Cada año, la temporada de influenza se convierte en un problema por la carga de la enfermedad, ya que para algunas personas puede ser muy grave e incluso ocasionar su muerte. No obstante, para esta enfermedad existe una vacuna segura y eficaz que tiene un alto impacto en evitar complicaciones y actúa como salvavidas ante el incremento de casos, que amenaza con colapsar el sistema sanitario.
¿Qué es la gripe o influenza? Es una enfermedad viral respiratoria muy contagiosa. Generalmente, la mayoría de los afectados se recupera en una o dos semanas sin necesidad de recibir tratamiento médico. Sin embargo, puede generar graves complicaciones, incluso la muerte, a los grupos de riesgo tales como: personas de 65 años y más, niños pequeños, personas gestantes y personas con enfermedades o condiciones crónicas.
El virus se transmite de una persona a otra, principalmente, por gotitas provenientes de la vía respiratoria de una persona enferma, a través de la tos, estornudos o, simplemente, cuando habla. Si bien, los síntomas pueden diferir entre una persona y otra, pero las más comunes son: fiebre mayor a 38 grados, tos, congestión nasal, dolor de garganta, de cabeza y muscular, dificultad para respirar y/o neumonía.
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Actualmente, se registra un incremento de casos a nivel país de cuadros respiratorios y sus complicaciones a causa de los virus sincitial respiratorio e influenza estacional; por ello, es necesario y urgente la vacunación contra la influenza y completar el esquema de 3 y 4 dosis de vacuna contra covid-19.
Según las proyecciones de las autoridades sanitarias, es probable que la temporada de influenza actual sea más activa que los años anteriores, debido a la reanudación de las actividades ante el levantamiento de mediadas por la pandemia covid-19, lo que podría resultar en un aumento en los casos de influenza por encima de lo habitual, además de la disminución de exigencia de las medidas sanitarias, como el uso de tapabocas y la irregularidad en el esquema de vacunación.
Las epidemias anuales de gripe causan de 3 a 5 millones de casos graves y 290.000 a 650.000 muertes en el mundo. Las epidemias pueden causar gran ausentismo laboral y escolar y pérdidas de productividad. Sin embargo, conforme a la Organización Mundial de la Salud (OMS), mientras más personas estén vacunadas, menos podrá propagarse el virus en la comunidad.
En el contexto de la pandemia que no cesa, el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social emitió el pasado 25 de mayo un comunicado brindando recomendaciones al respecto: La vacuna antigripal se puede recibir junto con la vacuna contra covid-19. De acuerdo con la evidencia científica disponible actualmente, las dosis anticovid pueden administrarse con otras vacunas, incluida la antigripal.
Medida que salva vidas
En toda la historia universal, las vacunas han sido un salvavidas para la humanidad, así, las de la tosferina, difteria, tétanos, meningitis, rubéola, paperas, sarampión, poliomielitis, entre otras. Hace exactamente 100 años ocurrió una de las crisis más graves de salud pública junto al covid -19: la de 1918, llamada coloquialmente “gripe española”, que causó más muertes que la I Guerra Mundial, que estaba terminando justo cuando se desató la pandemia.
El virus de la influenza está en constante mutación, por lo que debe ser administrada de forma anual. La vacuna contra la influenza es universal a partir de los 6 meses en adelante y, con ello, se puede frenar la tendencia de aumento sostenido de todos los cuadros respiratorios, tanto los leves como agudos, que se registraron en el mes de mayo. Cabe recalcar además que, el 90% de los casos respiratorios se dio en menores de 5 años.
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Las vacunas antigripales trivalentes incluyen dos cepas A y un linaje B y las vacunas cuadrivalentes incluyen un segundo linaje B y, por lo tanto, brindan una protección más amplia. La inmunización contra la gripe estuvo asociada a un 26% menos de riesgo de ingresar a unidades de cuidados intensivos y a un 31% menos de riesgo de muerte a causa de la influenza en comparación con aquellos que no estaban vacunados.
Asimismo, la vacunación antigripal se ha asociado con la reducción de los riesgos de ataques al corazón entre un 15-45%, según National Center for Biotechnology Information. Tasas similares a las que se obtienen gracias a dejar de fumar, o mediante tratamientos para el colesterol o la hipertensión arterial.