Este lunes, más de 1.500.000 estudiantes volvieron a las aulas en todo el territorio nacional, así también lo hicieron en la Escuela Virgen de Fátima de la ciudad de San Lorenzo donde unos 300 alumnos del barrio volvieron a desarrollar las clases en la institución. Lamentablemente lo hicieron en los pasillos y sin energía eléctrica, pero felices por el reencuentro.
La situación de esta institución es de larga data, ya que desde antes de la pandemia presentaba problemas en la infraestructura y tuvieron que clausurar varias aulas por peligro de derrumbe, afortunadamente por dos años se desarrollaron clases virtuales y los alumnos no se expusieron al peligro. Pero durante ese tiempo ninguna autoridad se dignó a reparar la institución pese a las decenas de pedidos de ayuda.
Finalmente, este febrero tras varias denuncias desde el Ministerio de Educación y la Municipalidad de San Lorenzo, se pusieron en contacto con el director de la escuela para comprometerse a mejorar las condiciones, pero la ayuda no llegó a tiempo y los estudiantes dieron clases en los pasillos, comedor y sin energía eléctrica.
“Estamos muy entusiasmados a pesar de las circunstancias, tenemos mente positiva y ya tenemos respuesta muy favorable por parte de las autoridades competentes. La construcción de nuevas aulas y reparación de pabellones está bien encaminada por el momento”, dijo en Unicanal el director Modesto Melo.
Resaltó que lo que piden es mayor celeridad para las obras ya que se vienen días calurosos y de lluvias para tener en los pasillos a los chicos. “Estamos teniendo un pequeño inconveniente con la energía eléctrica, por esta razón están dando clases afuera”, detalló, al mismo tiempo de explicar que el problema se da porque el cableado de la institución fue robado por delincuentes y la comuna local se comprometió a reparar este inconveniente.
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Melo señaló que teniendo en cuenta que todo un pabellón está clausurado se tuvo que mudar dos cursos al comedor, que sí está en buenas condiciones para recibir a los pequeños. “En el salón del comedor están dos grados y este tiene a su vez dos salas pequeñas pero independientes, donde van a entrar dos grados más”, indicó.
Es así que la institución arrancó el año lectivo 2022, acomodando a sus alumnos para que todos puedan volver en forma presencial y bajo la promesa de las autoridades, de que todo mejorará con el paso de los días. Pese a no tener energía eléctrica los alumnos se mostraron muy felices de reencontrarse con sus profesores y compañeros tras dos años de virtualidad.