Se nuevamente habilitada la Clínica del Sueño para el diagnóstico y tratamiento de trastornos respiratorios del sueño por la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Asunción (UNA), anunció el doctor Luis Montaner, jefe de la Unidad de Trastornos Respiratorios del Sueño, dependiente de la Cátedra de Neumología de Adultos del Hospital de Clínicas.
Indicó que con esto se estaría reactivando el servicio de polisomnografía o estudio del sueño, un examen que sirve específicamente para diagnosticar trastornos respiratorios del sueño, siendo el más frecuente el síndrome de apnea obstructiva.
Al respecto, explicó que la apnea obstructiva del sueño es una enfermedad muy común en donde la respiración se interrumpe mientras dormimos. Puede durar desde unos segundos a minutos y se manifiesta por síntomas como ronquidos, pausas respiratorias o ahogos durante el sueño.
Mala calidad de sueño
“El paciente con apnea está muy cansado y con mucho sueño durante el día por la mala calidad de sueño fragmentado a causa de estas apneas, que son pequeños ahogos que ocurren mientras duerme, interrumpiendo el sueño del paciente, lo que se traduce en una mala calidad de vida”, refirió.
El profesional indicó que aparte de somnolencia diurna, el paciente se vuelve irritable, tiene cefalea matutina, puede tener trastornos neurocognitivos como déficit de atención, cambios en la memoria, en la concentración, el aprendizaje, puede incluso ocasionar disfunción sexual en el sexo masculino y síndromes depresivos en los casos más severos.
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Montaner advirtió que lo preocupante de este síndrome de apnea estructural del sueño, es que si no se trata a tiempo, puede generar complicaciones cardiovasculares como hipertensión arterial sistémica, arritmias cardiacas, insuficiencia cardiaca, infarto agudo del miocardio. Mientras que a nivel neurológico complicaciones muy graves como accidentes cerebro vasculares (ACV), enfermedad de Parkinson y Alzheimer; por eso es fundamental que la población conozca de su existencia al ser un trastorno muy frecuente a nivel mundial.
“Hablamos de un 15 al 18% de la población que puede padecer la enfermedad y que no lo sabe. Es el paciente roncador que está cansado permanentemente, que se duerme en el volante, en la oficina o se duerme en una reunión. Bueno, ese paciente tiene alto riesgo de padecer apnea de sueño y por eso es importante hacer un diagnóstico oportuno y un tratamiento adecuado lo antes posible”, destacó.
Consultas
Si la persona o familiar ronca, amanece cansado o se queda dormido fácilmente durante el día, estamos ante un paciente con alta sospecha clínica de apnea de sueño, por lo que es importante consultar.
Las citas se solicitan por agendamiento al 0991 870-012, de lunes a viernes, en horario de 7:00 a 13:00. En tanto que para consultar, el paciente debe acercarse hasta la Secretaría de Neumología de Adultos, ubicado en el segundo piso del bloque de internados del Hospital de Clínicas.
Tratamiento
Cabe señalar que el tratamiento se basa en dos grandes aspectos, primero la utilización del CPAP (siglas en inglés para presión positiva continua en la vía aérea), que es un dispositivo portátil muy pequeño que le va enviando al paciente aire a presión positiva durante el sueño. Y el otro punto importante es el control del peso, el paciente tiene que paralelamente a la utilización del CPAP, controlar su peso y tratar de acercarse a su peso ideal.
La Clínica del Sueño del Hospital Escuela ofrece un estudio de poligrafía respiratoria, para lo cual el paciente debe dormir por una noche en el hospital. La Cátedra de Neumología cuenta con espacio físico al que denominan Laboratorio del Sueño, que es un dormitorio donde al paciente se le conectan unos sensores y a través de ellos se van determinando variables cardiorrespiratorias durante toda la noche, mientras duerme. Dura aproximadamente ocho horas y concluido ese tiempo, el paciente regresa a su casa.
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Posterior a eso se hace un análisis de todo ese registro nocturno, en periodos determinados de tiempo de sueño y se establece el índice de apnea por hora. Es decir, establece cuántas pausas respiratorias presenta el paciente por hora y así poder clasificar al paciente con apnea leve, moderada o grave. Luego, con base en ese diagnóstico se pauta un tratamiento específico con presión positiva continua en vía aérea superior, que consiste en que el paciente debe utilizar un equipo médico llamado CPAP que lo utiliza en su domicilio.
“Este equipo lo que hace es enviar aire a presión positiva a través de una mascarilla y el aire a presión lo que hace es formar un túnel, un manguito neumático en la porción de la garganta que es la que colapsa, por lo tanto lo estabiliza. Y al estabilizar esa garganta, el paciente deja de roncar y por ende de tener apnea, normalizando su calidad de sueño. Entonces el paciente se levanta fresco por las mañanas, ya no tiene somnolencias diurnas, mejora su humor, su memoria, impactando positivamente y de inmediato en su calidad de vida y a lo largo evita complicaciones cardiovasculares”, apuntó el profesional.