Su buen estado de salud y la sorprendente lucidez con la que trae los recuerdos a la conversación no dan pista certera de la edad de doña Isabel Ortega viuda de Montes de Oca. A sus 93 años, ella es la memoria viva de Chaco’i –localidad ribereña del departamento de Presidente Hayes, en el Chaco, que desde del año pasado se convirtió en el distrito de Nueva Asunción–, donde vive desde que nació.

Doña Isabel junto a su hija Maria Rosa, en el patio de la casa que habita hace 80 años. Foto: Nadia Monges

En Chaco’i –porque los lugareños la siguen llamando así– están pendientes de la primera elección municipal que tendrán como comunidad independiente el domingo próximo. En esa fecha se desarrollarán las internas partidarias, para luego realizar las generales, en marzo, donde saldrán el primer intendente y la primera junta municipal de la localidad.

Doña Isabel está al tanto de las justas electorales. Es más, religiosamente va a depositar su voto en cada elección nacional. Entre sus pasatiempos está ver la tele, donde también se entera de la realidad del país, la que le preocupa. “Qué bárbaro las cosas que están pasando”, dice, al tiempo que explica que en Chaco’i fue siempre todo muy tranquilo por ser una localidad chica y donde se conocen todos.

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Isabel nació allí y habita la misma casa desde hace 80 años, donde vivió con su padres y sus nueve hermanos; donde residió luego con su esposo y vio crecer a sus siete hijos, y donde vive hasta hoy acompañada de una de sus hijas y la familia de esta, María Rosa. “Acá lo que tenemos es falta de trabajo, hay algunas actividades pero muy pocas, hay carbonería, olería y quedan algunos tambos, pero la mayoría de la gente cruza a Asunción para trabajar”, comenta la hija.

El cruce hacia la capital y a la inversa se hace en las famosas lanchas que llegan a la playa Montevideo, al costado del Puerto de Asunción, y parten desde la playa municipal de Chaco’i. El pasaje tiene un costo de 5 mil guaraníes y el cruce tarda unos 20 minutos.

La playa municipal de Chaco'i, donde llegan y parten las balsas que unen la localidad con Asunción en un trayecto de 20 miutos. Foto Nadia Monges.

Los tambos

Los tambos de vacas lecheras eran comunes hasta hace décadas atrás en la zona. Doña Isabel creció entre el ganado, ya que sus padres vendían leche fresca de vaca que llevaban hasta Asunción en canoa. “Mi papás eran muy guapos y vendían leche en muchos lugares. Yo desde chica ya les acompañaba. A los 8 años ya me iba en la escuela. Me bajaba de la lancha, ahí en Montevideo y caminaba hasta General Díaz y ahí bajeaba hasta la escuela Pancha Garmendia, ahí hice hasta el séptimo grado. Después me fui al colegio Santa Marta y ahí me recibí de primera alumna en cocina y corte y confección, y bordado a mano. Una época hice vestidos pero acá somos pocos y ponía a colgar por el ropero las ropas y nadie venía a buscar porque no había plata. Entonces ya vendí leche. Llegamos a tener 57 lecheras con su cría. Desde los 24 años vendí hasta los 82. A toda la gente le llevaba, llevaba donde se hacía yogur”, recuerda.

Un acontecimiento que afectó mucho la vida en Chaco’i fue la gran inundación de 1983, cuando las aguas del río Paraguay arrasaron la localidad y otras extensa zonas a lo largo de la ribera. La casa de doña Isabel fue casi cubierta por el agua, a pesar de estar ubicada a más de 500 metros de la costa. “Fue algo muy terrible. Todos tuvimos que irnos a vivir a Falcón hasta que baje todo el agua”, cuenta doña Isabel. Quedan incluso las marcas de la crecida en las paredes de la casa.

Doña Isabel goza de buena salud y en noviembre estará apagando 94 velitas, contó. Foto: Nadia Monges

Actualmente ya casi nadie se dedica a las lecheras. Entre los pocos tamberos que quedan está uno de los hijos de doña Isabel, que vive en los alrededores y tiene unas 20 vacas.

La Guerra del Chaco también está entre los recuerdos de infancia de la abuela. Recuerda la conmoción que había y la angustia que sintió al ver a su propio padre y a sus tíos partir hacia el frente de batalla. “Mi papá se fue a la guerra con todos mis tíos. Con nuestro pañuelo blanco les despedimos llorando mientras veíamos como se iban en los barcos”, recuerda doña Isabel.

Desde chica estuvo muy dedicada a la devoción religiosa. “Andaba todo el día por la iglesia, hasta hoy. No se iba de ni de fiesta”, cuenta su hija, María Rosa. “No sé bailar”, agrega doña Isabel y suelta una carcajada. Hoy vive una vida más lenta, pero saludable. Es feliz y se siente bien, dice, aunque se queja del calor de estos días. “El 1 de noviembre cumplo 94 años, en el día de Todos los santos”, añade.

Nueva Asunción

Chaco’i pasó a convertirse en el nuevo distrito de Nueva Asunción, desprendiéndose así de Villa Hayes, mediante el decreto del Poder Ejecutivo promulgado el 22 de mayo del año pasado. Por esa razón, recién este domingo se celebrarán en esta localidad las primeras internas municipales con miras a las generales, que se harán en marzo, para elegir a las autoridades comunales. Lo mismo ocurrirá en la localidad de Itacuá, en el departamento de Concepción.

A pesar de su cercanía con la capital, cruzando por agua, Chaco'i es un lugar estancado en el tiempo con pocas opciones laborales. Foto: Nadia Monges.

La construcción del puente Héroes del Chaco, que unirá Asunción con Presidente Hayes, genera muchas expectativas para ambas zonas ribereñas. Varias firmas loteadoras empezaron a operar fuertemente en la zona de Chaco’i y alrededores, donde los terrenos llegaron hasta a duplicar su valor. También se habla de proyectos industriales y de un complejo hotelero.

Pero hasta el momento todo sigue en la carpeta de las promesa. Chaco’i sigue viviendo estancado en el tiempo, con sus calles de ripio y lodo, con su falta de servicio de agua, con su par de escuelas, con su centro de salud básico y un casi nulo movimiento económico. El problema de las inundaciones tampoco es algo que se pueda borrar así nomás de la cabeza de los lugareños. Escuchar los recuerdos de doña Isabel llevan a preguntarse qué cosas han cambiado realmente en Chaco’i desde esos lejanos tiempos.

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