Ciudad del Este. Agencia Regional.
La chipa es el centro de toda atención en las reuniones familiares de esta Semana Santa en el país, más allá de cuál religión se profesa o no. Algunos las compran, las chiperías viven sus días de negocio floreciente, pero la preparación del alimento tradicional en las casas es el punto de unión entre familiares, vecinos y amigos.
En el Hogar Infantil Santa Elena de Ciudad del Este, en la idea de hacer que niños, niñas, adolescentes, tengan lo más parecido a una convivencia familiar en armonía, también se impulsa la preparación de la chipa todos los años y recurriendo al tatakua para la cocción. La Nación/Nación Media visitó el hogar y encontró en plena tarea a sus integrantes.
Enormes recipientes estaban llenos de masa y tanto niños, niñas, adolescentes y jóvenes, junto a sus tías, estaban en plena faena. Sebastián quería hacer la forma de un gatito, pero se afanó primero en hacer una viborita que una y otra vez mezcló de nuevo hasta convencerse de la forma. Otras niñas mostraron tener agilidad para la chipa.
No se trató solamente de juntarse en familia frente al tatakua y proceder al preparado y amasado para la chipa de estilo tradicional, sino que también se ocuparon de que sean usadas las hojas de banana dentro de las bandejas para proceder a la cocción dentro del tatakua.
En el campo sigue siendo de mucho uso este sistema de cocinado de las chipas para evitar que se peguen a los recipientes y para darle una mejor consistencia a la masa. Los niños se encargaron de recoger las hojas, los jóvenes las cortaron y todos prepararon los recipientes con las hojas para entregar al grupo que las llenaba de la masa. Elena Tindel, directora del Hogar HISE, y la psicóloga Beatriz Núñez, dirigieron todo el operativo y especialmente el manejo del tatakua.
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“Todos los años tratamos de mantener la tradición con ellos, cuando llegan estos días están emocionados porque se juntan para hacer la chipa, tienen tiempo libre para compartir, jugar y ellos saben que de cualquier lugar vamos a sacar los ingredientes”, dijo la psicóloga. Admitió que los niños extrañan a sus familias, pero que están muy bien contenidos emocionalmente y los más grandes saben sus historias como también lo que no les gusta. Tindel indicó que en la tarea de hoy está involucrada parte de su familia para que todos los niños, niñas y adolescentes se sientan como una casa tradicional.
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