Por Viviana Orrego, periodista (viviana.orrego@nacionmedia.com)

El Viernes de Dolores, que se conmemora mañana en el calendario de la religión católica, es una fecha en la que se recuerda el dolor de la Santísima Virgen María, como madre que ve a su hijo Jesucristo morir en la cruz. Se recuerda en esta fecha los siete dolores de María desde el nacimiento del niño Jesús.

“La recordación del Viernes de Dolores se relaciona con María Santísima. Hay una tradición que se viene viviendo en las iglesias que marca el sentido del Viernes de Dolores cuando los fariseos, escribas y las autoridades judías ya deciden matar a Jesús, que es un poco la raíz de recordar el Viernes de Dolores y al mismo tiempo es el cierre de toda la Cuaresma”, explicó el padre Víctor Manuel Giménez de la parroquia Virgen de Fátima de Villa Morra en comunicación con La Nación-Nación Media.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

El Viernes de Dolores siempre se relacionó con María incluso en 1472 el papa extendió la fiesta del Viernes de Dolores y la advocación a la Virgen de los Dolores como una devoción universal para recordar todas las penas y todas las angustias de María en relación a su hijo durante la Semana Santa.

Lea más: Domingo de Ramos: vendedoras destacan buena venta de pindo karai en el Mercado de Abasto

El papa Pío VII en 1814 instauró como la fiesta de la Virgen de los Dolores el 15 de setiembre, es decir, este Viernes de Dolores es la introducción a la Semana Santa en relación a María, pero se convierte en una fiesta como una advocación patronal de María que se lleva al 15 de setiembre. En esa fecha se recuerda a la Virgen de los Dolores y en toda la Semana Santa la protagonista es la Virgen de los Dolores con su vestimenta negra que simboliza el luto por el dolor que va a pasar.

“La vestimenta negra representa luto y todo el dolor que va a pasar María como madre y representa también el dolor de todas las madres del mundo por el sufrimiento de sus hijos. Desde el punto de vista bíblico se habla de los siete dolores de María que van desde el nacimiento de Jesús, en el que María, el niño y José deciden huir de Egipto por la amenaza de muerte de Herodes”, dijo el padre Giménez.

El viernes de dolores siempre se relacionó con María, incluso en 1472 el Papa Benedicto XXIII extendió la fiesta del Viernes de Dolores y la advocación a la Virgen de los Dolores. Foto: Ilustrativa.

El primer dolor de María se relaciona con la profecía de Simeón en la presentación del niño al templo, cuando María, el niño y José van al templo a presentarse y salen profetas, uno de ellos Simeón, quien le dijo a María: “Una espada atravesará tu corazón con este niño”, que fue un preludio del dolor que va a pasar María por la pérdida de su hijo.

“Simeón le dijo que la muerte de Jesús va a ser peor que una daga que atraviese su corazón. Ninguna madre en el mundo espera que su hijo se desprenda, se desgarre y pierda la vida antes que ella, es un dolor muy grande. El segundo dolor de María es cuando deciden huir de Egipto por la amenaza de muerte que ya tenía Jesús ante Herodes”, relató.

El tercer dolor de María es cuando Jesús se pierde en el templo cuando se van a cumplir una devoción en Jerusalén. Estos dolores, María va guardando en su corazón. El cuarto dolor es el encuentro de María con Jesús con la cruz a cuestas camino al Calvario, donde acompaña a su hijo en este doloroso itinerario.

Lea también: Cirios pascuales hechos con amor, fe y gratitud por una gracia recibida

“El quinto dolor de María es la crucifixión, ver a su hijo crucificado ya en agonía y todo lo que va a significar su muerte para los judíos, ya que morir colgado de un madero es un signo de maldición y toda esa presión lo vive María en su corazón, sabiendo que aquel que vino a bendecirnos en una gran contradicción está muriendo como un maldecido en la cruz”, continúa el padre Giménez.

El sexto dolor de María es la lanza que recibe Jesús ya muerto, que le abre el costado. Representa un signo de violencia que va al corazón de María y de la humanidad misma. Sin embargo, este dolor después va a convertirse en el nacimiento de la iglesia donde sale agua y sangre que más tarde se convertirán en signos del sacramento de la iglesia católica.

“El séptimo dolor de María es bajar a su hijo de la cruz, ahí está un signo muy hermoso que se llama Tupãitu, el besar el cuerpo de Jesús. María baja al hijo y lo besó y le dice sangre de mi sangre, cuerpo de mi cuerpo, donde reconoce a su hijo como parte de ella y lo besa a pesar de estar ensangrentado”, dijo.

Podés leer: Dinatran no liberará horario de buses durante la Semana Santa

Déjanos tus comentarios en Voiz