Ciudad del Este. Agencia Regional.
En las unidades de salud del Instituto de Previsión Social de Alto Paraná habrían sido desvinculados unos 30 trabajadores de salud, entre personal de blanco y administrativos. En el Hospital Regional de Ciudad del Este son 19 afectados, en el hospital de Hernandarias son 5 y entre las unidades de Santa Rita y Minga Guazú habrían sido unos 30 los que quedaron fuera.
La desvinculación es por el término del contrato el 30 de junio y corresponde al grupo de personal contratado para la contingencia COVID-19, según el director del IPS de Ciudad del Este, doctor Pablo Ammatuna. Indicó que entre los 19 del hospital de la capital paranaense hay tres médicos, hay fisioterapeutas, personal de atención en ventanillas y también hay cinco del sector de lavandería.
Ammatuna dijo que ya pidió a la central la reposición inmediata o la contratación de nuevos personales por la necesidad urgente en las áreas afectadas. Sin embargo, según fuentes, la selección del personal al que no se le renovó el contrato sería por interés político electoral, teniendo en cuenta que las personas afectadas, supuestamente, no están apoyando a los candidatos colorados de Fuerza Republicana en Alto Paraná.
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En el caso de Hernandarias, la directora del Hospital del IPS, doctora Marcela Agüero Echeguren confirmó que son cinco los que ya no continúan, pero sostuvo que insistirá en la recontratación del personal de salud. Consultada por La Nación si es cierto que renunciará al cargo ante una negativa a la recontratación del personal afectado, dijo que es así porque, “no se puede dejar en vano este tipo de injusticias”. “Política cero en mi hospital! Soy de Hernandarias. Estoy y le debo a la salud de la gente, no veo colores”, expresó la médica al ser consultada si está trabajando en algún proyecto electoral.
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Debe diferenciarse la acción política del simple y pernicioso electoralismo
La política es una actividad permanente, consecuente y públicamente asumida. No es un entretenimiento de fines de semana o una ocupación para cubrir los espacios que deja el ocio o el deleite. O una aventura o contingencia para probar fortuna en el ejercicio democrático de dirimir las diferencias por el camino de las urnas. Hacemos esta introducción porque algunos, una vez alcanzados por el desencanto electoral, vuelven al lugar de donde salieron sin ánimo de continuar la lucha.
Abrumados por la decepción en el primer intento, quedan desnudados en su falta de vocación para conquistar el poder. La frustración por el traspiés y la soberbia para no aceptar la derrota ante aquellos que eran considerados “intelectual y moralmente inferiores” los conminan al abandono del ruedo de las disputas por el favor ciudadano y retornan a su hábitat anterior y sus negocios cotidianos. Aquí cabe una necesaria disgregación: no siempre es el bien común el que motiva a ciertos dirigentes para continuar en la brega, sino su incontenible cuan insaciable ambición de lucrar a costas del Estado, como un estilo constante del buen vivir basado en la inmoralidad y la corrupción. Es por ello que es preciso diferenciar a los verdaderos líderes que apuestan al bienestar colectivo y los presupuestívoros que solo anhelan utilizar los recursos públicos para provecho propio, de sus familiares y, a veces, de su círculo más íntimo. Son los que se hacen llamar los “profesionales de la política”, cuando que, a la luz de los hechos, solo son profesionales del latrocinio y dueños de una compulsiva angurria. Efectuada la aclaración, sigamos adelante.
El presidente de la Junta de Gobierno de la Asociación Nacional Republicana y exmandatario, Horacio Cartes, afirmó este último fin de semana: “Como nunca estoy convencido de que ya no es hora de hablar de movimientos, ahora todo es coloradismo, más nada”. De las palabras del líder de la agrupación interna Honor Colorado inferimos que, lejos de inducir a un quietismo político, estaba reclamando a la clase dirigente que no recurra a un prematuro electoralismo –moverse únicamente por razones electorales– y que pueda obstaculizar la gestión del presidente Santiago Peña. La dirigencia de base, estando su fracción en el poder o en el llano, tradicionalmente se caracterizó por constituirse en un agente comunitario o nexo entre sus conciudadanos –sin considerar su afiliación– y las autoridades de turno. No todos, obviamente, porque no son pocos los que solo miran a la política como una escalera de ascensión económica y no como una vocación de servicio, exigiendo cargos acordes a su investidura partidaria. Estos, definitivamente, nunca entendieron el sentido y la trascendencia de esta actividad envolvente fundamentada en un valor ético insustituible: la búsqueda incesante del bien común o, en términos más sencillos, una vida más digna para todos a partir del modelo humanista y cristiano de la justicia social. O lo entendieron y prefirieron el atajo de la ilicitud y el enriquecimiento fácil, deshonrando los cargos que les fueron conferidos por la voluntad popular dentro del partido.
Es bueno, por tanto, a la luz de lo explicado en líneas precedentes, diferenciar la política como actividad permanente y el simple y precipitado electoralismo que tiene como único propósito acceder al poder y nunca el bienestar general y el progreso del país. No tienen más intereses que el poder –repetimos– porque el poder trae consigo intereses que son groseramente manipulados para rodearse de privilegios, prebendas y canonjías, mientras el pueblo se hunde en el desamparo, el atraso y la pobreza, con los consecuentes déficits en salud, educación, empleo, infraestructura y seguridad.
Al presidente de la República, Santiago Peña, ni siquiera le dieron el beneficio de los cien días, al contrario, desde los cien días anteriores a que asuma el cargo ya intentaron acorralarlo con furibundas críticas, muchas de ellas totalmente infundadas, uniéndose en esta campaña sus adversarios políticos –internos y externos– y los medios de comunicación que se confabularon con su silencio cómplice ante la corrupción del anterior gobierno. De ahí que el pedido del titular de la Junta de Gobierno del Partido Colorado adquiere relevancias que van desde la necesaria gobernabilidad –factor imprescindible para la inversión social y el desarrollo económico inclusivo y sostenible– hasta las chances mejoradas de cara a las próximas elecciones, tanto municipales como nacionales, pasando por la ansiada paz social y la reafirmación de la institucionalidad democrática. Es, en este contexto, que interpretamos el único y real sentido del mensaje que el presidente del mencionado partido envió a sus correligionarios de las diferentes facciones internas: un electoralismo en pausa para gobernar en provecho de toda la población.
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Las complejidades de un electoralismo anticipado
- Por Aníbal Saucedo Rodas
- Periodista, docente y político
Mario Abdo Benítez fue incapaz de demostrar liderazgo estando en el poder, mucho menos lo hará en la llanura para reagrupar las dispersas y diezmadas tropas de la oposición interna del Partido Colorado. Naturalmente, tiene la libertad para intentarlo. El primero en saltar del barco, honrando la tradición de los roedores de dos patas, fue Nicanor Duarte Frutos, quien inmediatamente empezó a descalificar a sus antiguos compañeros mientras lanzaba salivazos de elogios a quienes ayer nomás eran el blanco de las imprecaciones y diatribas proferidas por su inestable personalidad. Su historial de largas traiciones a todos quienes alguna vez le pasaron la mano o le concedieron altos cargos se cumplía puntualmente en su desenfrenada ambición de subirse, aunque sea en la estribera, al carro de los vencedores. Pero no para servir a la nación, sino para servirse de ella, como lo ha venido haciendo desde hace más de treinta años con “patriótica” unción. Hasta ahora, su acercamiento a Santiago Peña y Horacio Cartes solo sirvió fue para que ambos ahorraran agua a la hora de lavar sus calcetines.
El devenido al triste papel de “mariscal de la derrota” no necesita que nadie le impugne; se impugna a sí mismo, por rastrero, abyecto, corrupto y cínico, que en público proclama valores, como la familia, que se pasa por el traste en la clandestinidad, aunque igual es descubierto. Nada es oculto para siempre. El abanderado de los argumentos ad hominem, en el concepto que él lo utiliza, –tembiguái, loro borracho, jefe del crimen organizado, financista del terrorismo internacional, acaparador de empanadas, político devaluado, candidato mba’ysyvo (metáfora utilizada para señalar a alguien que solo puede salir alrededor de su casa)– ahora trata de refutarlos con falacias, para defenderse a sí mismo de sus invertebradas posiciones. Las palabras adquieren consistencia cuando están fundadas en testimonios de conductas éticas. No es el caso. El meme Nicadrón, tarde o temprano, tendrá que responder ante la Justicia por su descomunal cuan vergonzoso robo en la Entidad Binacional Yacyretá (EBY), asentado y documentado en una auditoría externa ordenada por la propia hidroeléctrica. Entidad a la que, durante cinco años, convirtió en un lugar de latrocinio y regocijos pasionales. No se pueden ignorar convenientemente estos crímenes en contra del patrimonio nacional para sentarse a “debatir” sus ideas. Que tampoco son originales ni creativas, sino refritos de otras ajenas. En síntesis, Nicanor no vive para la política, es decir, para hacer el bien. Vive de los espurios privilegios de la política para aumentar su malhabida fortuna. Es la mejor bota que le calza.
El que ha asegurado su retorno a la arena política, así lo confirmaron sus amigos más íntimos, es el exvicepresidente de la República y excandidato a la Presidencia Hugo Velázquez, obligado a descabalgar aquel 12 de agosto de 2022 a raíz del informe del Departamento de Estado de los Estados Unidos. El cumpleaños –con ribetes políticos– del diputado por el departamento de Misiones, Carlos Arrechea, fue la ocasión propicia para el reentré en cartelera. Fue a finales de febrero de este año. Apenas unos días después, un juez de Garantías dio lugar a la desestimación de la denuncia en su contra por “soborno agravado”, citado por el Departamento de Estado como “participación en corrupción significativa”.
Aunque Arnoldo Wiens, quien tomó la posta a mitad del río para reemplazar a Hugo Velázquez, volvió al periodismo, sus aspiraciones políticas, al parecer, no han desaparecido. Mantenerse en la atención ciudadana es su propósito bien claro. Así que en los primeros días de abril lanzó su libro “Tras 245 años emerge la Perla del Sur: Defensa Costera de Pilar”, acto que tuvo lugar en la Universidad Nacional de la capital del departamento de Ñeembucú. Y Wiens, hay que subrayarlo, una vez que Peña ganó las internas, fue el que le acompañó asiduamente en todos sus recorridos en calidad de orador, pidiendo votos para el candidato de la Asociación Nacional Republicana. Así que, en caso de Abdo Benítez reaparezca para articular un movimiento interno, no deberá descartarse que su exministro de Obras Públicas también vuelva a ser su candidato presidencial.
En tiempos electorales es prácticamente un hecho que se formarán movimientos disidentes a Honor Colorado. Fuerza Republicana ha perdido vigor y militantes. Lo más probable es que se armen dos equipos diferentes con proyecciones serias. No hay que olvidar, ya lo escribí varias veces, que Velázquez nunca fue el candidato de Mario Abdo. Pero su vicepresidente le ganó de mano mediante una tempranera campaña que tomó de sorpresa a todo el gobierno de entonces. Fue el 23 de junio de 2021, cuando anunció su intención sin posibilidades de retroceso. Con la táctica del hecho consumado no hubo más remedio que aceptar lo actuado. La opción para abrir otro frente era condenarse al suicidio. No pasó tal cosa. El desenlace es conocido por todos, con la abierta injerencia de los Estados Unidos.
El más decidido a retornar al ruedo es el Toro Velázquez. Quiere ser el primer presidente de seccional que llega a la Presidencia de la República. Por lo general, este tipo de movimientos empiezan a gestarse a mitad del mandato presidencial. No obstante, la acción política se caracteriza por ser permanente. Sin embargo, en su amplia complejidad criolla, la anticipación al calendario electoral podría representar serios obstáculos para las urgencias del país gestionadas desde el Poder Ejecutivo. Esto es como una deliberada obstrucción que apunte a su fracaso. Si el panorama fuera ese, obligará a Santiago Peña a perfeccionar sus mecanismos de negociación, obviamente, sin que ello implique volver a las viejas prácticas del clientelismo extorsivo. Para los gobiernos colorados, el peor enemigo siempre está adentro. Brillante oportunidad para que el presidente confirme su vocación de estadista. Buen provecho.
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El electoralismo irresponsable puede desequilibrar las finanzas públicas
La campaña electoralista exagerada propiciada por el Gobierno y sus seguidores de las internas del Partido Colorado ha puesto en guardia a diversos sectores del país. La principal amenaza es que pueda afectar el equilibrio de las finanzas públicas por las decisiones que tome ese sector y los riesgos que pueden implicar si se aumentan desmesuradamente los gastos sin la contraparte de ingresos. Eso se nota perfectamente ahora que se prepara el presupuesto general para el 2023 que es un año electoral, en que el oficialismo quiere más recursos económicos para asegurar su continuidad.
A eso se debe la intranquilidad de los principales sectores de la economía, que temen que ocurra un desmadre financiero y el déficit fiscal, que todavía no se ha podido reducir, llegue a niveles muy altos con el aumento incontenible de los gastos. Esto ocasionará indefectiblemente la necesidad de aumentar los impuestos porque no habrá otra manera de hacer frente al crecimiento descomunal de las erogaciones sin límites. Por eso existe entre los analistas de la economía el fundado recelo de que el próximo gobierno se vea en la necesidad extrema de recurrir a más cargas impositivas para los contribuyentes, que podrían ser nuevos tributos o aumentos en las tasas de los ya existentes.
Algunos observadores económicos van más allá y están seguros de que la administración gubernamental que venga no tendrá más remedio que recurrir los incrementos impositivos, ya que no podrá endeudarse por encima de ciertos niveles para hacer frente a los mayores gastos que se vislumbran. Porque se trata de algo lógico: Si va a gastar más tiene que lograr más ingresos de cualquier manera, y eso podrá hacerse solo con nuevas cargas impositivas, ya que el Estado no tiene capacidad de recortar sus gastos. Todo lo contrario.
Esta incertidumbre provoca la intranquilidad que manifiestan varios sectores empresariales por la situación actual y que la han hecho saber al Gobierno para que tome medidas. Por eso en la reciente reunión que mantuvieron con los exponentes del Poder Ejecutivo en el Palacio de López los hombres de negocio expresaron al Presidente y sus ministros la preocupación que tienen con relación a una serie de proyectos de leyes y pedidos de aumentos en el presupuesto estatal en pleno período electoral. El presidente de la Unión Industrial Paraguaya (UIP), Enrique Duarte, señaló luego a la prensa que es necesario que “los líderes políticos que están en campaña entiendan que es importante buscar votos, pero que es más importante preservar el futuro”, alejando a la economía del electoralismo.
En dicha ocasión, algunos exponentes del Poder Ejecutivo señalaron que el Paraguay está ante “la oportunidad histórica de ser calificado como un país con grado de inversión, lo que traería más inversión y desarrollo en el país, por lo que es importante mantener la política fiscal estable”. Lo cual sería muy positivo, una razón más para que los políticos del oficialismo no recurran a más aumentos de gastos corrientes en el proyecto de presupuesto para el año entrante, como lo están haciendo en el Congreso.
El directivo de los industriales resaltó que los empresarios vienen manifestando la preocupación que les causa la serie de proyectos de leyes y pedidos de aumento de presupuesto en época electoral. “Estas son medidas que podrían alejarnos del grado de inversión y de la generación de empleos. Tenemos un bono demográfico joven muy grande. Este tipo de proyectos va en contra de la generación de empleos”, enfatizó.
El ex ministro de Hacienda César Barreto expresó que el presupuesto estatal va sufriendo golpes, “y estamos sobre la cornisa buscando un equilibro fiscal, que es la base de la macroeconomía. Tenemos oportunidad de mejorar y de buscar el grado de inversión y esto afecta a la posibilidad de que haya más inversiones y trabajos”.
No es bueno para la salud económica del país que los sectores políticos utilicen las finanzas públicas para sus propósitos electoralistas de facción. Porque los intereses de toda la nación paraguaya están en primer lugar y por encima de cualquier conveniencia sectorial. Los que no lo entiendan así no merecen la confianza pública y no deberían buscar el voto de los ciudadanos. Porque son un peligro para la nación.
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Accidente de transporte escolar deja ocho niños heridos en Hernandarias
Ciudad del Este. Agencia Regional.
A las 11:42 de esta mañana se produjo un accidente que involucró a un transporte escolar y varios alumnos que estaban yendo a sus respectivas casas resultaron con serias lesiones, pero están fuera de peligro y en condiciones estables, de acuerdo al reporte médico.
Ocurrió sobre la calle Parapití del barrio San Lorenzo de Hernandarias, cuando un minibús que operaba como transporte escolar, de la marca Toyota, modelo Hiace, aparentemente sufrió un desperfecto mecánico, el mismo estaba siendo conducido por Antonino Leguizamón, quien también resultó con lesiones, según el reporte de la Comisaría 5ta.
El transporte trasladaba a siete alumnos de diferentes centros educativos, quienes fueron derivados al Hospital Distrital de Hernandarias, al hospital del IPS de la misma ciudad y también al Hospital Tesãi de Ciudad del Este, según informó la médica de guardia Nathalia Cardozo. El conductor permanece en el hospital de Hernandarias. Dos escolares continúan en el hospital distrital en condiciones estables, según Cardozo.
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Por su parte, la doctora Marcela Agüero, directora del IPS de Hernandarias, informó que tres niñas de entre 8 y 10 años se encuentran en el citado centro médico en condiciones estables y con posibilidades de ser dadas de alta mañana. No obstante, mencionó que una niña de 12 años con doble fractura fue llevada al Centro de Emergencias del Hospital Regional de Ciudad del Este y un niño de 13 años con traumatismo de cráneo fue llevado al Hospital del Área 2 de Tesãi.
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