Los últimos hechos de violencia extrema producidos en escuelas de Estados Unidos fueron atribuidos en un principio al uso indiscriminado de videojuegos o juegos en línea. Sin embargo, la doctora Viviana Riego, psiquiatra de la Facultad de Ciencias Médicas, afirmó que ese tipo de reacciones nada tienen que ver con el uso de videojuegos, sino más bien, por los antecedentes de violencia o maltrato y cómo es tratado ese niño, niña o adolescente en el seno familiar o escolar.
En este sentido, recomendó un mayor control parental sobre los videojuegos y que lo más importante es la promoción y prevención de la salud mental, tanto en el manejo de las emociones de los padres como de los hijos y acompañarlos en ese proceso.
“Dentro de lo que es maltrato, muchas veces puede ser negligencia por parte de la familia o del colegio, situaciones de bullying o, por ejemplo, que no tienen las habilidades suficientes como para relacionarse; entonces no hay una causa-efecto con respecto a los videojuegos”, dijo la doctoraiego.
Lea más: MEC califica de “preocupantes” los casos de violencia en instituciones educativas
Aseguró que los niños o adolescentes ven los juegos como un escape de su realidad, pero que lo que pasó en Estados Unidos tiene que ver con la facilidad de adquirir un arma, y que los adolescentes pasan por situaciones estresantes durante la infancia, de diferentes índoles, que en la mayoría de las veces no son diagnosticadas o monitorizadas, simplemente estos niños no son protegidos y van desarrollando estos pensamientos de ira.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) habla que a consecuencia del encierro de la pandemia, pueda existir cierta adicción hacia los videojuegos que hagan que los niños o adolescente tiendan a aislarse, pero de ninguna manera puede ser la causa de este tipo de sucesos luctuosos.
Leer más: Preocupa al MEC aumento de casos de acoso y abuso en instituciones
Educación emocional
“Sí puede hacer que el chico se aísle o se junte con otros chicos que tengan las mismas características. O también si ponemos a jugar a un niño de cinco años y lo normalizamos siendo que todavía no conoce la crueldad de la violencia. Pero probablemente para que un niño ingrese a un juego tiene que haber una negligencia parental, y hay veces que hay que pensar cómo evitar que nuestros niños se formen de esa manera”, refirió la profesional.
Sugirió que los colegios deben implementar una educación emocional, no solamente una revisión física y mental, sino una educación de manejo de emociones, de empatía, de tolerancia y aceptar las diferencias. Atendiendo que, los niños o adolescentes que cometen este tipo de actos, generalmente fueron chicos que sufrieron bullying o no tenían habilidades sociales suficientes en un marco de indefensión.
“Debemos educarnos nosotros como padres y en los colegios, ver qué niños están ante esta situación de indefensión o sufriendo bullying y, por supuesto, ver quienes tienen conductas violentas previamente, pero como vemos, muchas veces estos niños no tienen conductas violentas antes de cometer estos actos”, dijo.
Leer también: Gobierno insensible: menor tuvo por varias horas a su bebé muerto dentro del vientre
Factores de frustración
Agregó que muchas veces manifiestan emociones a través de las redes sociales, o se lo comentan a sus amigos o en un grupo y manifiestan su frustración actuando de esa manera, como una forma de reivindicación ante ellos. Afirmó que habría que trabajar en una orientación mental a niños y padres, es decir, educar sobre el manejo de las emociones y los signos de alarma.
“Por ejemplo, si hay amenaza o violencia, si hay chicos que no saben lidiar con las frustraciones, si vemos que hay incompetencia o maltrato. También tenemos que tener tolerancia cero ante el bullying y el maltrato hacia cualquier persona, para evitar todo tipo de situaciones lamentables”, afirmó.
Recomendó monitorizar todo lo que sea maltrato en la casa y dar aviso a las autoridades correspondientes, como la mejor manera de prevención. Ya en la adolescencia entran otros factores a tener en cuenta como el aislamiento que empeoró con la pandemia por COVID-19, la falta de oportunidades y de habilidades sociales, o el consumo de sustancias que cada vez va en aumento, son factores que hacen que se acrecientan los riesgos.
Lea también: Pasajeros reducen a ladrón en un micro y lo entregan a la Policía en Roque Alonso
“Pero sí está claro que no se le puede dar a un niño pequeño un juego por ejemplo de GTA V. Evidentemente, normalizar la violencia virtual o violencia que ven en la casa no contribuye, pero los videojuegos son un factor más a toda la psicopatología que estos presentan, que muchas veces puede verse a una psicopatía paterna o materna, como dije mínimamente negligente, sumado a todo el resto”, señaló la Dra. Riego.
Asegura que muchas veces los victimarios alguna vez fueron víctimas, que eso no se puede omitir, hay casos aparentemente sin ningún motivo, pero algunas veces hacen en retrospectiva y generalmente hay estos antecedentes. Insistió en la importancia de la promoción y prevención de la salud mental tanto en el manejo de las emociones de los padres como de los hijos y acompañarlos.
“Ese es nuestro rol como padres, también hacerles más compasivos con el resto para evitar este tipos de situaciones, inculcarles la tolerancia desde pequeños y por ningún motivo aceptar situaciones de bullying en los colegios, el acompañamiento de las autoridades escolares es muy importante para evitarlos”, concluyó.
Podes leer: Falla mecánica de camión frustra robo de carga valuada en 300 mil dólares