Una marea celeste se apoderó esta tarde de la importante ruta Acceso Sur. Hombres consagrados al Santo Rosario del Movimiento Rosario de Hombres Valientes de la ciudad de Ñemby, acompañados de familiares y amigos, peregrinaron desde la Capilla Perpetuo Socorro de Acceso Sur hasta la parroquia San Lorenzo de Ñemby; lo hicieron por el cese del narcotráfico y la corrupción, rogando igualmente por justicia y paz en el Paraguay.

Este acto de devoción religiosa se celebró en el marco del rezo del Rosario Sin Fronteras que se desarrolla durante todo el mes de mayo como maratón de oración a la Virgen deseada por el papa Francisco y promovida por el Dicasterio para la Nueva Evangelización que une los templos marianos del mundo.

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“Estamos peregrinando en el marco del rezo del Rosario Sin Fronteras. Le llamamos así porque no solo se hace en la ciudad de Ñemby sino que todos los católicos de todos los continentes y de los países del mundo nos unimos en el apostolado del rosario. En este caso, nos juntamos todos los varones del apostolado del rosario”, explicó Jorge “Toto” Giménez, coordinador de la parroquia San Lorenzo de Ñemby, en comunicación con La Nación-Nación Media.

La sede del movimiento Rosario de Hombres Valientes se encuentra en la ciudad de Itauguá y aglutina a los varones consagrados al rosario de ciudades como Ñemby, Capiatá, Itá, San Antonio y otras localidades cercanas. Esta peregrinación es tradicional para los Hombres Valientes y, generalmente, se hace en dos o tres capillas en simultáneo y finalizan con una misa.

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“Esta peregrinación es una actividad tradicional para nosotros. Generalmente, salimos de una capilla y peregrinamos hasta una parroquia donde culminamos la actividad con una misa. Este es un rosario de hombres, pero en esta procesión venimos acompañados de nuestras familias a pedir por la justicia en Paraguay, el cese de la corrupción y del narcotráfico que golpea fuerte a la población”, indicó Giménez.

El Rosario Sin Fronteras nació en Itauguá dentro de la comunidad de la Virgen de Schönstatt. El padre Antonio Cosp había traído esta devoción católica llamada “Rosario Sin Fronteras” que tiene como origen la ciudad de Santa María, Brasil, mientras que el fundador de la tradición católica del rosario de hombres es un brasilero que vino al país a instaurar este apostolado.

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