Un hombre cometió un error que lo llevó a la cárcel, donde encontró en la artesanía un nuevo estilo de vida, el de sacrificios con recompensas sanas. Hoy es dueño de Artesanía Mopri, con presencia nacional e internacional. Se trata de Renato Cañete, de 34 años, oriundo de la ciudad fronteriza de Pedro Juan Caballero, zona marcada por la genera inseguridad.
Cañete estudió hasta el noveno grado en una escuelita de su ciudad, porque se dejó llevar por malas compañías que le pintaron un mundo fácil y dinero rápido con la venta de drogas. Apenas tenía 25 años cuando fue detenido por la Policía y luego de enfrentarse a la justicia fue condenado a la pena de siete años de prisión.
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Con su condena, su mundo se vino abajo y, en medio de personas encerradas por asesinatos, asaltos y violaciones; él encontró un escape en el oficio de forrar termos. Comenzó a vender sus termos forrados ya estando a la penitenciaría con la ayuda de su familia. Luego fue beneficiado con el régimen semiabierto dónde fue potenciando de a poco su negocio hasta convertirse lo que es actualmente.
“Yo empecé forrando termos desde la cárcel, con la ayuda de mi mamá y de mi papá, de mis hermanos, estando adentro. Me llamó la atención esta hermosa artesanía porque me encantan los termos forrados de tereré y mate, vi que el mercado era muy grande y empecé a emprender muchísimo, la verdad nunca pensé en tener tanto éxito”, celebró Cañete a Telefuturo.
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La historia de Cañete es una historia de total superación, con su emprendimiento comenzó a ingresar en el mercado brasilero, le fue muy bien y empezó a contratar más artesanos y a comprar maquinarias para la impresión de imágenes y nombres para los termos. Actualmente, exporta un promedio de 4.000 termos mensuales a Brasil.
“Ahora estoy muy feliz, le agradezco todos los días a Dios por abrirme una gran puerta y salir de un mal camino en el que estaba. Acá la gente es muy amable y trabajadora, para mi Pedro Juan es un paraíso que nunca cambiaré mi ciudad, yo amo mi ciudad”, dijo Cañete, quien quiso mostrar la otra cara de Pedro Juan Caballero, de la gente que lucha, trabaja y quiere salir adelante a pesar de sus tropiezos.