En la mañana de este martes 24 de mayo, llegó hasta la redacción de La Nación la denuncia de la psicóloga y funcionaria de hace 11 años del Ministerio de la Niñez y la Adolescencia (Minna), Karina Villalba, quien dijo sentirse desprotegida y vulnerada en sus derechos y ser víctima de acoso laboral por parte de una de las directoras del ente público, que hace tres años llegó comisionada desde el Ministerio Público.
En un relato desesperado, Villalba contó que la situación que vive se inició desde la asunción de la nueva administración, cuando recibió ella y otros compañeros acusaciones de ser corruptos, de hacer mal las cosas o de no saber hacer nada, sin razón alguna.
Cuenta que todo se fue agravando con el tiempo y que intentaron conversar con la directora en cuestión, pero no fueron escuchados. “Se daba de manera cíclica, por momentos había aparente calma y luego, tras situaciones de tensión, se me aislaba, no se me daba trabajo. En otros casos, me llenaba de trabajo para después reclamar que no hacía lo que me pedía”, precisó.
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Villalba, quien incluso formó parte de paneles de Minna en su calidad de psicóloga, añadió que la directora a quien denuncia de acoso llegó al cargo sin conocer cuál era la función que debía cumplir dicha dependencia y que empezó a cuestionar las labores realizadas por los profesionales con experiencia en niñez.
“Nos tiraba al frente; es decir, nosotros teníamos que explicarle a los usuarios los cambios que ella ordenaba, en varias oportunidades tuvimos que contener a los usuarios; inclusive, a consecuencia de los cambios se le denunció a un compañero en la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados”, acotó.
En todo momento, Villalba se muestra temerosa por las consecuencias de esta denuncia y subraya que se siente desprotegida, pero que la indignación que siente le hace revelar lo que está viviendo ella y otros funcionarios antiguos del Minna. “Lo que más me indigna, en realidad, como funcionaria y ciudadana, es que se midan los derechos según la cara, para algunos sí y para otros no, no se tienen en cuenta el perfil o criterio técnico, sino personal”, asegura.
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Efecto en los más vulnerables
De acuerdo a Villalba, la situación trasciende el ámbito institucional y ya está afectando a los usuarios y los más vulnerables, cuyos derechos deben ser precautelados por la institución. “Una familia no pueda solicitar que sus hijos, sobrinos o nietos estén con ellos por su condición de pobreza”, remarcó.
La psicóloga dijo que llegó a realizar una denuncia ante la Secretaría de la Función Pública por el acoso laboral del que es víctima, pero asegura que no tienen garantías de que su proceso sea transparente, por eso se vio obligada a recurrir a la prensa y a denunciar públicamente el hecho.
“No tengo garantías de un proceso transparente y solicito que se defienda el trabajo que se construyó en favor a las familias. Esto que hoy denuncio no es solo por el daño que se me está ocasionando a mí, sino también a las familias con las que trabajábamos”, enfatizó.
Villalba agregó que luego de una serie de acusaciones en su contra le advirtieron de realizarle un sumario administrativo, sin siquiera poder defenderse en ese momento.
Denunciá vos también
Es un derecho y una obligación como funcionario del Estado denunciar los casos de acoso laboral. Acercate a la Dirección General de Derechos Humanos, Igualdad e Inclusión de la Secretaría de la Función Pública, Constitución esquina 25 de Mayo, llamá a los teléfonos 451-925, 492-109, 497-308 (interno 12) o envía un e-mail a denuncia@sfp.gov.py. Tu denuncia será protegida, se garantiza la confidencialidad de la misma.