La fiscal Sonia Sanguinés explicó este miércoles que el interno hallado muerto en el penal de Tacumbú, identificado como Rubén Meza, no presenta rastros de violencia. El cuerpo será sometido a una autopsia para determinar las causas de la muerte, pero se sospecha que fue obligado a consumir drogas.
“La información primaria es que encontraron un cadáver en Tacumbú, entonces nos constituimos para verificar la causa de muerte con la médica forense y recabamos un poco de información. El cuerpo no registra rastros de violencia y se realizará la autopsia para definir la causa de muerte”, dijo la fiscal en comunicación con la 1080 AM.
Mencionó que el interno Rubén Meza, de 36 años de edad, fue trasladado cerca de las 14:00 del martes hasta la sanidad de la penitenciaría de Tacumbú por sus compañeros de celda, pero ya llegó sin signos de vida, corroborado por la forense del Ministerio Público.
Sanguinés indicó que se pudo constatar también que el interno ya tenía entre cuatro a cinco horas de fallecido cuando fue llevado a la sanidad de la cárcel, pero el cuerpo no presenta rastros de violencia, ni lesiones que le pudieran ocasionar la muerte, por lo que se realizará la autopsia durante la mañana de este miércoles.
“En este tipo de situaciones y tratándose de una persona privada de libertad, se lleva a cabo el protocolo que es la autopsia y lo estaríamos haciendo durante esta mañana con la autorización judicial. No vimos ninguna herida y los estudios serán para descartar o confirmar los dichos que se están manejando”, agregó la fiscal del caso.
El reo fallecido en el penal de Tacumbú fue identificado como Rubén Meza, de 36 años de edad, recluido en la cárcel desde el 17 de enero del 2019 y tenía una causa penal por robo agravado. Los investigadores sospechan que habría sido obligado a consumir drogas, pero hasta el momento nada está confirmado.
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