El hogar Jardín de Esperanza de la ciudad de Villa Elisa, departamento Central, es un albergue que acoge desde el 2009 a niños que vivieron diferentes circunstancias y que, por ende, los juzgados decidieron que los pequeños sean trasladados a ese lugar para recibir la contención necesaria para salir adelante y superar los momentos difíciles por los que atravesaron a sus cortas edades.
En este sentido, las autoridades del albergue apelan a la solidaridad de la ciudadanía, ya que se avecina el inicio de clases y estos pequeños precisan de útiles escolares, mochilas, uniformes, vestimenta, así como alimentos ricos en nutrientes, ya que el lugar se mantiene de la autogestión por parte de sus directivos.
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“Brindamos a los chicos un ambiente familiar, ellos cuentan con una madre sustituta, matrimonios que viven acá. A la mañana se les prepara el desayuno, el almuerzo, les acompañan a jugar y en muchas otras cosas, pero aparte de eso también tenemos la necesidad de cubrir ciertas necesidades de los pequeños, además de la comida, medicamentos o ropas”, indicó Reinaldo Mongelós, director del hogar, en comunicación con SNT.
Solo en medicamentos, algunos de estos niños tienen un gasto de G. 4.000.000 a G. 6.000.000, pero gracias a las personas de buen corazón, a quienes ellos los llaman “tíos” y “tías”, pueden cubrir este tipo de gastos. Según Mongelós, a veces ni él sabe quiénes son los que cooperan, pero que siempre tienen ángeles que los apoyan en cada paso que dan.
“Queremos que la ciudadanía sepa que en Villa Elisa existe un hogar que necesita de apoyo no solo económico, sino también a veces necesitamos apoyo para la contención de personas voluntarias que donen su tiempo en venir a jugar con los chicos”, señaló.
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Agregó que el hogar cuenta con un calendario de actividades, en donde invitan a las personas para ir a compartir con los niños y a través de estas actividades el hogar informa a los invitados cuáles son las necesidades que están teniendo y de esa forma reciben la colaboración.
Actualmente, el albergue tiene seis niños, tres varones y tres nenas, cada uno cuenta con su habitación y su baño; es decir, un baño femenino y otro masculino. Además, los pequeños tienen ciertas labores que deben cumplir diariamente con el objetivo de formarlos en disciplina. El lugar es como un hogar en donde la mamá imparte reglas y deberes para que los pequeños al salir del lugar puedan ayudar en casa, indicó Mongelós.
Entre las necesidades se citan frutas, verduras, carnes, lácteos, panificados, condimentos para carne, conserva, aceite, bolsas de basura, productos de limpieza del hogar y del aseo personal. Los interesados en ayudar pueden comunicarse al (0991) 892-173 o a este mismo número se pueden realizar giros.