Vecinos del barrio Laurelty de la ciudad de San Lorenzo organizan para hoy martes una manifestación para que sus reclamos se hagan públicos. Piden que tanto el padrastro de la niña desaparecida en Emboscada, Reiner Helmut Oberuber, como la madre de la misma, Lilian Zapata, dejen de ser parte del barrio.

“Estamos invitando a los padres de colegios aledaños que son 4 y 2 condominios más que están cerca, donde también hay muchísimos niños. Es una invitación para sumarse hoy a las 15:15 con bocinazos pidiendo que de alguna manera esa pareja se pueda trasladar de domicilio”, comentó una de las organizadoras en contacto con La Nación-Nación Media.

Dijo que como padres tienen temor por las represalias que puedan ocurrir. “La sospecha que tiene especialmente el señor Oberuber está justamente relacionada con delitos contra los menores. Hay muchos niños en los alrededores, no solo en el condominio. En el condominio tenemos más de 30 niños y adolescentes”, agregó. En julio de 2020, el Ministerio Público amplió la imputación contra Oberuber por el hecho de pornografía infantil.

Indicó que quisieron hacerlo de esta forma con el apoyo del barrio para resguardar de alguna manera la identidad de las personas para que no haya ningún riesgo de que se pueda tomar una represalia puntual con alguien. “La única forma que nosotros vimos de hacer algo y que se puedan involucrar otras personas sin temor a represalias era pidiendo con bocinazos que se cambien de domicilio esas personas”, sostuvo.

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En otro momento, la entrevistada se refirió a declaraciones del abogado de Oberuber, Max Narváez, quien indicó que había una mano negra detrás de la movilización y que había una persona puntual que les estaba pagando para hacer este escrache en contra de su cliente. “Quiero dejar bien en claro que no hay ninguna mano negra, nadie nos está pagando, somos los padres que nos estamos organizando y la financiación de todo esto sale de nuestros bolsillos”, enfatizó.

Aseguró que no tienen nada en contra de Oberuber, sino que es en contra del riesgo que implica que una persona que tiene una acusación en un hecho tan grave contra los niños esté viviendo rodeado de niños. “Si hubiese sido Juan de los Palotes, el reclamo hubiera sido exactamente el mismo porque es el hecho, no es tanto la persona”, resaltó.

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