“Una médula para Tami” fue una de las campañas con más repercusión en redes sociales que emprendió Liz Tamara Maldonado, de 32 años, a quien hace unos dos años le diagnosticaron síndrome mielodisplásico, un tipo de cáncer de la sangre. Durante la campaña recaudaron una importante suma de dinero para que la joven pueda someterse a un trasplante en México, que fue todo un éxito.
Hoy, con mucha alegría y emoción, Tami dijo a La Nación: “Pude vencer al cáncer. Mi madre fue quien me dio la vida por segunda vez”. Explicó que nunca pensó que su historia tendría tanta repercusión, pero que se siente muy querida, especialmente tras el recibimiento del viernes pasado durante su retorno al país.
Con la fe puesta en México
Tami relató que una vez que logró juntar todo el dinero para poder viajar a México y someterse a este tratamiento que sería crucial para su vida, emprendió el viaje, pero al llegar, tras una serie de estudios, le detectaron leucemia y esto complicó su situación. “Ya tenía otro tipo de cáncer, leucemia aguda, y tuve que seguir un tratamiento para superar la enfermedad para luego someterme al trasplante”, indicó.
Relató que en ese momento todo se desmoronó para ella y sus familiares, que la acompañaron para ser sus donantes, ya que eso implicaba un gasto extra y todo el dinero para el trasplante debía invertir en el tratamiento para la leucemia. Pero gracias a la ayuda de los médicos y el hospital, consiguió que este tratamiento le salga prácticamente gratis.
“Es un tratamiento muy costoso y pensábamos en volver para seguir el mismo en Paraguay, para luego irnos otra vez, pero el hospital nos dio una opción de un protocolo que ellos estaban haciendo y casi todo el tratamiento me salió gratis. Solo pagué algunas consultas y estudios, gracias a Dios”, destacó.
Apuntó que este tratamiento para la leucemia resultó positivamente en ella y en tan solo un mes después ya estaba totalmente recuperada, por lo que pudo seguir con el plan del trasplante de médula, que era el objetivo principal de Tami desde el día cero.
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Dos trasplantes fallidos
La joven explicó que para el trasplante la acompañaron su madre (54) y su hermana (24), quienes eran 50% compatibles a ella, pero para los dos primeros trasplantes los profesionales optaron por su hermana, quien era compatible y además joven, por lo que las probabilidades fueron más altas de ser exitosas.
“El proceso que usan allá es muy simple, al paciente que va a recibir le practican durante cuatro días sesiones de quimioterapia y una de radioterapia. Mi hermana por cinco días se aplicó un medicamento para estimular las células madre y en el quinto día se hace la extracción, que es un proceso como para quitarte la sangre, y por la tarde me hicieron el trasplante”, indicó.
Refirió que durante el primer trasplante todo fue más complicado porque ella tuvo fiebre y tuvo que internarse, luego de 15 días de realizar el procedimiento ya le confirmaron que no había dado resultado positivo. Esto hizo que los médicos opten por realizarle un segundo trasplante para Tami.
“Desde ese primer trasplante estuve 45 días internada, de hecho, ya me hicieron el trasplante que debe ser ambulatorio estando internada. No prendió el primero y fue un golpe muy fuerte para mí. Volvimos a hacer un segundo procedimiento porque mi hermana estaba allá conmigo”, relató.
Lamentablemente, en esta segunda oportunidad el procedimiento volvió a fallar para Tami y toda la situación la tenía muy deteriorada, pero afirmó que los médicos no se dieron por vencidos y ya tenían un tercer plan para que todo este viaje no sea en vano, además de agotar todas las instancias para salvar su vida.
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Su madre le dio la vida por segunda vez
Mientras se esperaba que el segundo trasplante haga efecto, los profesionales que atendían a Tami ya tenían un plan C y tras 22 días del segundo procedimiento comenzaron a hacer pruebas en la madre de la joven (quien había quedado en segundo lugar por su edad de 54 años), quien tenía el visto bueno para ser donante y el 50% de compatibilidad con su hija.
“Un día mi madre desapareció todo el día. Había sido durante toda la semana le estaban haciendo las pruebas para ser mi donante, al día 24 me comunicaron que el segundo procedimiento no prendió, pero que ya tenían todo listo para un tercer trasplante”, comentó.
Desde ese momento en que Tami se enteró que su madre sería su donante todo cambió, se sintió mucho mejor, recordó que la noticia le dieron un viernes y que atendiendo que estaba mucho mejor, pudo pasar el fin de semana en la casa donde se estaban quedando en México. Ese lunes comenzaron con todos los preparativos para el tercer procedimiento.
“El 17 de diciembre me hice el tercer y último trasplante, donde mi mamá fue mi donante. El doctor Alexis de la Rosa fue quien me hizo el trasplante y salió súper bien. En el día trece ya me dijeron que la médula había prendido, fue todo muy rápido. Me hicieron un estudio para medir qué porcentaje de la médula está trabajando y fue del 100%”, confirmó.
Por último, resaltó que el día 53, luego del trasplante, le confirmaron que estaba libre de cáncer y que esa fue la mejor noticia que le dieron en la vida. “Mi madre fue quien me salvó. Me hizo nacer dos veces. El médico me dijo que ya no tengo células cancerígenas dentro mío, justo cuando ya estaba por venir, fue muy emotivo”, resaltó.
La joven instó a la ciudadanía a realizar este tipo de donación, explicó que se trata de un procedimiento súper sencillo y que puede salvar cientos de vidas. Además, recordó que es muy importante la donación de sangre y que el faltante de líquido vital es un problema en todo el mundo a causa del virus que está circulando.
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