Por Lourdes Torres

lourdes.torres@nacionmedia.com

En un breve recorrido por el Mercado 4, La Nación-Nación Media conversó con los trabajadores para conocer sus historias de vida, atendiendo que muchos de ellos incluso desde el vientre de su madre, o durmiendo en algún cajón de manzanas o tomates, ya acompañaban en el trabajo a sus padres. Luego, cuando apenas comenzaron a saber sumar y restar ya estaban batallando junto con su familia para llevar también el sustento a sus casas. Aquí algunas historias que se lograron rescatar.

“Vine a trabajar antes de la guerra civil del ‘47″

El rubro que aún persiste pese a la fuerte lucha contra el contrabando es la venta del tabaco puro, en uno de los pasillos del mercado encontramos tomando mate a don Antonio Godoy, vendedor de tabaco desde hace 77 años, comenzó con su padre cuando tenía 7 años.

Lea más: Lazo verde: padres encenderán velas y lanzarán globos en repudio a lo ocurrido en colegio de Lambaré

Don Antonio Godoy comenzó a trabajar en el Mercado 4 a los 7 años aproximadamente, allá por 1945. Foto: Nadia Monges.

“Yo vine al mercado allá por 1945, cuando era mita’i, antes de la revolución civil del ‘47 ya estaba trabajando. Siempre nos dedicamos a la venta del tabaco porque era el negocio de mi papá. Pero yo comencé vendiendo verduras y mandioca cuando era niño, pero luego cuando mi papá murió yo me encargué del negocio. Este puesto está casi al lado del que fue el local de Aldito Comercial, que en dos oportunidades se incendió, y la segunda consumió por completo. Yo soy mercadero eterno, más de 70 años”, indicó.

“Dios me mostró en sueño para vender remedios yuyos”

Uno de los rubros más conocidos y populares del Mercado 4, luego de las frutas y verduras, es de hecho la medicina natural. Entre las vendedoras más antiguas está doña Julia Torres que hace 43 años trabaja en el Mercado 4. Indicó que con 18 años comenzó primero como vendedora, hasta que luego se quedó sin trabajo y por la providencia de Dios que le mostró en sueño, comenzó a trabajar en el rubro de medicina natural.

Doña Julia Torres lleva más de 43 años trabajando en el mercado. Foto: Nadia Monges.

“Entregué mi vida y juventud trabajando en el Mercado 4 hasta ahora. Un día, me quedé sin trabajo y por la gracia y misericordia de Dios, Él me mostró en mi sueño para vender remedios yuyos y hasta hoy en día vendo y me va muy bien. Con este trabajo mantengo a mi familia, de este trabajo estudiaron mis hijos, uno de ellos hoy en día se recibió de topógrafo”, indicó.

“Gracias a mi mamá yo estoy trabajando acá”

El Mercado 4 comenzó su actividad comercial con las vendedoras de frutas y verduras que llegaban desde el interior del país. En muchos casos, este rubro continúa gracias a la herencia familiar, como es el caso de doña Bernarda Román, más conocida como “Ña Lucy”, que lleva trabajando desde niña hace más de 40 años, cuando su madre la trajo para ayudarla en su puesto de ventas de frutas y verduras.

Ña Lucy es otra de las vendedoras que desde muy niña, cuando apenas aprendió a sumar y restar, comenzó a ayudar a su mamá en la venta de verduras, hace más de 40 años. Foto: Nadia Monges.

“Gracias a mi mamá yo estoy trabajando acá, y gracias a Dios nos está yendo muy bien. Gracias a mi trabajo crié y eduqué a 3 hijos. Con mi mamá vinimos todos sus hijos a trabajar en el mercado, pero yo soy la que continúo con el puesto, porque los demás ya tienen sus negocios”, comentó.

“Estos años nos ha ido bien, no me puedo quejar”

Recorriendo los pasillos del mercado encontramos a don Leandro Galeano, un hombre que ya peina canas, pero aún con mucha fuerza sigue firme en su puesto de venta de panificados. Indicó que trabaja en el rubro hace más de 35 años.

Puede leer también: Asesinan a tiros a un mecánico de motos en zona de frontera

Leandro Galeano lleva trabajando en su puesto de venta de panes más de 35 años, aunque al principio tenía un puesto de comida rápida. Foto: Nadia Monges.

“Con mi familia comenzamos a vender hamburguesas, panchos acá en el Mercado 4, y luego mis hijos se quedaron a cargo de ese negocio y yo me dediqué a vender panes, galletas y productos secos. Estos años nos ha ido bien, no me puedo quejar, yo compro de la fábrica los panes y luego los traigo a vender aquí en mi puesto, la gente ya me conoce y tengo mi clientela”, expresó.

“Como en todo, cuando comenzamos fue difícil”

Uno de los emblemáticos espacios del Mercado 4 es la Feria de los Bolivianos, donde la colectividad boliviana se dedica a la venta de prendas de abrigo. Uno de sus comerciantes Luis Riveros comentó que trabaja en el mercado hace más de 25 años. Indicó que primero vino su esposa y luego llegó él al país.

Luis Riveros contó que llegó al Paraguay hace como 25 años y junto a su esposa fueron los primeros comerciantes de la Feria de los Bolivianos. Foto: Nadia Monges.

“Cuando comenzamos éramos unas 10 a 15 personas, y así fuimos creciendo. Como en todo, cuando comenzamos fue difícil. Pero actualmente estaremos unas 1.000 personas entre familia y colegas trabajadores, pero también estamos esparcidos por otros departamentos del país que se dedican a otros rubros, también hay zapateros, médicos, costureros, que estamos trabajando gracias a la solidaridad de los paraguayos”, dijo.

“De todo pasamos nosotros acá en el mercado”

Otro punto típico del Mercado 4 es el Paseo de los Yuyos, ubicado sobre las calles República Francesa, entre Pettirossi y José A. Flores. Entre las vendedoras encontramos a la señora Leovigilda de Cabañas, que lleva trabajando en el lugar hace 22 años, con sol, lluvia, frío, calor, ofreciendo sus productos a los que pasan.

Le puede interesar: Directores no pueden justificar por qué no cumplen protocolos por abuso, afirman

Con mucho orgullo Leovigilda de Cabañas comentó que ya sea con sol, calor, frío o lluvia trabaja hace 22 años en el mercado en la venta de remedios yuyos. Foto: Nadia Monges.

“Hace 22 años que estoy aquí en el mercado, día a día nos dedicamos a vender nuestros remedios yuyos procurando salir adelante. Si bien la pandemia nos afectó muchísimo, pero igual continuamos, porque tengo que sacar adelante a mi familia, tengo 5 hijos y gracias a mi esfuerzo ellos están estudiando, y hoy en día trabajando. Con lluvias, frío o calor, de todo pasamos nosotros acá en el mercado, pero igual seguimos”, indicó.

Lea además: Colegio de Lambaré niega actuación irregular y condena la “publicidad” del presunto abuso sexual

Dejanos tu comentario