Tras lo sucedido este fin de semana en una discoteca, donde una joven resultó herida de gravedad en la cabeza a consecuencia de un corte producido por una copa que una persona identificada como René Olmedo lanzó al aire, habló la psicóloga Laura Bogado en el programa “Residentas de GEN” y aseguró que este tipo de hechos suceden a consecuencia del encierro y que la próxima pandemia será causada por enfermedades mentales.

“Esto es consecuencia de la pospandemia y esta es la segunda pandemia, todo lo que refiere a falta de salud mental, van a aumentar las crisis de pánico, van a aumentar las depresiones, todo lo que tenga que ver con enfermedad mental y he aquí el resultado. Empezamos a vivenciar todo esto después del tiempo pandémico”, refirió la profesional.

Luego de dos largos años de encierro, ahora con la reducción de contagios mediante las vacunas las personas vuelven a salir a los lugares de esparcimiento como discotecas, conciertos e incluso las clases presenciales en las escuelas y colegios, por lo que se experimenta nuevamente un cambio de vida, de hábitos. Volver a la normalidad costará debido a que fueron cambios violentos tanto cuando fuimos al encierro como ahora con la libertad de salir de nuevo, explicó.

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“Nos costaba hacer home office antes, pero ahora el volver a encontrarte con las personas, de lidiar día a día con su carácter, con sus manías, con sus problemas personales, la calle, sumado a eso el clima caluroso que altera a todo el mundo de por sí, de la economía que a todos nos está afectado, es un poco de todo. Esto es una conjunción del encierro, estamos muy cargados”, dijo.

Indicó además que tras permanecer en el encierro, las personas están muy ensimismadas y ya no saben controlar sus emociones y cada vez más salen a la luz episodios de ira. “Esas emociones negativas que no podemos más que rematar por otra persona. Cuando nos damos cuenta de que no estamos pudiendo controlar la ira ya hay un problema, yo tengo que saber hasta dónde puedo llegar. En la calle, por ejemplo, antes nos íbamos y lo máximo que hacíamos era un bocinazo, hoy no, las personas bajan, se desafían. Es como que remato contigo lo que a mí me pasa. Es evidente que no nos podemos controlar, tenemos impulsos agresivos y nerviosos a consecuencia del encierro”, insistió.

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