Lourdes Servín, presidenta de la organización Ni un niño más, el fin de semana recibió la denuncia de una adolescente de 15 años que afirmaba ser víctima de prostitución en la zona de Ñu Po`i, en la ciudad de Itauguá, departamento Central.
Su propio padrastro era la persona que hacía de proxeneta y la forzaba a mantener relaciones sexuales con otras personas a cambio de dinero, manteniéndola bajo un régimen de sometimiento, según comentó a La Nación. Fue así como Servín decidió activar el protocolo para este tipo de casos, realizando la denuncia ante el Ministerio de la Niñez y la Adolescencia (Minna), la Fiscalía y la Policía Nacional, que la ayudaron a llegar hasta la vivienda en la que se encontraba esta joven.
Al llegar al lugar, lograron conversar tanto con la víctima como con su padrastro, quien reveló que su hijastra no tenía una cédula de identidad. Posteriormente, la llevaron al Hospital Nacional de Itauguá para verificar cuál era su estado de salud.
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Los resultados de los estudios constataron que la joven tenía lesiones en sus partes íntimas, lo cual terminó por confirmar que era sometida a vejámenes sexuales de manera forzada. A partir de ese momento, fue entregada a la Fiscalía para que a su vez pueda encargarse de hacer la entrega a su padre biológico, aunque -según el relato de la adolescente- éste la había abandonado cuando ella era bebé y por eso se había criado con su madre biológica y su padrastro.
El martes se concretó la entrega de la joven a su padre biológico, aunque horas después la misma volvió a quedar sola ya que, según comenta Servín, su progenitor la había dejado sola en un banco frente a la laguna de Itá, evidenciando así su desinterés por hacerse cargo de ella. La joven decidió ir hasta la Municipalidad de Itá para pedir prestado el teléfono celular del guardia, quien al ver la situación en la que se encontraba decidió dejarla descansar dentro del recinto para evitar que siga deambulando sola en la vía pública.
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Servín cuenta que ayer volvió a tener información de esta adolescente, quien le contó que habían querido propasarse con ella y por ello fue llevada hasta una comisaría en Yaguarón. Luego de eso, desconocidos nuevamente la trasladaron hasta otra ciudad que no llegó a mencionar. “En un momento, me enviaron un mensaje diciéndome que deje de buscarla porque si la busco la van a matar”, comentó la responsable de la ONG.
La fiscal Blanca Aquino fue informada sobre toda esta situación, aunque ya no llegó a responder ninguno de sus últimos mensajes, de acuerdo a lo que mencionó Servín. “Yo le hago responsable de lo que le pueda suceder a este chica porque no sé dónde está y con quien está”, expresó.
La responsable de Ni un niño más espera que desde el Ministerio Público tomen cartas en el asunto ante este grave hecho y que puedan trabajar para localizar a la menor que fue víctima de proxenetismo, teniendo en cuenta que no existe certeza sobre su estado actual ni sobre su paradero.