó que la violencia no se detiene de manera automática y que lamentablemente las víctimas “perdonan” a su agresor decenas de veces hasta decidir dejarlo en algún momento. “Debemos admitir que el sistema de apoyo no funciona, las denuncias no son tenidas en cuenta, muchos médicos no quieren hacer diagnósticos, los jueces demoran en actuar. En resumen, los estamentos encargados de hacer cumplir las leyes no actúan con la celeridad que se necesita e incluso a veces están ausentes. Queda mucho por hacer”, sentenció.

Ante cualquier caso de violencia hacia la mujer, las personas que son testigos pueden llamar al 137 o directamente al sistema 911. Tras la intervención pueden radicar la denuncia en la comisaría correspondiente llevando todo tipo de evidencias para certificar la violencia y que se pueda proteger a la víctima.

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