El sistema inmunitario se debilita durante el invierno, por lo que las defensas bajan y las enfermedades respiratorias se hacen presentes. En este sentido, la Dirección de Vigilancia de Enfermedades No Transmisibles del Ministerio de Salud Pública recomienda potenciar el sistema inmunitario con buenos hábitos alimentarios con el consumo de frutas y verduras, mantener la hidratación y hacer actividad física.
“Los alimentos cumplen un papel importante en el desarrollo y la preservación del sistema inmune, contribuyendo de esta manera a combatir virus y bacterias que amenazan a nuestro organismo. Consumir frutas, hortalizas y verduras de temporada ayudan a aumentar las defensas; de esta manera podremos evitar resfriados, gripes y otras enfermedades respiratorias”, indicó Claralina Mendoza, nutricionista de la Dirección de Vigilancia de Enfermedades No Transmisibles.
Agregó que el desayuno es el alimento más importante del día por lo que debe ser saludable, completo y equilibrado. El desayuno aporta el 30% de las necesidades energéticas diarias, su función es muy importante para mantener la temperatura corporal, especialmente para estos días de bajas temperaturas.
Sobre el consumo de comidas típicas, en esta época del año, días previos al San Juan, que son comidas ricas en hidratos de carbono y grasas saturadas, aconsejó acompañarlas con hortalizas o sopa de verduras, pero insistió en el consumo diario de frutas y verduras.
Sugirió también la ingesta de cereales, yogures, así como frutos secos, como almendras, nueces y maní, que son fuentes de vitaminas E y D, así como el consumo de huevos, ya que contienen minerales esenciales para nuestras defensas como el zinc y el selenio, y son ricos en vitaminas, proteínas y ácidos grasos, favoreciendo la prevención de infecciones.
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“Se debe incorporar, además, las legumbres o leguminosas a la alimentación diaria, ya que también proporcionan importantes beneficios para la salud, debido a que son una buena fuente proteica y de bajo contenido lipídico y fibra dietética. El pescado es otra fuente importante de vitamina D, por lo que es importante consumir dos veces por semana”, refirió.
Igualmente, insistió con la ingesta diaria de al menos dos litros de agua, equivalente a 6 u 8 vasos, para mantener la hidratación. Esto puede acompañarse con el consumo de té, agua de hierbas, agua de cocción de frutas con endulzante (sucralosa), así como jugos o batidos con frutas de estación. Pide disminuir el consumo de sal para prevenir el incremento de presión arterial y la retención de líquidos en el cuerpo y, por otra parte, evitar las bebidas carbonatadas o gaseosas.
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