Froilán Benegas (28) estaba a punto de tirar la toalla esa tarde del martes por culpa del temporal; creía que no llegaría a destino en medio de la severa lluvia que caía, más aún porque su inseparable moto andaba con algunos desperfectos que lo obligaron a detenerse dos veces por el camino, lo que puso en duda la continuidad de su viaje.
Iba desde su casa de la ciudad de J. Augusto Saldívar hasta Asunción para hacer el relevo como sereno de un edificio de departamentos de un coqueto barrio sobre la avenida Molas López, donde una vez por semana trabaja en el horario de las 18:00 hasta las 6:00.
El hombre de 28 años contó que su moto paró, pero tras unos toques aquí y allá volvió a arrancar y anduvo por unos cuantos kilómetros más. Cuando creía que todo iba bien, esta vez la rueda le jugó una mala pasada. “Lo que sí que llegué a mi trabajo sin cámara, así con la llanta nomás. Yo creí que no iba a llegar porque el tiempo estaba demasiado feo y mi moto ya no respondía casi”, relató en comunicación con La Nación/Nación Media.
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Si no fuera porque la tenacidad es uno de los rasgos más fuertes de su personalidad, este joven padre de dos niños no habría estado en el momento justo para protagonizar una de las hazañas más heroicas y conmovedoras y rescatar así del infortunio a un chico, Renato, de 9 años, que se aferraba a la vida agarrado de un árbol en medio de un implacable raudal que se llevaba todo a su paso.
“Ni nunca esperé que esto iba a pasar. Yo llegué media hora tarde a mi trabajo por el mal tiempo y por culpa de mi moto y como media hora después pasó todo lo que pasó. Le vi a esa criatura ahí que quería cruzar al otro lado y yo le dije que se quedara nomás ahí. Busqué algo para atajarle y encontré una manguera de 15 metros por ahí que até por una columna y sin dudar me fui junto a él. La correntada me golpeó todo por las piedras que arrastraba, pero eso no me detuvo. Yo tenía que salvarle”, contó Froilán.
Dijo que, mientras se iba acercando al niño, le hablaba continuamente para que no se soltara del árbol, le decía que lo esperara, que ya estaba llegando junto a él. Cuando lo alcanzó, lo rodeó con la manguera y lo sostuvo alrededor de media hora hasta que el caudal del agua mermara y pudieran salir del punto en que se encontraban.
“Quería soltarse nomás ya”
A Froilán todavía se lo escucha muy conmovido tras el episodio, sobre todo cuando cuenta que el niño le decía que le deje nomás morir. “Me dijo que quería soltarse nomás ya porque ya no aguantaba más. El agua era demasiado fuerte y todas las cosas que arrastra golpeaban demasiado. A mí me golpeó todo y al nene mucho más porque es más chico. Yo le agarré de su brazo y le dije que pronto iba a pasar todo, pero que si teníamos que morir, íbamos a morir juntos porque yo no le iba a soltar. Aguantá un poco más, le dije al nene”, contó el héroe de Molas López.
Entre tanto, el video de la impactante escena del niño aferrado al árbol en medio del raudal recorrió como reguero de pólvora las redes sociales. Una gran desesperación cundió entre los internautas que se preguntaban si ya habían ido al rescate del menor. Fueron minutos de mucha angustia hasta que un segundo video recorrió los diferentes grupos de Whatsapp, donde ya se veía a un pequeño hombre que se enfrentaba a la fuerte correntada para salvar al chico, que resultó ser el hijo del senador colorado Sergio Godoy Codas.
Esta mañana, el legislador lanzaba un tuit en agradecimiento a la persona que hizo posible un verdadero milagro: “Eternamente agradecidos con Froilán y otros que salvaron a mi pequeño amor de una tragedia. Dios de seguro les compensará y nosotros le tenderemos una mano (imposible igual), pero la mayor posible”.
El guardia de seguridad confirmó que el senador le ofreció trabajar con su familia. “Esta mañana estuve en un canal de televisión. Y a eso del mediodía por ahí se fue junto a mí el papá del nene y me fui con él a su casa. Ahí le conocí a la familia, muy amables fueron conmigo. Desde el lunes voy a trabajar con ellos, le voy a cuidar a Renato. Estoy muy contento por eso”, indicó.
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El hombre remarcó que él nunca buscó ser famoso ni quedar bien con nadie. “Lo hice de corazón, porque yo ni sabía quién era el papá del nene. Yo no hago diferencias, a todos ayudo siempre, sea rico, sea pobre. Yo cuando vi que era una criatura no dudé ni un instante en ir a rescatarle. Y lo volvería a hacer muchas veces más”, manifestó con mucha convicción.
Retribuciones de todos lados
Pese a considerarse un hombre sencillo y de bajo perfil, el nombre de Froilán Benegas resuena hoy en todos los medios de comunicación y en las redes sociales por un acto de valentía y heroísmo digno de reconocimiento y admiración.
El humilde trabajador logró ganarse el corazón de todo el país, tal es así que particulares y empresas se pusieron en contacto con él para retribuirle por tan noble acción; hasta una moto nueva le obsequió un benefactor anónimo en la mañana de hoy.
También el conductor de radio y televisión Júnior Rodríguez tuvo la iniciativa de gestionar un nuevo móvil para Froilán en vista de que se había quedado sin moto. “Conversé con la gente de Alex SA y van a donarle una moto al señor Froilán Benegas, ya hablé con su señora y solo falta el celular nomás ya para completarle las cosas que le faltaban a este señor que realmente nos representa”, mencionó Júnior Rodríguez en contacto con canal GEN-Nación Media.
Vales de combustible, celular, alimentos y otros productos también recibió en pocas horas este joven padre de familia, quien hace diez años dejó su natal San Pedro del Ycuamandyyú y se vino a la capital en búsqueda de trabajo y de una vida mejor. Junto a Natividad Bazán (24) formó una linda familia; tienen dos hijos, una niña de seis años y un varoncito de un año.
Viven en el asentamiento Santa Rosa, camino a Toledo Cañada, en J. Augusto Saldívar. En su humilde vivienda recibieron en la tarde de este miércoles la visita del intendente de dicha localidad, Diego Alonso, quien le prometió ayuda para terminar la construcción de su casa como agradecimiento a su admirable hazaña.
“Yo no puedo creer que todo esto me esté pasando a mí, estoy muy contento. Realmente yo no quería que se sepa lo que pasó ni lo que hice, pero en las redes sociales se sabe todo enseguida”, dijo soltando una risa.
Pero Froilán ya había cobrado notoriedad al inicio de la pandemia del COVID-19 cuando en marzo del 2020, siendo empleado de una empresa de limpieza, denunció ante los medios que en el IPS no se les proveían insumos para desinfección de salas destinadas a personas aisladas. Por eso lo apartaron y entró en pleito judicial con la firma para la que estaba trabajando.
“Yo denuncié y me echaron por eso. Yo soy una persona que no habla mucho, pero cuando veo algo que no está en su lugar, digo las cosas sin miedo, así como son. También de esa forma actúo cuando hay que ayudar a alguien, sin pensar mucho voy para adelante”, dijo muy seguro.
“Y lo que pasó con el niño Renato, hoy recién pienso y digo que me siento orgulloso porque no dudé ni un segundo para ayudarle. Gracias a eso puedo decir que pude salvar la vida de una criatura, ese verdaderamente es mi mejor regalo”, finalizó.