Luego de que se diera a conocer la denuncia de abuso sexual contra un alumno de solo 6 años, que fue víctima de otros menores de 15 años dentro de una institución educativa de Lambaré, saltan a la luz decenas de cuestionamientos de cómo ocurrieron los hechos y, por sobre todo, se pone en duda la buena crianza que los chicos están recibiendo en las casas.
Para la psicóloga clínica Laura Bogado, los dos años de pandemia hicieron que los menores estén en contacto directo con redes sociales y al mundo del internet, lo que hace que se abran ventanas para los abusos. “Esto es consecuencia de todo lo mal que estamos criando a nuestros hijos y dentro de esta mala crianza está la falta de atención”, detalló la especialista en entrevista con el programa “Cuenta final”, de radio Universo AM/Nación Media.
Resaltó que dentro de esta malcrianza y falta de atención está el consumo de pornografía por parte de los menores, lo que hace que tengan tendencia a cometer este tipo de abusos. “El consumo de pornografía está en las manos, a un clic de poder visualizar o escuchar”, dijo muy preocupada la profesional.
Manifestó que anteriormente era bastante difícil que los menores accedan a la pornografía, ya que era vendida en revistas, mediante canales televisivos especiales, entre otros, pero hoy al tener acceso a un teléfono celular o computadora con internet ya se tiene acceso. “Todo esto los está hipersexualizando y afecta en el desarrollo neurológico, desarrollando trastorno de hipersexualidad”, confirmó.
Afirmó que al tener acceso a estos contenidos se vuelve costumbre para los chicos y desencadena las situaciones como la ocurrida con el pequeño. “Nadie nace con el trastorno de hipersexualidad, sino que se va haciendo. Son los factores ambientales los que hacen que un chico pueda desarrollarse de esta forma”, aseveró.
La profesional resaltó que estos factores ambientales se dan dentro del ambiente familiar o académico, que son las primeras escuelas de los menores. “Donde nos enseñan los principios y nos dan las herramientas necesarias para crear los valores que se usan a lo largo de la vida”, mencionó.
Así también, destacó que llama mucho la atención que hayan tantos menores involucrados y que existe ese acto de que adolescentes sometan a otro menor. “Me asusta que menores de 15 años tengan el atrevimiento de someter a un niño de 6 años sin medir esas consecuencias. Esa falta de empatía, principios, educación e indiferencia total”, resaltó.
Agregó que se debe saber de qué familia provienen estos victimarios y qué pasa con estos chicos, de dónde proviene ese acto que cometieron. “Hay que tener en cuenta que no estaban consumiendo nada y que el hecho no ocurrió dentro de una discoteca, estaban en una institución educativa, donde todo fue planeado. Hay muchos factores a tener en cuenta”, dijo.
Por último, Bogado expresó que estos adolescentes por un lado también son víctimas de la falta de valores, educación y cuya juventud está sentenciada con el hecho que acaban de realizar. “Es para tenerles pena a ellos y a la familia. Hay muchas aristas que observar en este caso”, señaló.