El calamitoso estado de la avenida Mariscal López en las inmediaciones del Hospital de Clínicas genera protestas de la ciudadanía debido a profundos baches y agua servida, que representan los principales obstáculos para el tránsito. Reparar el tramo que une Asunción con la ciudad de Fernando de la Mora es el reclamo insistente de los automovilistas que a diario se movilizan por esta avenida.

“Esta es una zona ya conocida lastimosamente por los baches y el pésimo estado de esta avenida que conecta Fernando de la Mora a Asunción y atraviesa varios barrios importantes”, destacó la periodista Angélica Giménez del canal GEN y Universo 970 AM/Nación Media, mientras se mostraban imágenes que respaldan sus afirmaciones. Puntualmente, el inconveniente se reporta desde el Hospital de Clínicas hacia Asunción donde “los baches son desastrosos”.

Te puede interesar: Denuncian maltrato físico y exigen reducción de la carga horaria en el IMT

Uno de los puntos conflictivos es Mariscal López casi Mateo Estigarribia, a unas cuadras de un conocido supermercado. Allí el asfalto está cortado por la mitad, generando un embotellamiento para los vehículos que deben sortear el lugar enfilando hacia el paseo central para evitar caer en los pozos.

“Aquí la particularidad es que, además de haber baches, cráteres, también hay agua acumulada, que proviene de alguna pérdida importante, porque en los últimos días no tuvimos precipitaciones y para decir que es agua de lluvia, no lo es”, dijo la reportera. Los cráteres son enormes y ocupan media calzada, por lo que en los días de lluvias pueden convertirse en una trampa mortal para los conductores que no conocen la zona.

Leé también: Se recomienda no automedicarse ante síntomas asociados a la mala calidad del aire

¿Dónde queda la empresa Cospel SA, en la que figura una bella señorita y el cuñado del actual intendente de Villa Elisa que se adjudicó una treintena de obras en la ciudad de la nada, en tiempo récord, gracias a los hermanos Sergio y Ricardo Estigarribia? Las direcciones que figuran en los documentos oficiales no llevan a ninguna constructora y la responsable de la Unidad Operativa de Contrataciones, es decir, la funcionaria encargada de tramitar las licitaciones no supo brindar información al respecto, pese a que gestionó una treintena de contratos por excepción y de manera directa a favor de la privilegiada sociedad del cuñado de su jefe. Más grave aún es el estado en el que se encuentran las calles que forman parte de las obras facturadas y que están minadas de pozos, roturas.

• Por Rossana Escobar M.
• rossana.escobar@nacionmedia.com

Con dinero de los con­tribuyentes de Villa Elisa, recursos pro­venientes del Fondo Nacio­nal de Inversión Pública y Desarrollo (Fonacide) y los royalties, los hermanos Sergio Estigarribia Medina (intendente) y Ricardo Esti­garribia Medina (actual gobernador de Central) mejoraron las ganancias de su constructora mimada, no así el estado de las calles que mandaron reparar a la con­tratista y que están minadas de pozos, roturas, etc.

Cospel SA es la construc­tora que el clan Estigarri­bia estrenó como contra­tista en la Municipalidad de Villa Elisa en 2022, inme­diatamente después de figurar como accionistas una modesta joven de Villa Elisa de nombre Natalia Magalí Duarte Yeruta y el cuñado del intendente Ser­gio Estigarribia, de nombre Eduardo Manuel Mendoza Amarilla.

Natalia Magalí Duarte Yeruta es pareja de Ángel Gustavo Talavera, tam­bién modesto funciona­rio de la Municipalidad de Villa Elisa que percibe G. 3,5 millones de sueldo como ordenanza del intendente. Mientras que Eduardo Manuel Mendoza Amarilla es hermano de la esposa del jefe comunal, María Esther Millán Ama­rilla. Es así que los bene­ficiarios de los contratos que fueron adjudicados de manera directa y por vía de la excepción son parte del clan Estigarribia.

Las rendiciones de cuen­tas del Fonacide y de los royalties proveídos por la Contraloría General de la República (CGR) y otros pocos publicados en el por­tal de la Dirección Nacional de Contrataciones Públi­cas (DNCP) registran una treintena de adjudicacio­nes a la empresa de la bella señorita y el cuñado que suman G. 3.733 millones en menos de dos años.

Nuestro equipo de investi­gación hizo un recorrido por algunas de las calles cuyas reparaciones y manteni­mientos fueron adjudicados a Cospel a través de los royal­ties y nos encontramos con la triste realidad de que se encuentran en estado desas­troso, con predominio de profundos baches, mientras todavía se pueden observar en las murallas y los pos­tes de la Ande afiches de la campaña de Sergio y Ricardo Estigarribia.

La calle Oceanía de Villa Elisa, cuya reparación y mantenimiento fue adju­dicado en varias ocasiones en dos años, tiene mina de baches. Los vecinos dicen que las reparaciones de esta calle prácticamente son con fecha de vencimiento, los trabajos son reiterados, pero no hay solución.

La calle Luis Alberto del Paraná, para la cual se adju­dicó a Cospel la reparación y sellado de hormigón a fines de octubre pasado, se encuentra en un estado lamentable, llena de baches. Un vecino nos comentó que el pozo que le afecta a la entrada de la vivienda “está así desde el año pasado”, no se arregla.

Así, varias otras calles cuyos arreglos fueron adjudicados a la empresa donde figura el cuñado y la joven de Villa Elisa, no registran mejoras.

No existe ninguna empresa constructora en las direc­ciones que figuran en los documentos oficiales, como de declaraciones juradas de bienes y rentas, contratos de adjudicación, registros de la DNCP, etc.

Nuestro equipo hizo varios recorridos a lo largo de las calles que se mencionan en los documentos, consul­tamos con vecinos de esas zonas, pero nadie conoce a Cospel SA.

Fuimos hasta la Municipali­dad de Villa Elisa para con­sultar sobre la dirección de la constructora y conversa­mos con la responsable de la Unidad Operativa de Con­trataciones, Laura Noemí Delvalle, pero la funciona­ria se ocupó más bien en pegar la vuelta por el mundo de las contrataciones públi­cas con explicaciones de cómo funciona el proceso, pero no supo confirmar la dirección de la construc­tora mimada. Al ser insis­tida, solo atinó a decir: “Y está en el contrato”.

Además de la joven pareja del ordenanza y el cuñado de Sergio Esti­garribia, hay otro gran cuñado detrás de empresas adjudicadas con Fonacide y royalties en la Municipalidad de Villa Elisa, principal­mente en los tiempos del hoy gobernador Ricardo Estigarribia.

Ricardo Fernández Campuzano, pareja de Gladys Zunilda “Nuni” Medina Galeano, hermana criada por la familia Estigarribia, según documentos de la Abogacía del Tesoro del Ministerio de Economía, registra 44 % de las acciones en la proveedora de almuerzo escolar Asispar SA, que se adjudicó contratos que suman cerca de G. 2.000 millones.

En Asispar SA también aparece Rosa Nathalia Zena con el 46 % de las acciones. La mujer es pareja de Víctor Manuel Núñez Samaniego, un funciona­rio del Ministerio de Hacienda que figura como síndico en actas de asamblea de la citada proveedora y es socio de la familia del intendente y el gobernador en otra empresa en la que registran millonarios aportes en efectivo.

Llamativamente en las declaraciones juradas del funcionario de Hacienda, presen­tadas ante la Contraloría, no figuran estos negocios con el clan Estigarribia.

El gran cuñado Ricardo Fernández Campuzano, multifacético, hizo otros negocios con la Municipalidad de Villa Elisa, gracias al clan Estigarribia. Fac­turó por servicio de aseo, mantenimiento, reparaciones y mecánica en gene­ral a través de dos empresas: Automecánica Ricard y Aaron, ambas fijan dirección en un mismo lugar.

Hace casi seis meses conductores y pobladores de Ñemby, así como también de San Lorenzo, se arriesgan ante el gran peligro que representa ante un gran bache que se formó sobre la avenida Pratt Gill, en su intersección con la calle Padres Unidos. Los vehículos tienen un cuarto de calzada para circular, situación que ya provocó más de un accidente grave.

Este bache se encuentra ubicado en la frontera entre las ciudades de Ñemby y San Lorenzo, la está avenida es usada como desvío de camiones pesados, que no pueden pasar por el túnel de Tres Bocas, lo que la convierte en la más transitada y abandonada de la zona.

Según manifestación de los pobladores, este bache es algo de nunca acabar en la zona y que con cada lluvia empeora la situación. “Hace meses estamos así, cada vez que llueve empeora la situación”, dijo Tania Franco, en entrevista con La Nación/Nación Media.

Agregó que anteriormente al menos tenían media calzada para circular, pero que con las últimas lluvias quedó accesible solo un cuarto de calle. “Los vehículos forman largas filas para poder pasar, porque ya no hay carril, algunos se lanzan al pozo. Muchos vehículos ya se quedaron ahí”, manifestó.

Te puede interesar: Nuevo viceministro promete terminar con las reguladas de buses

En enero de este año se produjo un grave accidente en el lugar, luego de que un camión cisterna, de los que desaguan cloacas, intentó cruzar el bache pero terminó volcando, aplastando a dos vehículos que pasaban por el pequeño carril que estaba en buen estado.

“Aquella vez aplastó a dos vehículos y hubo cuatro personas heridas”, resaltó Catalina Torales, otra pobladora, a LN. Hasta la fecha, en el sitio se puede apreciar uno de los rodados que fue aplastado por el camión y que también obstaculiza el tránsito.

Los pobladores piden a las autoridades que se encarguen de reparar la avenida Pratt Gill, porque en cualquier momento puede ocurrir otra tragedia de gran envergadura. “Por acá pasan camiones de gran porte, que llevan contenedores enormes y es un peligro, más aun por las noches”, señaló.

Franco indicó que en varias oportunidades vecinos intentaron tapar el bache con arena y escombros, pero no dura porque es altamente concurrida. “Necesitamos una solución y pedimos a las autoridades que hagan algo, que se acerquen para ver la mala condición de la avenida”, puntualizó.

Leé también: Luque: guardias y transeúntes frustraron robo de motocicleta en supermercado

Una verdadera tortura se convierte transitar por la ruta departamental Toledo Cañada, que une el centro de la ciudad de J. Augusto Saldívar con la Ruta Py 02, por lo que abarca también territorio de Capiatá. Enormes baches, arena, agua servida y la falta de veredas convierten a esta transitada ruta en una trampa mortal no solo para automovilistas, sino especialmente para peatones.

Pero no solo los pobladores de la ciudad de J. Augusto Saldívar y Capiatá soportan el pésimo estado de la ruta departamental 72 (D072”), más conocida como Toledo Cañada, sino además las personas que habitualmente la utilizan esa vía para cruzar desde la ruta departamental 72 (ex ruta 1), con la ruta Py 01.

Los vecinos de las comunidades Vista Alegre, San Antonio, Virgen del Rosario, 4 de Octubre, San Ramón, El Futuro, Santa Lucía, Virgen del Carmen, Toledo Cañada y otros, a diario deben padecer el suplicio de transitar por esa calle que parece haber sido bombardeada, debido al calamitoso estado en que se encuentra.

Esta ruta fue asfaltada en el año 2010, y tras la fina capa de asfalto que colocó el Ministerio de Obras Públicas, en ese entonces bajo la administración de Efraín Alegre, no volvió a ser recapada, quedando actualmente en condiciones deplorables.

Te puede interesar: Fiscal pide prisión de hombre con cinco denuncias por violencia contra exparejas

“El estado de abandono en el que se encuentran los caminos de Central resultan lamentables. No vas a encontrar un solo camino en buen estado. Si vas por Rojas Cañada, está igual o peor que Toledo. Parece que a las autoridades no les importa lo que sufren los vecinos. No hay vehículo que aguante, incluso a los colectivos que son grandes, les cuesta pasar en los lugares donde están muy feos. Acá nomás, a dos cuadras, el empedrado está a la vista, los pozos son enormes. Es una vergüenza”, comentó Rodrigo Mancuello, uno vecino que vive en las cercanías del Club Independiente.

Los vecinos no solo reclaman a la Municipalidad de Julián Augusto Saldívar y Capiatá la reparación de la importante vía, sino además a la Gobernación del Departamento Central, considerando que se trata de una ruta distrital, cuyo mantenimiento debe estar en manos de la gobernación.

Podes leer: Se incautan de tragamonedas con las que niños jugaban de forma clandestina