Alumnos de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNA denuncian el probable retorno de los hermanos Emiliano y Jaime Ibarrola, médicos traumatólogos con funciones asistenciales y docentes del Hospital de Clínicas sumariados en el año 2016. Los mismos solicitaron su reincorporación al Hospital de Clínicas mediante una nota escrita en el 2020.
Ambos fueron acusados de planillerismo, también de realizar nombramientos a cargos de jefatura a personas sin contar con la preparación correspondiente, además de irregularidades en la adquisición de equipos médicos, licitaciones, cobro de aranceles, entre otras cosas.
“Los estudiantes aguardan que el litigio se lleve en forma, sean transparentes y que no se intente sobrepasar los debidos procesos legales implicados. Nos oponemos a toda irregularidad que hubiere”, indicó un estudiante para la Nación.
Las denuncias se realizaron en los años 2015 y 2016. En el ámbito académico sobresalen la apertura de mesa examinadora “Ad referéndum”, irregularidades en la maestría en salud pública y administración hospitalaria, manejo irregular de procesos de aprobación de protocolos de tesis.
Por otra parte, en el ámbito administrativo y de gestión sobresalen la modificación de la carga horaria, el nombramiento como jefe de departamento a personas sin títulos universitarios, nombramientos como docentes a personas sin cargos docentes y una estudiante con rubro permanente, cobro de aranceles de la Dirección de Investigación de la Facultad de Ciencias Médicas (FCM), etc.
“El sumario está en pausa debido a una medida cautelar que ellos solicitaron por medio de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), tiene una medida cautelar impuesta por los sumariados a través del CSJ por lo que el proceso solo puede reanudarse una vez que dicha medida sea levantada por ellos. Sobreseer el sumario depende del consejo directivo de la FCM UNA”, explicó el estudiante.
Ambos médicos fueron apartados del cargo al iniciarse el sumario en su contra, no fueron echados por la institución. Lo llamativo es que dicho sumario está pausado hace ya seis años, mientras siguen percibiendo un salario por la entidad educativa; Jaime Ibarrola percibe G. 28.160.000 y Emiliano Ibarrola G. 15.510.000.
Lea también: Tras lo ocurrido en el colegio de Lambaré, aparecen denuncias similares