En época de vacaciones, uno de los requisitos para viajar es el certificado internacional de vacunación para viajeros. El mismo debe ser portado obligatoriamente por todo viajero nacional y extranjero que provenga o se dirija a zonas de riesgo. El documento se presenta al ingreso y salida del país y es una exigencia en los puestos de control migratorio, terrestres, fluviales y aeroportuarios.

En este sentido, la Sociedad Paraguaya de Infectología (SPI) publicó en sus redes sociales que el intervalo entre las vacunas anti-COVID y contra la fiebre amarilla es de 7 días. Para acceder a la vacuna contra la fiebre amarilla, que solo se aplica una vez en la vida, no es necesario llegar hasta la capital del país, ya que las personas pueden recibir la dosis en el vacunatorio dependiente del Ministerio de Salud más cercano a su domicilio.

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Mencionaron que este puede ser una unidad de salud familiar (USF), puesto de salud, centro de salud u hospital, en cualquier punto del territorio nacional. En el caso de que solo precise del certificado internacional de vacunación para viajeros, el documento se expide en los hospitales regionales de cada departamento del país.

Indicaron que para contar con el certificado internacional de vacunación no es necesario volver a aplicarse la vacuna, solo se requiere presentar el carnet de vacunación que acredite la aplicación de la dosis antiamarílica. Este certificado se expide de forma gratuita y se otorga en el momento. No requiere visación y tiene una duración de por vida.

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En el caso de que se pierda el documento, no será necesaria una nueva aplicación de la vacuna. Se recomienda acudir hasta el vacunatorio donde recibió la dosis para que le expidan un nuevo carnet de vacunación. Es importante tener en cuenta que el registro de vacunación lo puede obtener únicamente en el vacunatorio donde recibió la dosis antiamarílica.

La vacuna contra la fiebre amarilla está contraindicada para niños menores de 6 meses, embarazadas, personas de 60 años y más, personas con antecedentes de alergia a cualquiera de los componentes de la vacuna como huevo, proteínas de pollo o gelatina.

Así también, para quienes tengan alteraciones del sistema inmune, incluyendo la infección por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), personas con enfermedad del timo, miastenia gravis, síndrome de Digeorge, con tumores malignos, trasplantes de órganos y patologías que requieran tratamientos con inmunosupresores.

Se trata de una enfermedad viral, transmitida por la picadura de mosquitos infectados, se presenta con fiebre, dolor de cabeza, ojos y piel amarillos (ictericia). También produce dolores musculares, náuseas, vómitos y cansancio. La vacuna es la principal medida de prevención de la enfermedad.

En Paraguay no se registran casos de fiebre amarilla desde hace diez años. Entre enero de 2017 y noviembre de 2018, seis países de la región de las Américas notificaron casos de confirmados de la enfermedad, estos son: Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana Francesa y Perú. De ahí la importancia de contar con la dosis de protección contra esta enfermedad prevenible por vacuna.