Con la pandemia y las clases virtuales, las horas de los niños ante las pantallas de los móviles y computadoras aumentó considerablemente, sumándose a todo ello los videojuegos, uno de los principales entretenimientos que tienen los chicos durante todo el año y en especial durante las vacaciones.
Ahora, ante la inminente vuelta al colegio, los oftalmólogos insisten en la importancia de realizar exámenes oculares a los niños, para una detección precoz de algún tipo de dificultad visual que pudieran tener. Algunas instituciones educativas también piden hacerles a los alumnos el control de la visión, sobre todo antes del inicio escolar.
El doctor Osvaldo Torres, especialista en oftalmopediatría y estrabismo de la Cátedra y servicio de Oftalmología del Hospital de Clínicas, indicó que, idealmente, en niños sanos se les debe realizar controles oftalmológicos de manera anual. Señaló que en ocasiones los signos de problemas visuales son muy evidentes, en otras no. “Hay niños que pueden estar viendo un 50 o 60% y uno no se percata”, alertó.
Trastorno de agudeza visual
Hoy día lo que se busca es adelantar la detección de problemas de la vista, atendiendo a que el cerebro aprende en los primeros ocho años de vida, “entonces así poder hacer un mejor control con el objetivo de prevenir la ambliopía, que es la falta de desarrollo de la agudeza visual”, afirmó.
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Según dijo, la patología suele deberse a desvío ocular o vicios refractivos como miopía, astigmatismo o en algunos casos, por falta de estímulo como cataratas o párpado caído, entre otros factores.
“Si el niño tiene trastorno de la agudeza visual generalmente altera más su visión lejana que la cercana; no es como el adulto que se da cuenta que no está viendo bien. Es muy poco probable que un niño de tres años con miopía pueda indicar a sus padres que no está visualizando bien las cosas, porque la agudeza visual se termina de desarrollar a entre los cinco y siete años”, enfatizó.
El profesional señaló que las revisiones son variables, dependiendo de la edad del niño. En pequeños sanos, que no fueron prematuros, necesitan un control idealmente al nacer y luego cada 6 a 12 meses dependiendo del caso.
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En cambio con los niños prematuros, según explicó, se hace una salvedad, donde se le controla necesariamente al mes de nacido. “Posteriormente cada 15 días hasta, aproximadamente, la semana 42 de edad corregida, donde la retina termina de vascularizarse, por la posibilidad de presentar problemas en la retina, conocida como retinopatía del prematuro”, mencionó.
Signos que llaman la atención
Entre los signos que deben llamar la atención, el profesional mencionó que son las posiciones viciosas de la cabeza como inclinando para poder mirar los objetos, bajar el mentón o entrecerrar los ojos; son posturas que se deben tener presente para buscar ayuda del oftalmólogo.
Dijo que no existe una edad específica para recetar lentes. Si se detectan problemas visuales relacionados con el uso de lentes se debe utilizar gafas y de ese modo evitar llegar a la ambliopía
“Lo recomendable es realizar el control visual de forma precoz. Todo niño para el desarrollo del 100% del intelecto, necesita sensorialidad perfecta”, finalizó.