Según el Banco Mundial, el nivel en que se encuentra la educación en Paraguay es en el punto medio e incide directamente en la cantidad de días en la que se suspendieron las clases, con respecto a rendimiento educativo y a retroceso.
El informe del Banco Mundial muestra que Paraguay suspendió las clases en un 50%, es decir, un 50% presencial y otro 50% de manera virtual y muchos de los alumnos retrocedieron en el aprendizaje, y, en lugar de estar en un curso superior terminan yendo en el grado, por eso la inversión educativa en el tiempo lastimosamente es inservible.
La media de América Latina en educación es de 1.5, 1.8, incluso, los países que suspendieron por más tiempo las clases tuvieron una perdida de un año y ocho meses de escolaridad, mientras que en Paraguay la pérdida es de 1.5, lo que llevaría a que se perdió un año y medio de clases.
La gente que quiere conseguir una mejor salida laboral teniendo una inversión educativa prácticamente inservible se va a ver afectada a nivel productividad en un 12%, esto comparado con alguien que hoy en día asiste a la escuela con un bajo escenario intermedio.
El Banco Mundial midió el nivel de educación en varios países, entre ellos figura Paraguay que, según el nivel del informe analístico educativo, no se implementaron ni siquiera ninguna de las evaluaciones adicionales que corresponde llevar a cabo, y estas evaluaciones son de como funcionaban las clases de manera presencial y virtual en la época de la pandemia.
En Paraguay, durante el 2020, las tasas de deserción de niñas en el primer ciclo de enseñanza secundaria fueron 23% más altas que en el caso de los niños, esto se debe a que las niñas prestaban más atención a las clases, mientras que los niños no. Los subsidios para la familia de muy bajos recursos, específicamente, permitieron evitar que las niñas salgan a buscar trabajo.
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