Tenía tan solo 10 años, pero este martes encontró la temprana muerte en el Hospital General de Santa Rosa del Aguaray, localidad del departamento de San Pedro. Tenía una infección generalizada de los tejidos, originada por una quemadura; también fue diagnosticada con COVID-19, pero esta no fue la principal causa de su deceso, según los médicos tratantes.
El doctor Alejandro Valenzuela, director del citado centro asistencial, confirmó que una menor, aparentemente de nacionalidad argentina, murió en horas de la noche del martes 11 de enero a raíz de una septicemia, sumada a una coinfección de coronavirus. “Ella falleció con COVID y no por COVID. No es la causa de fallecimiento”, aclaró el profesional.
El médico explicó que la niña vino con sus padres a nuestro país para pasar las fiestas de fin de año y que siete días atrás tuvo una lesión en la piel a raíz de una quemadura provocada por el escape de una moto. Como la herida no fue correctamente tratada, la misma derivó en una infección que agravó rápidamente la salud de la pequeña.
Médico naturalista
Al ver que iba empeorando, la niña fue llevada por sus padres a un médico naturalista, quien le “diagnosticó” como un caso de py’a ruru. Tres días antes de su ingreso al hospital, la menor ya empezó a presentar dificultades respiratorias, tenía mucha tos y congestión.
Recién la noche de este martes sus padres decidieron llevarla al citado nosocomio. De acuerdo con el doctor Valenzuela, la paciente ingresó con una infección generalizada con toque pulmonar. “La trajeron séptica, tóxica, con respiración boqueante y se le tuvo que intubar de entrada. Se le hizo la radiografía y se vio un pulmón totalmente comprometido, eso hace pensar de una neumonía necrotizante”, explicó.
Como había la necesidad de intubarla, por protocolo se le realizó un test de COVID-19, el cual dio positivo, por lo que la pequeña tenía, además de la septicemia, una coinfección por COVID-19 con unos días de evolución. Desafortunadamente, la niña no pudo resistir y terminó falleciendo.
Las autoridades sanitarias del Hospital de Santa Rosa del Aguaray aprovecharon el contacto con la prensa para desmentir que en ese nosocomio hay cinco niños intubados esperando un lugar en UTI por cuadros graves de coronavirus.