Considerando que el fin de semana pasado, un bebé de solo 11 meses falleció por complicaciones pulmonares a causa del COVID-19 debido a la falta de asistencia temprana por parte de los padres y tras haberlo llevado primero a un “médico empírico”, es importante resaltar que ante cualquier malestar se debe acudir a un profesional.
Al respecto, el doctor Robert Núñez, neonatólogo pediatra, refirió que tenemos tradicionalmente arraigado en nuestra cultura el tema de los médicos ñanã, médicos yuyos y de la medicina alternativa. “Ese es uno de los puntos dentro de nuestra amplia gama de tradiciones que es tan rica, que puede causar daños y ser muy perjudicial a la hora de considerar a la medicina alternativa como un proceso único en el tema control y curación de patologías, más aún en niños”, resaltó.
Dijo que se vio que la mayoría de las personas que está en el interior y muchas también en zonas que tienen un descreimiento muchas veces o muy poca paciencia al conocimiento científico de los médicos.
“Recurren a los médicos yuyos como única alternativa y por lo menos a veces esta gente se digna en decir que tiene que ir al hospital a que le vea un médico. En el caso de esta criatura, probablemente no hubo ninguna indicación de enviarle al médico y por eso aconteció lo que aconteció. Llegó tarde el paciente”, lamentó el profesional en contacto con el canal C9N.
Núñez aseguró que eso nos debe enseñar que siempre el que debe hacer el diagnóstico y el tratamiento es un médico. “El personal de salud que está constantemente en preparación, se capacita y le llevó mínimo 10 años prepararse para conocer esa patología”, agregó.
Cuestionó el hecho de que muchas personas, cuando el médico le cura, dicen “le acertó” y no es así. “Son años de preparación científica, años de medicina basada en la evidencia que hace que se pueda tratar con el especialista correspondiente de un tipo de enfermedad que ocurre a diario y estacionales”, puntualizó.