La disfunción eréctil o impotencia es el problema de erección más frecuente entre los varones mayores de 50 años, causados generalmente por los cambios hormonales que experimentan, derivados del proceso natural del envejecimiento. Lógicamente, esto afecta la vida sexual de los hombres, por lo que deben recurrir a medicamentos o tratamientos que los ayuden a normalizar la rigidez peneana.
Uno de los métodos más ampliamente utilizados en el mundo tiene que ver con la “pastilla azul”, conocida comercialmente como Viagra, que aumenta el flujo sanguíneo hacia el pene para ayudar al hombre a tener una erección. Pero, ¿qué pasa cuando esta alternativa es insuficiente?
El doctor Gustavo Codas, reconocido urólogo de nuestro medio, indicó que existe otro método altamente eficaz, si bien más invasivo: las inyecciones. Aunque todavía no se venden en nuestro país, es un tratamiento recomendado para los casos más extremos de disfunción eréctil, según dijo.
“Cuando el hombre está muy dañado, se debe ver otro método más agresivo, tratamientos más avanzados, en ese caso se pueden utilizar las inyecciones intracavernosas”, señaló el doctor Codas en comunicación con radio Monumental.
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Explicó que, al inicio del tratamiento, es el propio médico tratante el que inyecta la sustancia al miembro viril del paciente, de tal manera que éste vaya familiarizándose con la técnica de la aplicación. “Es similar a una inyección de insulina”, acotó el especialista.
Acción local
Detalló que el fármaco trae una aguja corta, que tiene efecto a los 5 a 10 minutos de la aplicación y que su duración varía entre 1 y 2 horas, dependiendo de cada paciente y de la dosis administrada. Se puede aplicar a personas con problemas cardiacos o a quienes reciban anticoagulantes, porque la acción de este medicamento es totalmente local.
“Con la pastilla del Viagra se necesita excitación para la erección, lo que hace es predisponer a la persona a excitarse, pero con la inyección es automática”, aclaró.
Sin embargo, existe una complicación con esta inyección, según el profesional. Puede provocar priapismo, que es una erección involuntaria que no cede “y en este caso hay que utilizar las inyecciones vasoconstrictoras, que achican las venas y arterias, por lo que el miembro masculino puede volver a bajar”, advirtió.
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Debido a ese efecto colateral que puede darse en algunos pacientes, este método no es recomendado de buenas a primeras por los especialistas cuando hay un caso de disfunción eréctil grave, sino que siempre se trata de agotar instancias empleando otros recursos menos agresivos al inicio del tratamiento.
“No es que de entrada se utilizan estos métodos invasivos, siempre se trata de hacer los menos invasivos posibles, con combinaciones de medicación por ejemplo. No es correcto utilizar de entrada ya esto y se suele ver en la práctica médica que algunos quieren utilizar de una ya, eso está mal”, enfatizó el doctor Codas.
Causas más frecuentes
Además de la hormonal, la falta de erección también puede deberse a muchos otros factores orgánicos como las enfermedades del sistema cardiovascular. Son la causa más habitual de disfunción eréctil y se da en aquellos pacientes que padecen factores de riesgo cardiovascular como hipertensión, diabetes o colesterol así como obesidad.
Algunos fármacos o medicamentos que produzcan disfunción eréctil como efecto adverso porque impiden el correcto funcionamiento de la erección masculina. En especial se hace referencia a pastillas para dormir, antidepresivos e incluso algunos medicamentos para la presión arterial o el corazón.
La andropausia o déficit de testosterona también puede producir disfunción eréctil aunque se puede tratar esta causa sin problemas.
El consumo de alcohol o drogas puede producir impotencia también y no solo afectan a la erección sino también al deseo sexual. En cualquier caso, frente a un problema de erección es recomendable acudir al urólogo para encontrar su causa y su posterior solución.