Comunidades científicas del mundo han dado su visto bueno a las vacunas creadas contra el COVID-19. Esto, debido a que las mismas, es decir, las vacunas que actualmente se utilizan como estrategia para mitigar los efectos de la pandemia del COVID-19, fueron aprobadas por las diferentes agencias reguladoras, así como también han superado rigurosos análisis desde la fase N° 1 de sus estudios clínicos, según explicó a La Nación, la Dra. Fabiola Román, PhD en Biología Parasitaria con énfasis en Biología Molecular aplicada a microorganismos.
“Cada plataforma de vacuna ha reportado sus resultados para que toda la comunidad científica acceda a ellos y los analice, en todo el mundo. Se disponibilizaron en revistas científicas, mostrando todos los datos y resultados. De nuevo, toda esa información es entregada a las agencias reguladoras donde expertos en el área, evalúan cada detalle”, señaló la Dra. Román al ser consultada sobre las evidencias científicas en torno a la seguridad que proporciona la vacuna a los seres humanos.
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Por otro lado, refirió que algunas vacunas como Sputnik en Brasil o Covaxin para la Organización Mundial de la Salud (OMS) tuvieron un retraso en la aprobación debido a que las agencias precisaban más información sobre algunos aspectos. Aseguró que el retraso en su aprobación no debe preocupar, sino al contrario, debe dar tranquilidad, ya que muestran que las evaluaciones son rigurosas y que no se aprobarían si los resultados no estuvieran completos.
“Estas vacunas fueron aprobadas luego de que las compañías presentaran toda la documentación requerida. Si en esa fase N° 1 no muestra resultados favorables, esa vacuna ya no avanza hacia las demás fases de estudio. Por tanto, las vacunas con las que contamos muestran seguridad y además eficacia y ya fueron administradas a millones de personas en todo el mundo”, refirió al ser consultada sobre si los biológicos son seguros.
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Igualmente, La Nación trasladó la duda de la ciudadanía a la profesional sobre si una persona vacunada puede o no contagiarse y con ello evitar la forma grave de la enfermedad, es decir, si con la vacuna se podría evitar la hospitalización o derivaciones a terapia intensiva. A esto la profesional respondió que efectivamente, se ha observado que las vacunas evitan casos graves de COVID-19, que llevarían al enfermo a hospitalización, terapia y en varios casos, a la muerte.
“En este contexto, las vacunas han salvado miles de vidas en todos los países. En relación a la transmisión, un reporte del CDC de Estados Unidos realizado durante la ola de delta ha señalado que las personas vacunadas infectadas con delta tienen potencialmente una transmisibilidad reducida en relación a la que presentan las personas no vacunadas. Sin embargo, más datos son necesarios para concluir esto”, indicó.
Entre tanto, respecto a si las vacunas evitan la hospitalización de las personas que se han inoculado con las anti-COVID, refirió que ningún medicamento y ninguna vacuna es 100% eficaz, así como ninguna tecnología en el mundo. Y que con las vacunas anti-COVID o así como con otras como la vacuna contra la influenza, las personas pueden ir a hospitalización, especialmente si son de avanzada edad o tienen otros factores de riesgo. Sin embargo, se ha observado que las personas vacunadas desarrollan casos graves con una frecuencia mucho menor.
“Sí, claramente hay un antes y un después de las vacunas durante la pandemia. Hemos visto cómo, en todo el mundo, fueron disminuyendo las hospitalizaciones y fallecimientos a pesar de que tenemos olas con nuevas variantes. Con la última variante hemos podido ver cómo, a pesar de tener números altísimos de infectados, el número de hospitalizaciones no ha alcanzado los mismos picos que hace un año. Cuantas más personas se vacunen, más rápido podremos volver a la nueva normalidad”, insistió la profesional.
Agregó que las vacunas son la principal herramienta con la que se cuenta médicamente, para salir de la pandemia y que Paraguay, es un país afortunado por contar con las vacunas y de que la ciencia esté tan avanzada como lo está ahora mismo, por lo que insistió en que se debe aprovechar este privilegio y vacunarse.
”Es absurdo huir de las vacunas como algunos proponen hacer. Algunos dudan para vacunarse por miedo a los rarísimos efectos secundarios graves, pero olvidan que al no vacunarse están eligiendo un riesgo ampliamente mayor. Otros temen porque dicen que las vacunas están aún en fase 4, que es, según ellos, experimental. Sin embargo, la fase 4, ya no es parte de un ensayo previo. La fase 4 es una fase de vigilancia de una vacuna ya aprobada”, finalizó.
La Dra. Fabiola Román, PhD en Biología Parasitaria con énfasis en Biología Molecular aplicada a microorganismos por el Instituto Osvaldo Cruz (Fiocruz) de Río de Janeiro, Brasil. Obtuvo su licenciatura en Biología de la Facultad de Ciencias Naturales y Exactas de la Universidad Nacional de Asunción (Facen-UNA). Realizó un posdoctorado en la Universidad de Bath-Inglaterra y es colaboradora externa del Centro para el Desarrollo de la Investigación Científica. Actualmente, se desempeña como Research Assistant en el Instituto Sanger de Cambridge, Reino Unido.
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