La cirugía bariátrica o baipás gástrico es un conjunto de procedimientos quirúrgicos que ayuda a manejar el sobrepeso y que consiste en la reducción de la capacidad del estómago y del intestino. Actualmente, este tipo de intervención se extendió a la parte del metabolismo debido a que las personas padecen de muchas enfermedades metabólicas.
En este sentido, el doctor Marcelo Ló, subespecialista en cirugía bariátrica y metabólica, en entrevista con “Maitei Paraguay”, de canal GEN-Nación Media, habló de quiénes son las personas aptas para acceder a esta cirugía, que es de muy bajo riesgo e incluso menor a la de una operación por apendicitis y actualmente se realiza en el Hospital de Clínicas.
“Para acceder a esta cirugía existen criterios que fueron designados en 1991 y luego fueron mejorados en 2018. Hoy en día, los pacientes tienen que tener un exceso de peso de por lo menos 15 a 30 kilos, tener varios intentos fallidos de pérdida de peso y portar algún tipo de enfermedad del síndrome metabólico”, explicó el doctor Ló al ser consultado sobre qué criterios se tienen en cuenta para que los pacientes sean candidatos a este procedimiento.
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Según el subespecialista, el procedimiento se desarrolla en tres grupos de trabajo: el restrictivo, en el que se trabaja solo con el estómago, que se trata de achicar y eso restringe la ingesta; el segundo es llamado hipoabsorción, en donde se trabaja solo con el intestino, disminuyendo la absorción; y el tercero sería el combinado, que sería el que se maneja como baipás gástrico que combina lo restrictivo del estómago y el absortivo del intestino delgado.
“El estómago está estipulado en promedio de entre un litro a un litro y medio, lo que nosotros hacemos en la reducción del estómago es achicarle en un 80%, pero no es solo cuestión mecánica de la reducción, sino que existe la parte hormonal y molecular de la cirugía donde nosotros podemos disminuir el 80% de la producción de las hormonas del apetito. Por eso, además de la parte mecánica, existe la parte hormonal de la cirugía”, explicó el médico al ser consultado sobre la capacidad del estómago y en qué consiste el procedimiento.
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Agregó que se trata de un tratamiento quirúrgico, pero que depende de la conducta de las personas que se sometieron a esta cirugía, ya que no solo se reduce el tamaño del estómago, sino también la capacidad. En este sentido, la conducta alimentaria debe adecuarse a la cirugía, porque ya el estómago no tiene capacidad de recibir la porción que anteriormente recibía.
“Cuando termina el proceso, queda aproximadamente entre 150 a 250 mililitros o gramos, esa es la nueva capacidad de su estómago. Entonces, los pacientes sí van a tener hambre, pero ya no un hambre voraz, por lo que cuando coman un poco ya sentirán saciedad. Entonces, en vez de comer tres veces al día, ahora tendrá que comer cuatro a cinco veces al día y darle entre las comidas importantes una colación, pero de forma saludable que no debe entenderse como un picoteo constante”, dijo.
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