Cada 15 de febrero se recuerda el Día Internacional de Lucha contra el Cáncer Infantil y desde el Hospital de Clínicas se informó que anualmente atiende a más de 500 niños con dicha enfermedad. Dos semanas antes, el 4 de febrero se conmemoró el Día Mundial contra el Cáncer, otra fecha que expone la situación de los pacientes en el país, muchas veces en carencia de medicamentos y precariedades en el tratamiento.

Según un informe del Instituto de Previsión Social (IPS), en Paraguay fallecen por cáncer alrededor de 4.000 a 4.500 personas por año, y aproximadamente 12.000 son diagnosticadas. Esta es la primera causa de muerte prematura antes de los 70 años y la segunda causa en términos poblacionales.

Según las últimas estadísticas proveídas por la Global Cancer Observatory (Globocan), en el año 2018 en los centros asistenciales del país se presentaron 11.244 casos nuevos, siendo el cáncer de mama el más frecuente, seguido del de próstata y de cuello uterino.

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Preocupan tumores en jóvenes

En tanto, tan solo en el Instituto Nacional del Cáncer (Incan) se registraron 754 fallecimientos de pacientes durante el 2021, mientras que en el primer mes del 2022, en enero pasado, ya hubo 12 muertes, de acuerdo al informe emitido ayer martes por Noticiero Trece.

En coincidencia con los datos de Globocan, la nota periodística señala que, el año pasado, en el Incan se diagnosticaron 423 casos de cáncer de mama, 300 de cuello uterino y 100 de próstata. A ello se agrega una nueva preocupación, ya que ahora estarían apareciendo más casos de jóvenes con tumores cerebrales que precisan de un medicamento sumamente oneroso.

La situación de pandemia del COVID-19 solo remarcó el calvario que viven los pacientes oncológicos, ya que a la falta de medicamentos se suma la escasez de reactivos tumorales e insumos; asimismo, la falta de mantenimiento de los equipos impide la realización de estudios complejos requeridos por los médicos tratantes.

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Equipos limitados en el sector público

Dichos factores hacen que se dilate la atención en tiempo y forma, por lo que los enfermos en la espera de una respuesta terminan falleciendo ante la imposibilidad de costear su tratamiento en hospitales privados. Por ello, muchos enfermos recurren cada año a amparos judiciales para acceder a los fármacos que necesitan para su tratamiento. Actualmente, más de treinta personas se encuentran esperando que la Justicia resuelva sus reclamos para acceder a una mejor oportunidad de vida.

El Instituto Nacional del Cáncer cuenta actualmente con un solo tomógrafo y un aparato de resonancia magnética que no abastecen por la gran cantidad de pacientes que a diario requieren de estudios, lo que hace que dichos equipos terminen por descomponerse periódicamente.

Otra situación indignante se registró semanas atrás con el tomógrafo por emisión de positrones PET Scan para el sector público, que fuera inaugurado en noviembre pasado con una importante inversión, en el Instituto de Investigaciones de Ciencias de la Salud de la Universidad Nacional de Asunción (IICS-UNA), y que seguía sin funcionar por falta de gestión de los permisos internacionales para su usufructo.


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