El hígado graso que tiene que ver con el estilo de vida que uno está llevando y está vinculado al sedentarismo, al consumo de alcohol, a la obesidad, a la acumulación de grasa en el abdomen, a la diabetes, al colesterol, a la presión alta.
Desde el Departamento de Gastroenterología y Endoscopía Digestiva del Hospital de Clínicas señalan que los pacientes con esta patología llegan en un estado ya deteriorado, por lo que instan a la población a mantener una vida sana, ya que es la manera de prevenir este problema.
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“Ese tipo de problemas terminan generando una situación en el organismo que hace que acumule grasa y no es una enfermedad independiente al hígado. Uno puede revertir por completo su hígado graso si corrige ciertos factores de riesgo y la prevención es mantener una vida sana, manteniendo un peso adecuado para la estatura, manteniendo un plan de ejercicios semanales y llevando un estilo de vida saludable”, dijo el Dr. Marcos Girala, hepatólogo, en comunicación con La Nación-Nación Media.
Instó a las personas fijarse más en la balanza, en el peso que concuerde con la altura, ya que algunas personas creen dejar de comer ciertas comidas como frituras por ejemplo, que si bien ya es un buen paso, para revertir el hígado graso, pero si exagera con los panificados, igual estará acumulando grasa.
“El sobrepeso y la obesidad acumulan grasa, producto del consumo de bebidas azucaradas y el abuso con hidratos de carbono que son la harina y los azucares que hacen también que uno acumule grasa en el hígado, así que hay que llevar un estilo de vida sana, tener peso adecuado con ejercicios”, refirió.
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“Lo que ocurre muy a menudo es que el hígado graso se descubre en una ecografía hecha por otro motivo, mucha gente tiene molestias abdominales, tiene pesadez después de comer, tiene molestias de gases y en la investigación que se hace para saber si hay o no problemas abdominales se encuentran de forma inadvertida el hígado graso porque no da síntomas generalmente”, señaló.
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El hígado graso se convirtió en una de las principales causas de cirrosis en los países desarrollados, donde hay muchos problemas de obesidad; los virus tienen tratamientos, pero el hígado graso no. La grasa en el hígado puede ser inofensiva y servir de aviso de que ese paciente puede estar en riesgo de tener un infarto o un problema vascular, porque todos estos factores llevan también a problemas cardiovasculares, aseguró el Dr. Girala.