Se cumplió una semana del rescate del cachorro de yaguareté que había sido atropellado en el Chaco y que se encontraba en condición crítica debido a la fractura que sufrió y la deshidratación que presentaba. El animalito está mucho mejor, consume alimentos por sí mismo, según Holger Bergen, responsable del Refugio Silvestre Urutaú, ubicado en Filadelfia, departamento de Boquerón.
Tras conocerse el caso del cachorro lastimado, que en realidad es una hembra de menos de tres meses de edad rescatada por este centro de acogida de animales silvestres, Bergen contó a La Nación desde cuándo funciona el centro, cómo se financia y quiénes se encargan de cuidar con amor y paciencia a estos animales.
El Refugio Silvestre Urutaú fue fundado en el 2017, con el objetivo de proteger la naturaleza y ayudar a mantener la vida silvestre del Chaco paraguayo. Comenzó como un sueño de la familia Bergen y se convirtió en un centro que acoge a todo tipo de animales provenientes de distintos puntos del país, principalmente del Chaco.
Se trata del primer centro refugio privado reconocido por el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades). Urutaú se encuentra asentado en una propiedad de 20 hectáreas con pastizales y monte natural que reúne las condiciones óptimas para la actividad. En el lugar conviven cientos de animales, al menos 20 de cada especie.
“Ya se cumplieron más de 8 días que lo tenemos aquí, amaneció muy bien, comiendo incluso sola, porque los días anteriores comía con asistencia, pero hoy ella sola comenzó a lamer su pate que le estamos preparando. Cuando llegó estaba tan débil, deshidratada que ni alzaba su cabeza, estaba prácticamente en coma, acostada planchadísima estaba, le empezamos a alimentar ya no solamente suero”, relató Bergen a La Nación.
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Este refugio silvestre es la única organización paraguaya especializada en el rescate y recuperación de animales silvestres afectados por la acción del hombre, ya sea por el cambio del entorno ambiental (domesticados como mascotas) o por el tráfico ilegal de especies. Según Bergen, llevar a cabo las actividades que realizan es un reto diario porque al tratarse de una iniciativa privada, los gastos del refugio son cubiertos por la familia en su totalidad, si bien reciben ayuda esporádicamente los gastos son muchos.
“Tratamos de darle una segunda oportunidad a los animales, ya sea accidentados como en este caso, como también hay situaciones, como cuando la gente tiene animales silvestres de mascota y después ya no los pueden tener más y también los recibimos aquí y los readecuamos para volver a sacarlos a su hábitat natural, porque no se les puede liberar así nomas porque necesitan de un trabajo previo para que se acostumbren de vuelta”, explicó el responsable del refugio.
La idea del refugio es reformarlos para volverlos a liberar en su hábitat natural y estar en el lugar lo menos posible, pero por lo general hay unas 15 a 20 especies de cada animal rescatado o recibido en el lugar, ya sea de forma permanente o transitoria por alguna situación. Generalmente, los rescatados son animales heridos, se les hace la curación o tratamiento para que vuelvan a sus hogares naturales.
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“Hasta ahora cubrimos todos los costos con la familia, por eso lanzamos nuestra página web ahora donde pusimos formas por donde la gente puede donar para apoyarnos, pero hasta ahora nos manejamos así de forma privada. Invertimos entre 30 a 40 millones al mes, dependiendo también de la cantidad de animales que tenemos, que son gastos corrientes, después en la infraestructura es otra la inversión, porque se debe adecuar con espacios nuevos cada tanto”, manifestó Bergen.
Los responsables de Urutaú son el matrimonio Bergen, Holger es de profesión abogado y su esposa es profesional en Marketing, tienen dos hijos y todos cooperan en el cuidado de los animales silvestres, ninguno de ellos es veterinario, los mueve el amor a los animales y los conocimientos empíricos que van adquiriendo con cada experiencia. Tienen dos empleados permanentes y los visitan normalmente y hacen seguimiento a los animales enfermos dos veterinarios.
Gracias al esfuerzo y compromiso de todo el equipo a la fecha se ha logrado reinsertar con éxito una incontable cantidad de animales como diferentes especies de aves, yurumís, serpientes y felinos pequeños como Tirica. Un hito para el Refugio Silvestre fue ser partícipe de la reproducción de dos ejemplares de yaguareté a través de Sistema Nacional Ambiental (Sina), una hembra yaguareté que fue rescatada por Urutaú y donada al Refugio Faunístico Atingy de la Entidad Binacional Yacyretá.