Un final inesperado y mucho antes de lo planeado. Esa es la historia de José Ariel López, el joven futbolista de 23 años que había llegado a Ucrania el pasado 5 de febrero, al club Pharma, en busca de su sueño más preciado: convertirse en un jugador de fútbol profesional.
En una entrevista concedida a La Nación, su padre contó que José proviene de una historia muy sufrida. Son de Acahay, departamento de Paraguarí, de la comunidad Costa Báez. Según don López, la vocación de José siempre fue el fútbol. “Desde muy chico iba a las canchitas del barrio a jugar con sus amigos, siempre estuvo detrás de la pelota”, contó a La Nación.
Su infancia estuvo marcada por varios sucesos desafortunados; primero el éxodo de su madre cuando José tenía solo 2 años y tiempo después un accidente automovilístico que dejó a su padre en silla de ruedas. “Yo estoy en silla de ruedas hace 24 años, cuando la mamá de José me dejó, él era muy chico, tenía 2 años pero tuvimos que salir adelante él y yo solos, se crió prácticamente con mis padres, abuela memby es”, refirió
Sobre la oportunidad que surgió en Ucrania, don López contó que se dio a través del entrenador de su hijo. “Un día surgió la propuesta y se animó, un amigo de mi hijo le dio la plata, compró el pasaje y se fue. El 5 de febrero llegó a Ucrania, él estaba muy contento, con mucha ilusión se fue”.
Don López contó que una semana después que iniciaron las prácticas en el club, llegó un comunicado en el que se pedía a todos los extranjeros abandonar el país de inmediato. “Cuando José me contó eso me dijo que 4 extranjeros ya se habían ido pero que él decidió quedarse”, contó a La Nación.
“Esta semana debía firmar contrato”
Don López también contó que esta semana era clave para su hijo pues después de 15 días de lo que se podía llamar “prueba” José debía firmar un contrato oficial con el club. “Él tenía que firmar contrato en estos días, menos mal digo por un lado que no firmó porque eso iba a dificultar su salida de allá”, refirió
Luego de días de mucha tensión, este sábado informaron desde Cancillería que el joven pudo salir de Ucrania, lo que tuvo un sabor amargo para la familia por las esperanzas que habían en torno al joven de poder salir adelante. “Su abuela tiene un nudo en la garganta, ella no habla, está muy triste, duró muy poco el sueño porque fue con tanta ilusión y que todo se haya acabado tan rápido es muy triste”, finalizó el hombre.
José Ariel López salió este sábado de territorio ucraniano, actualmente se encuentra en la ciudad de Maldovia, Hungría, y se prevé que de ahí tome un vuelo a Rumania y luego a nuestro país. Su fecha de llegada aún desconocen.