A los 65 años dejó de existir ayer el dueño de la emblemática lomitería Punto 10 tras darle una batalla sin tregua a una enfermedad que lo aquejaba desde hace tiempo. La partida del cocinero uruguayo Sergio Camejo fue muy sentida en las redes sociales.
Nacionalizado paraguayo, su carismática personalidad le hizo ganarse miles de amigos, más que clientes. Los que llegaron a concurrir a su local entre las décadas de los 80 y 90 recordaron en Twitter lo divertido que era Camejo, dueño de una risa única y de un trato muy afable, aspectos por los que era muy conocido, sin contar con que preparaba los lomitos más ricos de Asunción, según señalaron.
“Nadie ni siquiera pudo imitarlo porque era único... En todo. Por lo menos me di los gustos y quedan en el recuerdo…”, escribió con pesar Alcides Samudio, mientras que otro usuario identificado como “Guarango” recordó su gran humor: “Cuando le decías uruguayo trolo, te respondía ‘preguntale a tu hermana’, jajaja”.
Entre tanto, Ignacio Pidal compartió un audiovisual de los años 80 donde se lo ve a Camejo atendiendo al actor Carlos Gómez Castillo, quien falleciera en el 2009. “Para los que no le conocieron a Sergio, el famoso Punto 10 que fue un ícono en Asunción”, escribió junto al material que socializó.
“Se reía a carcajadas”, señaló Pidal, mientras @terereallready secundaba la observación: “Sííí... Su risa era única”. Por su parte, el ciberusuario El Residente recordó que Sergio Camejo era hincha de Danubio, club que esta temporada 2022 jugará en la primera división de la liga uruguaya de fútbol.
Le puede interesar: Director del Mercado 4 promete continuar con el plan de ordenamiento
“Quien no le conoció, no nació en este país”, sentenció, por su parte, Ramón Almada, uno de los clientes del querido lomitero uruguayo, que fue uno de los pioneros del servicio de comida callejera en nuestro país.
Su primer puesto, según recordaron en Twitter, estuvo ubicado sobre la calle Santa Ana y España. Allí, en un pequeño carrito, fue forjando su futuro en el rubro. Con el correr de los años y sobre la base de mucho trabajo, excelente servicio, exquisitos productos y mucha amabilidad, se fue consolidando como una de las lomiterías favoritas de la familias asuncenas.
Aquejado por varias enfermedades de base, además del impacto de la pandemia y por dificultades económicas, Sergio Camejo se vio en la necesidad de cerrar definitivamente el local de Punto 10 que funcionaba últimamente en Brasilia casi Artigas.