Esta madrugada, una vez más en el Hospital Regional de Concepción fueron víctimas de los delincuentes, situación que se está saliendo de las manos de las autoridades. Esta vez un hombre intentó hurtar la farmacia del citado centro asistencial, pero fue descubierto y se dio a la fuga. Cabe destacar que los funcionarios y pacientes son víctimas constantes de la inseguridad.

Según la única testigo del hecho, Emilia Peña, funcionaria del área de esterilización del hospital, se percató de la presencia de un joven desconocido que ingresó al interior de la farmacia. “Era un hombre con campera negra y pantalón azul con una capucha y no tenía tapabocas, ingresó en el interior de la farmacia tras forzar la puerta, fue cuando comencé a gritarle”, dijo en entrevista con el corresponsal del grupo Nación Media Ángel Flecha.

Indicó que el delincuente llegó hasta la sala de espera y pretendía abrir la puerta principal de la farmacia, aparentemente, para apoderarse de los medicamentos, que son los objetos de valor que se encuentran en el interior. “Le grité que salga bien nomás porque ya le vi y me miró por el vidrio de la farmacia, pero no me hizo caso”, explicó.

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Afirmó que el hombre estuvo en el interior de la farmacia por media hora y que en un momento dado se sentó, pero luego tomó su mochila para correr por uno de los pasillos. “Intentó abrir la puerta donde estaban los medicamentos, pero no se llevó nada. Solo me miró y se dio a la fuga, ocurrió cerca de las 5:30 de hoy”, confirmó.

Peña indicó que el hombre que intentó hurtar los medicamentos es una persona alta, de complexión rellena y de cutis morena. “Es la primera vez que le veo, no sé si ya había recorrido antes la zona. Pero son varios los delincuentes que suelen merodear por el hospital y más en hora de la madrugada. La verdad que sentí un poco de miedo, pero me armé de coraje para ahuyentar al ladrón”, expresó.

En el Hospital Regional de Concepción constantemente se denuncian casos de robo o hurto y las víctimas siempre son los profesionales de la salud, funcionarios o parientes de los pacientes internados. Se llevan dinero, celulares, computadoras, insumos e incluso motocicletas; en los últimos meses aumentó la custodia policial, pero lamentablemente no es suficiente.

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