En un ente del Estado tan sensible y crucial para la protección de los derechos humanos, como lo es el Ministerio de la Niñez y la Adolescencia (Minna), trascendió un escándalo interno donde se denuncia el acoso laboral que ejerce una directora de alto rango comisionada hace tres años del Ministerio Público, sobre una funcionaria identificada como Karina Villalba, psicóloga.
Ante tanta presión e injusticias, Villalba decidió romper el silencio y denunciar este hecho públicamente, ya que no solo a ella la está afectando personal y psicológicamente, sino también a los usuarios que son los más vulnerables, cuyos derechos deben ser precautelados por la institución.
“Terrible es lo que está pasando, ahora está haciendo acusaciones falsas sobre mi desempeño, que supuestamente yo obligaba a los compañeros a modificar informes técnicos, cosa que nunca hice, incluso después de haber salido de la dirección. Esta situación estoy viviendo desde hace tres años, desde el cambio de directivos por parte de la nueva administración”, denunció Villalba en comunicación con La Nación-Nación Media.
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En diciembre del 2018, cuando iniciaba sus labores esta administración, ya habían empezado las acusaciones de que los procedimientos realizados por los profesionales especializados en niñez, que se encontraban cumpliendo funciones, no lo estaban haciendo bien. Sin embargo, esta persona no conocía las funciones de la dirección que asumió y tampoco recibía sugerencias técnicas para el desarrollo de los procedimientos.
“Tengo 11 años de experiencia en el campo de niñez y por la situación de hostigamiento tuvo que salir la directora que estuvo durante ocho años en el cargo porque la ignoraron, le sacaron sus funciones. En lo que respecta a mí, se daba de manera cíclica la situación de acoso, esta persona no nos daba directrices claras, tratábamos de hacer reuniones de equipo para mantener una línea de trabajo y ella eso no permitía, las directrices tenían que ser con base en su criterio personal”, relató.
Y finalmente las discusiones que desencadenaron a un sumario administrativo y que la funcionaria afectada haya recurrido a los medios de prensa, fue un intercambio de parecer técnico en el enfoque de trabajo. Esto explotó en una fuerte disputa por un desacuerdo en el criterio técnico que esta directora planteó.
“Ella decía que nosotros no sabíamos hacer bien las cosas, hablaba de mí con otros compañeros, pero la cúspide de esta situación de acoso fue una acusación de un hecho punible de producción de documentos falsos en el que supuestamente incurrí yo. Me responsabilizaron de eso en una reunión, pero en la parte escrita solo me pidieron informe sobre unas gestiones que realicé, muchos datos de eso no puedo hablar porque se trata de un caso de un niño”, señaló Villalba.
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Agregó que el acoso laboral fue sistemático desde los últimos tres años y saltó a la luz ahora, luego de trasladarla arbitrariamente. Le notificaron que tenía derecho a una defensa, pero que obstaculizaron que ella pueda hacer su defensa a las acusaciones vertidas sobre su persona, pese a que cuenta con documentos respaldatorios para defenderse.
“Tengo todo documentado ese hecho del que me acusan, pero no tengo garantías de que yo pueda hacer valer mis derechos como funcionaria y por sobre todo como ser humano. Hice la denuncia en la Función Pública, donde me manifestaron que la misma ministra tiene que hacer una comisión que evalúe la denuncia que yo hago y esto no tiene sentido si es una directiva de alto rango del directorio de la ministra la que está acosando, por lo que me veo desprotegida”, manifestó.
En el freezer, sin funciones
Agregó que como la dejaron sin funciones, a disposición de Recursos Humanos por 16 días, en donde estuvo cumpliendo horario sin hacer nada. Ella solicitó que se le asigne una función específica y que se abra un proceso de investigación interna, que no la eximía de desarrollar alguna función dentro de la institución, pero no le dieron ninguna actividad, hasta ayer que la notificaron que fue trasladada a otro punto de servicio.
“Ayer salió la resolución de traslado, después de casi 20 días, me trasladaron a un Centro de Atención de Niños del Minna. Yo acepté el traslado para que se pueda desarrollar la investigación correspondiente y después en todo caso solicitar mi reintegro a mi lugar de trabajo original, porque desde hace siete años estoy en este lugar y tengo un campo bastante especializado en esta temática y no es justo el argumento del desvinculamiento de la dirección”, refirió.
La mujer entre lágrimas no disimuló su terror a estas personas que la están persiguiendo, porque no tiene ningún respaldo, que incluso la ministra del Minna Teresa Martínez, en una reunión en donde se presentó la acusación sobre ella le manifestó que “no era una cacería de brujas”.
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