Ciudad del Este. Agencia Regional.

Concluida la emergencia sanitaria, no existe definición sobre el destino que tendrán los equipos para cuidados intensivos y demás herramientas biomédicas instaladas en el Hospital Regional del IPS en los pabellones de contingencia COVID-19. Unas 54 camas de cuidados intensivos fueron instaladas en lo que pasó a denominarse Hospital Integrado Respiratorio de Alto Paraná, hoy desactivado como institución de atención integrada.

Ante esto, la Asociación de Médicos de Alto Paraná envió una nota al ministro de Salud Pública, Julio Borba, solicitando que todos esos equipos, así como los rubros para el personal de salud, permanezcan en hospitales de Alto Paraná. Existen versiones extraoficiales de que los mismos serán llevados a otros centros médicos del país.

La última semana de abril fue enviada la nota al MSPyBS y hasta ahora no hubo respuesta, según el presidente de la AMAP, el doctor Darío Villalba. El pedido tomó en cuenta “la derogación del Decreto Nº 3456 del 16 de marzo del 2020 por el cual se declara estado de emergencia sanitaria en todo el territorio nacional y la importante capacidad instalada en la Décima Región Sanitaria con las más de 800 vinculaciones laborales y la dotación de equipos biomédicos, en el marco del estado de emergencia, con el exitoso modelo integrado en ejecución”.

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“La AMAP, institución que desde hace 32 años vela por la formación continua y derechos gremiales de los médicos de la región, solicita la continuidad de las citadas vinculaciones, así como la conservación de los equipos biomédicos para su usufructo regional, de manera de asegurar una respuesta a la demanda poblacional de una asistencia eficiente y satisfactoria”, refiere la nota que no tuvo aún respuesta de la cartera sanitaria.

Villalba explicó que lo fundamental es que los equipos permanezcan en la región, ya sea en hospitales distritales o que se cree el marco legal para que siga funcionando la integración, y que los no asegurados sigan utilizando esos equipos en el hospital del IPS de Ciudad del Este.

Desde otros gremios del personal de salud hablan de que todas las instituciones locales y la ciudadanía deberán estar alertas sobre el destino que tendrán esos equipos ante tanta necesidad. En los pabellones de contingencia COVID-19 se llegaron a montar 54 camas de UTI, pero en los meses de los picos más altos de internados se vieron obligados a terapizar camas hasta cerca de los 80, según los mismos médicos informaron, lo que implicó la dotación de respiradores y otros equipos biomédicos.

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