Tras la confirmación de varios casos de viruela del mono, una nueva alerta sanitaria se expandió a nivel mundial. Se trata de una enfermedad reemergente de carácter zoonótico, es decir, que puede pasar de animales a humanos. En las últimas semanas se reportaron casos confirmados y sospechosos en países de Europa e incluso en Latinoamérica.
Ante esta situación, el doctor Nicolás González, infectólogo pediátrico del Departamento de Control de Infecciones Intrahospitalarias y Epidemiología de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNA, reveló más datos sobre esta enfermedad que fue descrita por primera vez en la década del 70, y que produce fiebre, rash cutáneo, eritema (enrojecimiento de la piel) y lesiones ampollosas similares a la viruela y adenopatía que es la inflamación de los ganglios en el cuello, axilas, etc.
Si bien originalmente fue transmitido por el mono, en esta circunstancia el contagio se da de persona a persona, a diferencia del COVID y de otros tipos de virus que se transmiten de manera aérea.
¿Cómo se transmite?
El virus de la viruela del mono se transmite por gotas, a través del contacto estrecho con personas, animales o muestras infectadas que se introducen al organismo a través de brechas en la piel, mucosas o vías respiratorias. “Es menos transmisible por ese motivo, pues se requiere que el contacto sea más estrecho para que haya contagio como por ejemplo a través de estornudos, compartir utensilios, vasos o cubiertos”, explicó el infectólogo.
González manifestó que se trata de un virus similar al de la viruela, que ya fue erradicada hace varias décadas por la vacuna. Por lo que de manera preliminar se cree que la vacuna contra la viruela podría ofrecer protección en gran medida contra esta enfermedad.
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“De esta manera también se está hablando a nivel mundial de usar o reimpulsar nuevamente la vacuna contra la viruela para una mayor protección, pero dependiendo del tipo de virus, generalmente es una infección que cursa de manera leve”, agregó.
Con respecto al periodo de incubación, suele ser entre los 7 y 14 días, aunque puede llegar a acortarse hasta los 5 días o a extenderse hasta los 21 días. Explicó que se diagnostica por medio de sospecha clínica por antecedente epidemiológico, ya sea por haber estado en países o en contacto con personas infectadas. En caso de presentar signos y síntomas compatibles con la enfermedad, se indica la demostración del virus mediante PCR en muestra de las lesiones, generalmente cutáneas.
Letalidad y complicaciones
Referente a la letalidad del virus, indicó que la mayoría de las personas que la padecen alcanzan una recuperación completa y de acuerdo a datos de años anteriores, la cifra de la mortalidad va dependiendo de la cepa, pudiendo alcanzar una tasa del 1% y 10%.
En cuanto a las complicaciones que pudieran darse, refirió que de acuerdo a lo observado hasta el momento de manera preliminar, por lo general la gran mayoría cursa la enfermedad de manera leve y es más prevalente en adultos. Sostuvo que aunque no se tengan reportes de casos de niños infectados; esto no descarta que el virus pueda manifestarse también en pacientes pediátricos.
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