El 8 de Julio se conmemora el Dia Mundial de la alergia. En la actualidad, los cuadros de alergias son muy frecuentes y su sintomatología clínica varía de paciente en paciente. Con el objetivo de educar a la ciudadanía en la prevención y en la búsqueda de tratamientos efectivos que beneficien la calidad de vida de las personas que la padecen, el Dr Jaime A. Guggiari (h), alergólogo e inmunólogo clínico, abordó detalles muy interesantes.

El Dr. Guggiari explica que la alergia es una enfermedad inmunológica muy frecuente que se produce posterior a la sensibilización (formación de anticuerpos IgE o respuesta tardía por Linfocitos) a una determinada sustancia, que pueden ser aero alérgenos (ácaros del polvo, epitelio de animales, pólenes, hongos, etc) así como alimentos, medicamentos, venenos de insectos, etc. Expresó que “hoy en día son consideradas como una verdadera epidemia silenciosa y se calcula que para el 2050 la mitad de la población mundial sufrirá algún tipo de enfermedad alérgica”.

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Una de las manifestaciones de alergia respiratoria más frecuente es la rinitis alérgica. Se caracteriza por cuadros de congestión nasal persistente, asociado a picazón de la nariz, garganta o inclusive el ojo, con crisis frecuentes de estornudos. Estos mismos síntomas se presentan en una infección viral por resfrío, por lo que el paciente frecuentemente lo confunde con una alergia o viceversa.

Sin embargo, existen algunas diferencias entre un cuadro y otro, como por ejemplo, la fiebre, propia de los cuadros virales y ausente en la rinitis. El cuadro viral se presenta en forma abrupta de un día para otro, sin embargo, en la rinitis alérgica perenne el paciente padece síntomas la mayor parte del tiempo, estos se presentan a primera hora del día y van mejorando espontáneamente en el transcurso de la mañana. Por supuesto, la consulta médica temprana y adecuada es la que finalmente podrá aclarar el cuadro en base a la historia clínica, el examen físico adecuado y la realización de estudios pertinentes.

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Guggiari afirma que los cuadros alérgicos más frecuentes en nuestro medio actualmente son la rinitis alérgica y el asma bronquial alérgica, sobre todo en niños escolares y adolescentes, asociados a sus diferentes complicaciones. En los niños pequeños, entre los 1-2 años de edad, se ha incrementado considerablemente las alergias alimentarias (proteínas de la leche de vaca, huevo, trigo, maíz, soja, camarón).

Sin embargo, desde un tiempo a esta parte también ha aumentado considerablemente la cantidad de pacientes, principalmente adultos, por cuadros de reacción alérgica a diferentes medicamentos, algunos de ellos inclusive por anafilaxia (reacción alérgica severa). La dermatitis atópica, y el eccema de contacto también constituyen una causa frecuente de consulta. “Más raramente observamos pacientes con patologías alérgicas raras como el angioedema hereditario, la mastocitosis, o la esofagitis eosinofílica, entre otros”, expresó.

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La valoración de los pacientes alérgicos se inicia con una historia clínica detallada, seguida de un examen físico minucioso y finalmente la realización de pruebas de alergia, con el fin de confirmar aquello que se sospecha por los antecedentes del paciente.

Las pruebas de alergia actualmente son varias, consisten en someter al paciente a un desafío o provocación con aquella sustancia que se sospecha que es la responsable de sus síntomas. Las pruebas pueden ser realizadas en la piel del paciente por puntura (prick test, Intra dérmica) o por contacto (patch test) así como la provocación oral controlada para alimentos o medicamentos. Para ello, se debe contar con una enfermería especializada en la realización de tales procedimientos, los cuales no están exento de riesgos, y se debe contar con todas las medidas de seguridad y entrenamiento adecuado, para la intervención adecuada en caso de reacciones graves, explicaba el Dr. Jaime Guggiari (h).

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El principal tratamiento en alergia constituye la evitación de la sustancia (alérgeno) responsable de generar los síntomas (alergia) en el paciente. Sin embargo, cuando la evitación es poco probable (ácaros del polvo estacionado), o existe alergia a un alimento importante en la dieta (leche, huevo) o cuando el paciente es alérgico a un determinado medicamento y no existe sustituto del mismo, se pasa a la desensibilización del paciente al alérgeno en cuestión.

Guggiari explica que la desensibilización o inmunoterapia puede realizarse de varias formas; en la actualidad se cuenta con protocolos de aplicación por vía oral, sub lingual, sub cutánea, intraganglionar, o endovenosa para la realización de los mismos. La elección de un método u otro depende de varios factores que tienen que ser discutidos entre el profesional y el paciente, a fin de lograr una buena adherencia al tratamiento.

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La principal urgencia en alergología constituye los cuadros de anafilaxia, que consisten en reacciones severas implicando síntomas agudos de ronchas, hinchazón de labios o lengua, falta de aire, desvanecimiento con pérdida del conocimiento, hipotensión e inclusive paro cardio respiratorio. En estos casos no se debe dudar en la aplicación inmediata de la adrenalina por vía intramuscular y la asistencia cardio respiratoria inmediata, así como el traslado lo antes posible a una unidad médica de urgencia, aseguró el Dr. Guggiari.

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Es muy importante consultar a tiempo para obtener un diagnóstico temprano, intervención médica adecuada y prevención de las complicaciones. El Dr. Guggiari (h) expresa que en los casos de pacientes alérgicos que ya tienen identificado el motivo de su alergia, es fundamental la adherencia (cumplimiento) del tratamiento indicado. En los casos de pacientes con antecedentes de anafilaxia, se debe contar con un plan de acción y entrenamiento para la aplicación rápida de adrenalina. En los casos de alergia por medicamentos, se recomienda que el paciente cuente con un identificador del mismo (collares, pulseras o documento oficial con firma del médico alergista) que detalle el nombre especifico de dicho medicamento.

Las enfermedades alérgicas desde hace varias décadas constituyen un problema de salud pública debido a su alta prevalencia, sus complicaciones y la afectación de la calidad de vida de estos pacientes. El diagnóstico y tratamiento adecuado, previene la aparición de las complicaciones, por ejemplo, que una rinitis alérgica no evolucione hacia el asma (prevención adecuada del asma alérgica), anafilaxia, etc.

El tratamiento de muchos pacientes alérgicos constituye verdaderos desafíos clínicos y en ocasiones quirúrgicos, comprometiendo el trabajo en equipo con todas las especialidades afines, puntualizó Guggiari, alergólogo e inmunólogo clínico.