La Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica, o más conocida como EPOC, es una enfermedad crónica, progresiva, causada principalmente por el consumo del humo del tabaco y en menor medida por otras causas como el estar en contacto de humo doméstico, o sea todo lo que se utiliza para cocinar o calentar la casa de manera prolongada.

Debido al gran aumento de la misma, desde organismos internacionales de la salud decidieron conmemorar cada tercer miércoles de noviembre de cada año el Día Mundial de la EPOC con el objetivo de concientizar a pacientes, usuarios, familiares y población en general sobre la enfermedad para poder combatirla.

Enmarcados en esta fecha, desde la Cátedra y Servicio de Neumología de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Asunción, como hospital escuela y formadores pioneros en la especialidad arranca una campaña que irá hasta el 30 noviembre. Consiste en exonerar hasta un 75% los aranceles de los estudios de funcionalidad respiratoria a todo paciente fumador o no que tenga sintomatología respiratoria que acuda a consultar a la cátedra y se realice el estudio.

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“Cómo es una enfermedad crónica sistémica de origen pulmonar no solamente afecta a los pulmones, sino que también tiene afectaciones cardiovasculares, cerebrales y en los riñones con la progresión de la enfermedad”, indicó el doctor Sergio Aquino Forneron, profesor titular y jefe de Cátedra y Servicio de Neumología, en conversación exclusiva con La Nación/Nación Media.

Explicó que tanto en Paraguay como en Colombia, se cuenta con un importante registro de mujeres que sufren de EPOC sin nunca haber fumado. Esto se da debido a la exposición prolongada al humo hogareño producido por las cocinas a combustión como leña o carbón. También resaltó que gracias al consumo en proporción casi igualitaria del cigarrillo tanto en hombres como en mujeres, los casos de EPOC también han aumentado para el sector femenino.

“Se empieza a ver EPOC generalmente a partir de los 40 años, pero desde hace como 10 a 15 años se reporta el llamado EPOC joven y se da en menores de 40. Las dos causas principales son el tabaco y el humo hogareño, por lo que se recomienda a las personas que tienen síntomas como chillidos de pecho, tos, catarro y dificultad para respirar que se realicen los controles”, destacó el doctor Aquino.

Remarcó, además, que esta es una enfermedad completamente prevenible, ya que evitando la exposición al humo casero y el consumo de tabaco una persona no sufre de la misa. Así también destacó que si es detectado en una fase temprana se puede controlar con un tratamiento, evitando que la condición sea irreversible por la pérdida de volumen pulmonar que se da con el avance de la patología.

• La Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica, o más conocida como EPOC, es una enfermedad crónica, progresiva.
• Es causada principalmente por el consumo del humo del tabaco y en menor medida por otras causas como el estar en contacto de humo doméstico de manera prolongada.
• Se empieza a ver EPOC generalmente a partir de los 40 años, pero desde hace como 10 a 15 años se reporta el llamado EPOC joven y se da en menores de 40.
• Esta es una enfermedad completamente prevenible, ya que, evitando la exposición al humo casero y el consumo de tabaco, una persona no sufre de la misma.

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El departamento de Anestesiología, Reanimación y Dolor en conjunto con el departamento de Neurocirugía de la Facultad de Ciencias Médicas UNA, Hospital de Clínicas, anuncian la apertura del consultorio especializado en el tratamiento del dolor crónico refractario, extendiendo así la atención a dos veces por semana, del Consultorio Multidisciplinario de Dolor.

El innovador consultorio a cargo del Dr. Joel Sanabria, neurocirujano funcional especializado en Brasil, está diseñado para ofrecer una atención integral a pacientes que sufren de diversas condiciones dolorosas.

El consultorio se enfocará en el tratamiento de patologías como dolor de columna, cefaleas, dolor articular, dolor post-trauma, dolor oncológico, neuralgias, entre otras. Las consultas estarán disponibles los días viernes y se realizarán exclusivamente por derivación médica, asegurando así un abordaje colaborativo y eficaz.

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Al respecto, el Dr. Joel Sanabria, dijo que el enfoque multidisciplinario permitirá la incorporación progresiva de diversas especialidades, incluyendo anestesiología, neurocirugía, kinesiología, neurología, reumatología, odontología, psicología y otros profesionales interesados en el área del dolor crónico.

“Invitamos a la comunidad médica a referir a pacientes que padezcan dolor persistente para recibir la atención que merecen”, señaló el neurocirujano.

Los turnos se pueden solicitar vía WhatsApp al 0962-334212, especificando que es para el Consultorio de Dolor. Las atenciones se realizan en la Torre de consultorios los días miércoles, de 8:00 a 12:00 para el tratamiento de dolor postoperatorio. Y los viernes de 9:00 a 11:30 para el tratamiento del dolor crónico refractario.

El Hospital de Clínicas es el único centro asistencial del sector público, en brindar este tipo de tratamiento innovador a sus pacientes.

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Muchos pacientes acuden al Hospital de Clínicas para consultar por problemas de cervicobraquialgias o patologías propias del hombro, que podría ser una tendinopatía del manguito rotador. Normalmente acuden por dolor, síntoma principal y de mayor frecuencia.

La carrera de kinesiología y fisioterapia de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Asunción (FCMUNA), Hospital de Clínicas, a través de su departamento de Rehabilitación de Lesiones Musculoesqueléticas brinda a los pacientes un plan de tratamiento para la recuperación kinésica, de acuerdo a la patología que presentan.

La Lic. Diana Cristaldo, docente kinesióloga del área, afirma que los pacientes son evaluados por los profesionales del área , en base a dicha evaluación se realiza un diagnóstico kinésico y se dispone el plan de tratamiento.

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El tratamiento se da de manera progresiva, iniciando con ejercicios básicos y cuidando siempre que no avive más el dolor y de acuerdo a la evolución que se da en cada paciente se va progresando. “Nosotros le mostramos al paciente, le corregimos si hace falta y luego llevan un plan de ejercicios para la casa”, sostiene la profesional.

Los residentes de esta carrera acompañan el proceso de recuperación de cada paciente, asistidos siempre por el instructor. Se cuenta con cuatro residentes cada año, dos del primer año y dos del segundo, que rotan por los cuatro departamentos troncales de la carrera y son: rehabilitación de lesiones musculoesqueléticas, rehabilitación cardio respiratoria, neuro rehabilitación y rehabilitación traumatológica. Al culminar los dos años de residencia egresan con el título de especialista en kinesiología general.

Para el agendamiento, los pacientes deben tener una indicación médica previa o derivación, estudios complementarios y solicitar el turno en la secretaría del departamento de kinesiología y fisioterapia, de 7:00 a 13:00, de lunes a viernes.

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Ciudad del Este. Agencia Regional.

dollygaleano@gmail.com

Sufrió un terrible accidente que lo dejó con solo una pierna, pero sus sueños fueron más fuertes y la adversidad no impidió cumplirlos. Culminó la carrera de licenciatura en fisioterapia y kinesiología y trabaja desde hace 12 años siendo un destacado profesional de salud, mediante postgrados de especialización.

Se trata de Adán Justino Ramírez Arrúa, de 35 años, quien tampoco dejó de perseguir sus sueños de bucear, esquiar en la nieve y hasta saltar en paracaídas. El cariño y la solidaridad de mucha gente fue fundamental para sobrellevar y superar su accidente, según compartió con La Nación/Nación Media.

Es de la ciudad de Pilar, departamento de Ñeembucú y se trasladó a Ciudad del Este para trabajar y estudiar. Se encontraba en la última etapa de su carrera cuando, aquel 11 de noviembre del 2011 sufrió un accidente en motocicleta (le chocó un vehículo que circulaba sin luz) en el Área 5 de Presidente Franco.

“En ese mismo momento, viendo mi pierna destrozada, lo único que quería es que un camión me pase encima. Así pensé en ese instante. Pasaron los minutos, las horas y ese sentimiento dio un giro radical”, relató el licenciado Adán Justino sobre lo que fue ese trance.

Mencionó que, cambió totalmente su óptica al ver tanta gente apoyándole. “Tanta gente que estuvo allí conmigo (en el hospital), ayudó a reponerme. Me di cuenta de que algo estaba haciendo bien en esta vida”. Indicó que todo eso le dio mucha motivación para seguir adelante, además de pensar en sus padres.

“Siempre escuchamos decir que en los buenos momentos aparecen muchos y en los malos no, pero puedo decir que en mi caso no fue así. Aparecieron muchísimas personas, compañeros de trabajo, compañeros de facultad, desde Pilar sentí el apoyo de vecinos, de los directivos del colegio, amigos de fútbol y de la vida”, expresó el fisioterapeuta.

Agregó que el apoyo de la familia fue fundamental y “todo eso hizo que pueda seguir con mi vida, con mis planes”.

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Ramírez Arrúa contó que se accidentó un jueves, en plena etapa de exámenes en la carrera de licenciatura en fisioterapia y kinesiología. No obstante, los docentes se prestaron para hacerlo rendir en el hospital dos materias, mientras que el resto ya lo pudo hacer en la Facultad.

“Esos actos uno no olvida, fue un gran gesto porque yo no quería perder el año, quería graduarme y les estaré agradecido de por vida. Concluí al año siguiente la carrera”, refirió el kinesiólogo, quien consideró que el no dejarse abatir y tener en cuenta tanto apoyo, le hizo seguir adelante porque, “capaz que si seguía deprimido renunciaba a la Facultad”.

Utilizar lo sucedido para inculcar y motivar a pacientes

Ante la consulta sobre los obstáculos más complicados que debió enfrentar, Adán Ramírez dijo, “lo que tuve fue motivación, trato de superarme cada día, algo que inculco mucho a mis alumnos y mis pacientes es ver siempre el vaso semilleno y no semivacío, lo que a mí me pasó trato de mostrarles como motivación”.

“Me encanta el trabajo de rehabilitación, esto que me pasó trato de utilizar para bien. Si aparecen adversidades, está en nosotros poder superarnos, que el obstáculo sea más bien un impulso y poder vencerlos día a día; no es fácil, la vida no es fácil, teniendo piernas y brazos no es fácil y con uno menos tampoco, pero está en nosotros avanzar”, manifestó el profesional.

Reconoce que muchas veces, sus pacientes ven que “si yo puedo, por qué ellos no van a poder”. Dejó claro, “no quiero que la gente me tenga lástima, quiero que la gente se motive”.

“Tengo pacientes que me dio la profesión, pero que más bien son familia, una rutina de vernos durante muchos años y a uno le hacen sentir como parte de su familia. Es lo más hermoso que un profesional puede tener, que su paciente le tenga cariño”, dijo Ramírez Arrúa.

En cuanto a los sueños que cumplió, Adán Ramírez contó que obtener el título fue el primero, pero fue sin la presencia de su padre, a quien había perdido cuatro meses después de su accidente. En ese momento de la charla, Adán se quebró y luego expresó, “sé que desde donde esté, seguramente está orgulloso de su hijo”.

Su sueño era recibir su título y estar con sus padres y hermanos. “Fueron golpes duros que pasamos en familia, mi abuelo (falleció), el accidente, mi papá, en menos de un año tuvimos tres desgracias”, dijo.

Consideró como sueño cumplido, no solo el hecho de haberse graduado, sino trabajar en la profesión porque, “muchas veces se estudia mucho y no se consigue trabajo en lo que realmente a uno le gusta”. “Me compré para mi casa, un sueño de cualquier persona”, señaló Adán Justino.

Las prácticas deportivas no desaparecieron de la agenda del joven. “Realicé viajes, practiqué varios deportes extremos, paracaidismo, buceo, esquí en la nieve, cosas sencillas y satisfactorias que muestran que lo que me pasó no es un impedimento”, contó el kinesiólogo.

Agregó, “otro gran sueño cumplido es ser papá, tengo una niña, Danna Thainá, quien es el amor de mi vida”. El profesional construye una familia con Carolina Pereira, madre de su hija. Como hincha fanático del Club Olimpia, sigue asistiendo regularmente a los estadios, desde el momento de su recuperación, ya sea con muletas o con su prótesis, ahora acompañado de su familia muchas veces.

Seguir estudiando fue otro sueño cumplido por el fisioterapeuta. Uno de sus postgrados fue en didáctica universitaria que le permitió enseñar en la misma facultad donde culminó su carrera y en otras. Algunos de los otros postgrados fueron en reeducación postural global, electroterapia aplicada a la rehabilitación, kinesiología deportiva, la mayoría de ellas en Corrientes, Argentina.

“Estoy cursando otro en fisioterapia cardio-respiratoria, en Corrientes, que culminaré en dos meses”, agregó Adán Ramírez Arrúa.

Mensajes que motivan:

“La vida no es fácil, teniendo piernas y brazos no es fácil y con uno menos tampoco, pero está en nosotros vencerlos”.

“Lo que a mí me pasó trato de mostrarles a mis alumnos como motivación”.

“Que el obstáculo sea más bien un impulso y poder vencerlos día a día”

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