El rector del santuario de Caacupé, padre José Benítez, habló del drama de los vendedores ambulantes que quieren permanecer con sus puestos de venta pese a una prohibición por ordenanza municipal que rige durante la festividad mariana. Lamentó el copamiento de las calles por parte de usuarios de las drogas, que exageran con los cobros por el estacionamiento vehicular en los alrededores de la basílica.

En diálogo con La Nación/Nación Media, el religioso comentó que pidió a las autoridades locales que se respete el espacio de culto y que se haga cumplir la resolución municipal que restringe la permanencia de los ambulantes en la explanada del santuario.

“Hay una zona declarada por resolución municipal como zona sacra. Esa resolución está vigente y con el paso de los años como que se tuvo una mano muy débil de parte de las instituciones y como que se va permitiendo. Entonces, la gente también ya empieza a avanzar y nuestra observación es en el día a día y más cuando es el novenario de Caacupé”, señaló.

El sacerdote exteriorizó su preocupación porque la gente se abalanzó y empezó a ocupar todos los espacios, tales como las veredas, e incluso la explanada durante la misa. “Ellos no tienen código y yo manifesté en cuatro reuniones que hemos tenido con todas las instituciones, que a mí me preocupa la presencia de vendedores, y sobre todo de niños. Aquí hay personas que envían a sus hijos y es todo un drama social”, indicó.

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Dijo que en cuatro reuniones mantenidas con representantes del Ministerio Público, la Policía Nacional y las autoridades locales, efectuó el reclamo pertinente. Manifestó que ahora inclusive se suma un nuevo rubro con la venta de sillas, con lo que se copan las puertas de acceso al templo y genera mucha incomodidad durante la celebración eucarística.

“Durante la misa veo desde arriba cómo se pasean los niños, los indígenas que ahora están llegando. Es decir, lo que yo hice, puntualmente de acuerdo con las autoridades municipales y de la Policía Nacional, fue recordarle a todos ellos que hay un reglamento, una ordenanza vigente y es lo que queremos que se respete al menos durante este novenario”, puntualizó.

El sacerdote Benítez expresó que otro tema que preocupa es la proliferación de cuidacoches usuarios de drogas. “Es un tema muy delicado. Yo dentro de la reunión también manifesté que, al ritmo en que vamos, ya las calles están copadas por esas personas jóvenes de mal aspecto. Es un tema social y la mayoría son adictos y no tienen código. A veces, gritan y maltratan a los que buscan estacionar o se pelean entre ellos”, refirió.

En este punto, el sacerdote afirmó que personalmente no está de acuerdo con el cobro por el aparcamiento. “¿Por qué tengo que cobrar a los peregrinos? Este es otro tema de fondo, acá todo es negocio”, lamentó.

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Insistió en la necesidad de que se haga cumplir la ordenanza municipal para garantizar un ambiente armonioso para los peregrinos, que en esta época se agolpan a profesar su religiosidad y honrar a la Virgen de Caacupé.

“Es lo que mínimamente podemos pedir, yo pido respeto al culto, porque la gente también se prepara para venir a Caacupé a participar, por ejemplo, de una celebración eucarística. Durante el novenario se organizan peregrinaciones, hacen polladas, torneos, para poder pagar su colectivo. Y vienen y acá al llegar ya se les cobra estacionamiento”, aseveró.

Los propios peregrinos manifiestan su disconformidad y sus quejas sobre esta problemática, según el rector del santuario. “No es que nosotros prohibimos, pero yo quiero que se respete el espacio del culto, donde se celebra la misa. Nosotros nos preparamos con todo para eso, ponemos todo lo mejor para una buena celebración y de repente que eso sea perturbada por la invasión de vendedores, entonces no tiene sentido”, finalizó.

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El obispo de Caacupé, monseñor Ricardo Valenzuela, aprovechó la misa para invitar a la ciudadanía a una gran maratón prevista para los días viernes 29 y sábado 30 de setiembre, a fin de recaudar fondos para ayudar a los seminaristas. El evento se desarrollará en la plaza Teniente Fariña, ubicada en las inmediaciones de la basílica.

“Nuestra diócesis hace una gran maratón solidaria por los seminaristas que tiene como lema: Que ningún seminarista quede fuera por falta de recursos económicos. Todas las diócesis están pasando por una situación un poco difícil en estos momentos”, señaló el prelado, al instar a la feligresía a apoyar la iniciativa.

Adelantó que el programa es “muy interesante” porque se prevé la participación de grupos musicales, bailarinas y poetas. “Va a haber de todo y va a estar muy interesante”, aseguró.

Así también, el religioso manifestó que habrá feria de comidas típicas, paellas y cosas dulces. “Y al otro lado van a haber stands de exposición de diversos tipos de plantas y flores, aquí de Cabañas, por la primavera. Y así también ferias de artesanía, en fin, es para entretenerse y colaborar con lo que va a ser esta gran campaña para ayudar al seminario. Recordemos que ningún seminarista, ningún joven, quede fuera por falta de recursos económicos. Les esperamos a quienes quieran colaborar”, insistió.

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Por otro lado, se informó de la venta de una rifa solidaria, cuya recaudación será destinada a apoyar económicamente a los estudiantes del Seminario Mayor Nacional del Paraguay. Las boletas se pueden adquirir en la secretaría de la basílica, frente a la capilla San Roque González de Santa Cruz en las santerías y en Tupãsy Ykua.

El costo es de G. 20.000 por cada cupón y cuenta con veinte premios, entre ellos tres autos, dos motocicletas y efectivos, además de aparatos celulares y varios otros objetos de valor.

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La Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP) invita a los comunicadores y periodistas católicos a participar de la 57ª Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales en la que se reflexionará sobre el poder de la comunicación para promover la paz. Será este domingo 21 de mayo en la Basílica de Caacupé.

Verónica Florentín, periodista de radio Cáritas, explicó que el evento está dirigido a trabajadores de prensa que deseen reflexionar sobre el poder de la comunicación “para construir puentes y promover la paz”. Dijo que será una oportunidad para compartir experiencias y aprender técnicas sobre cómo comunicar mejor “el mensaje de amor y esperanza que nos trae el Evangelio”.

A su vez, Catalino González, secretario de comunicación del Obispado de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional dio detalles del programa. Adelantó que la jornada arrancará con la celebración de una misa a las 07:00 a cargo de monseñor Amancio Benítez, obispo responsable de la Pastoral de Comunicación Nacional. Instó a participar del encuentro organizado por la CEP.

“Posterior a la misa se tendrá una serie de actividades en conmemoración de la edición número 57 de esta jornada mundial de las comunicaciones, en donde el Papa nos invita a hablar con el corazón, en la verdad y en el amor”, señaló.

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Afirmó que es un mensaje muy fuerte y contundente el que transmite Su Santidad, porque “sin comunicación, sin diálogo no hay paz, no hay concordia y mucho menos se vivirá en armonía”. “Y es a eso lo que nos invita el Papa: a dialogar y a comunicar sobre todo la palabra de vida, la palabra del Señor. Así que les esperamos el día domingo 21 de mayo en la Basílica Menor Nuestra Señora de los Milagros de Caacupé”, indicó. María José Centurión, vicepresidenta de Signis, también dio un mensaje en redes sociales a todos los comunicadores y periodistas católicos alentándolos a participar del coloquio.

“En Paraguay lo haremos en la Basílica de Caacupé en una eucaristía que se iniciará a las siete de la mañana. Posteriormente compartiremos unas reflexiones sobre el mensaje del papa Francisco para estas 57 jornadas mundiales de las comunicaciones sociales: comunicar con el corazón”, afirmó. Recordó que en el encuentro celebrado el año pasado la invitación del Pontífice estaba orientada a “escuchar con los oídos del corazón”, y el año anterior su mensaje era “ir y ver”, para involucrarse en la construcción de una sociedad más justa.

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Durante la homilía de la misa crismal que se realizó este Jueves Santo en la Catedral de Asunción, hicieron un llamado a los sacerdotes a estar unidos con el pueblo y no hacer oído sordo al clamor de los más necesitados. Recordaron que la Semana Santa es un tiempo para reflexionar sobre la vida que cada uno está llevando y cambiar ciertas actitudes negativas que se tienen en el vivir diario.

La misa crismal estuvo presidida por el cardenal Adalberto Martínez, quien pidió a los sacerdotes caminar juntos y en comunión con el pueblo, mostrar el don de servicio que debe tener cada uno. “Acerquémonos a los enfermos y los más necesitados, recemos por ellos. No siempre serán comprendidos ni valorados, pero cuentan con la promesa de Dios que no estarán solos”, manifestó.

Resaltó que tienen el apoyo incondicional de los demás sacerdotes y que deben crecer como profesional. “El señor nos dé la gracia para seguir adelante y no nos desanimemos, porque no nos anunciamos a nosotros mismos, si no que a Jesucristo el señor. No somos más que servidores por amor a Dios, que nuestro servicio se mantenga encendida como la llama viva de su espíritu”, expresó.

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Martínez explicó que Cristo fue ungido para la salvación de la humanidad con la gracias de Dios para liberar y salvar, del mismo modo que los sacerdotes fueron llamados para la consagración. “De ese mismo modo el Señor nos unge a la causa del reino de los cielos mediante la diaconía o servicio perseverante, la resistencia al mal y el auxilio oportuno al pobre y desamparado”, refirió.

Agregó que deben estar atentos al llamado de los pobres y que puedan escuchar el clamor de los mismos para ayudarlos mediante la caridad. “Socorrer a los pobres y estar cerca de ellos, hacer oídos sordos a ese clamor, porque somos los instrumentos de Dios para que sean escuchados. Nuestro trabajo se expresa en la triple tarea el anuncio de la palabra de Dios, celebración de los sacramentos y el servicio a la caridad”, confirmó.

Por último, indicó que hoy está muy vigente el desafío con el pueblo y que los religiosos están llamados para liderar en cada ciudad. “Este llamado tiene como centro el amor por los pequeños, por los necesitados, por marginados y descartados de la sociedad. Invoquemos la guía y dones del Espíritu Santo, que nos ungió, proclamemos a nuestro pueblo la gracia del señor”, puntualizó.

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