Entre el 9 de setiembre de 1932 y el 12 de junio de 1935 tuvo lugar el conflicto bélico entre Paraguay y Bolivia, conocido como la Guerra del Chaco. Este acontecimiento histórico fue por el control del Chaco y de mucha importancia para la región durante el siglo XX.
Fue una guerra con una gran cantidad de bajas, en la que Paraguay perdió alrededor de 33.000 soldados que murieron en batalla, además de muchos heridos. El 12 de junio se firmó en Buenos Aires el protocolo de “alto al fuego”, más conocido como la Paz del Chaco. Para saber más datos acerca de dicha guerra, La Nación – Nación Media contactó con el historiador y docente Herib Caballero Campos.
“Lo que se estableció ese día fue que el 14 de junio al mediodía se detenga las agresiones, los combates en el Chaco, en el frente del guerra. Eso es lo que se estableció mediante la mediación de los países neutrales que estaba encabezada por el canciller y gobierno argentino, Carlos Saavedra Lamas, quien ganó el Premio Nobel de la Paz ese año por haber conseguido la firma de ese protocolo de alto al fuego”, empezó contando.
Importancia de la firma
Caballero dijo que fue importante dicho acuerdo porque ya iban 3 años de combate, y si bien el ejército paraguayo había logrado sobrepasar el Parapití, que era la vieja reivindicación paraguaya de dominio sobre el territorio en litigio, como ya no contábamos con los suficientes recursos, los bolivianos habían empezado una contraofensiva y estaban haciéndonos volver nuevamente al territorio chaqueño.
“Lo que finalmente hace decidir a los bolivianos firmar el protocolo es la victoria paraguaya en Ingavi, que fue un combate que inició el 7 de junio del año 1935. En el caso de Paraguay, el canciller Luis A. Riart fue el que firmó (por Paraguay) y Tomás Elio por Bolivia”, agregó.
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El guaraní como estrategia
Un dato interesante que mencionó el historiador es que cuando el representante paraguayo se comunicaba con el presidente Eusebio Ayala para contarle cuáles eran las propuestas, cómo iban las negociaciones, se dice que tanto el presidente argentino como miembros de la seguridad argentina escuchaban esas conversaciones y para mantener el secreto de esa comunicación, el presidente Ayala con su canciller hablaban en guaraní.
“De esa manera se evitaba que se conozca cuál era la postura paraguaya antes de entrar a la mesa de negociación. Lo importante es que se puso fin a un conflicto que provocó miles de muertes y que el país ya estaba prácticamente con sus recursos exhaustos. Era lo que el sentido común decía que se tenía que hacer porque no había otra opción. La cifra ronda los 33.000 muertos del lado paraguayo”, señaló a LN.
Veteranos vivos
De acuerdo a lo expresado por el director de Pensiones No Contributivas del Ministerio de Hacienda, Juan Álvarez, actualmente son 21 los veteranos vivos, que tienen por encima de los 100 años de edad.
Indicó que al último corte y al cierre de mayo, son 21 veteranos de la guerra registrados en la planilla de activos. Todo el grupo tiene más de 100 años, alrededor de 103, respecto a la actual planilla de cobro de pensiones de Hacienda de los paraguayos que participaron del conflicto bélico con Bolivia.
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Bloqueo y embargo de armas
Finalmente, el historiador manifestó que se trató de una guerra moderna en el sentido del armamento que se utilizó, tanto del lado boliviano como del paraguayo. Afirmó que para Paraguay significó un gran esfuerzo. “Para un país que no podía sacar préstamo fue un gran esfuerzo. Recién al final, mediante gestiones de algunos paraguayos, se consiguió alguna ayuda del Tesoro argentino, pero fue en realidad un préstamo hecho a particulares, no al Estado paraguayo”, comentó.
Explicó que eso se dio porque Paraguay fue declarado en esa época por la sociedad de naciones, como país agresor, por lo que tenía un bloqueo y un embargo de armas.